Partir de la verdad

decimos, pero
solo se parte

de eso. 
Solo. De solo eso. 

Cartoneros mendigos. Partimos de rodajas de pan 
café con leche cama

cosas así. Partimos
de la noche a la mañana.

La verdad es más lejos. 

Partimos 
de un alto en el camino de un pastar de las bestias. Antes 
de ser mendigos fuimos pasto 

en la lengua regusto que se rumia
despacio yuyo
en la boca raíz entre los dientes.

La verdad es lejana

construcción 
a dos aguas levantarla en el límite es cavarla en la ausencia

de bostas y mugidos 
donde no hay pan manteca.

Ni sillas arrimadas a la mesa.

Tatiana Oroño
Morada móvil
Artefato, noviembre de 2004

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