La poesía de la generación del 30 |
Elementos comunes y "familias" poéticas. |
Como elemento común -ya lo habíamos marcado- estos poetas son menos caudalosos que los de la generación anterior por motivos de rigor autocrítico, según Real de Azúa, y si en ella habíamos hecho los descuentos de Parra del Riego, Basso Maglio e Ibarbourou, aquí deben hacerse los de Rodríguez Pintos y Cunha. Ambos de obra muy vasta y en el caso del floridense sumamente variada. También sucede que, así como la narrativa crece en cantidad y calidad en este periodo con relación al anterior, los poetas cultivan mas otros géneros en prosa amén de la lírica. Tales los casos de la ensayística en Esther de Cáceres, Susana Soca, Clara Silva, Roberto Ibáñez, Pereda Valdés, Ortiz Saralegui. Tal, los de la narrativa en Clara Silva, Pereda Valdés, Selva Márquez, Serafín J. García. En la generación anterior descuella especialmente la ensayística de Oribe y deben registrarse la narrativa de Supervielle y parte de la de Ibarbourou. Los poetas del Centenario cultivaron varias líneas poéticas: A) una -mayoritaria en número de autores- de riqueza metafórica; de simbolismo, a veces hermético; de perfección formal; muy atenta a la lección del Simbolismo, aunque no es la única que recoge. Iniciada en nuestra poesía por Herrera y Reissig, continuada en el 17 por Basso Maglio y ciertas zonas de Oribe, así como algún libro de Juana de Ibarbourou, en el 30 se expresa en Carlos Rodríguez Pintos (1895-1985), Fernando Pereda (¿1899?), Concepción Silva Bélinzon (1903-1987); parcialmente en Esther de Cáceres (1903-1971) y Susana Soca (1907-1959); en Roberto Ibáñez (1907-1978), Sara de Ibáñez (1909-1976), un sector de la obra de Juan Cunha (19101985); y encontrará continuidad en el 45, en la obra de Ricardo Paseyro; B) una línea coloquial, "sencillísta", de desnudez, que es la de Líber Falco (1906-1955), Pedro Piccatto (1908-1944); C) una religiosa en Esther de Cáceres, Clara Silva (1905-1976); D) otra línea coloquial influida por los "ismos", en Selva Márquez (1903-1981), Alvaro Figueredo (1908-1966), parcialmente Juan Cunha; E) una que reinflexiona la temática campesina hacia la denuncia social, en Serafin J. García (1908-1985); otro sector de la obra de Cunha; F) una de vanguardia lúdica que cultivan Alfredo Mario Ferreiro (1899-1959) y Juvenal Ortiz Saralegui (1907-1959); G) la continuación del nativismo, especialmente a cargo de Ildefonso Pereda Valdés (1899) y de un sector de la obra de Cunha. (Hemos tomado parte de este esquema del realizado por Alejandro Paternain en el Capítulo Oriental No. 24, pero le hemos introducido modificaciones). Paternain elabora un apartado especial para Juan Cunha, con el subtítulo de "la nostalgia proteica"; leído lo anterior se advierte que se ajusta a la verdad: casi no hay modalidad poética que Cunha no haya cultivado. |
Graciela Mántaras Loedel - Jorge Arbeleche
Panorama de la Literatura Uruguaya (entre 1915 y 1945)
Academia Nacional de Letras - 1995
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