Néstor Feria
Un payador legendario
Por Hamid Nazabay

La legendaria figura de Néstor Feria es casi un recuerdo de pocos veteranos. Pero este excepcional cantor, que era acompañado por varias guitarras, gozó de gran fama, aquí y en la vecina orilla, donde desarrolló gran parte de su carrera. Elogiado y venerado por Carlos Gardel, fue uno de los mayores exponentes del canto, en la época de oro de los cantores criollos y típicos (décadas del ’20 y del ’30).

De sus mayores éxitos, los cuales aún hoy son versionados por distintos intérpretes, se encuentran las musicalizaciones de las milongas “En blanco y negro” (de Fernán Silva Valdés) y “Las carretas” (de Rodolfo Blas Arrigorriaga), y el vals “De mi no esperes”, de su propia autoría. Lamentablemente, sólo han quedado registradas para el sello argentino Odeón (1937-38), cuatro canciones, “En blanco y negro”, “Quisiera escribirte” (de Luna-Irusta-Fugazot-Demare), “De mi no esperes” y “Chumbale los perros” (de Martínez Payva- Abel Fleury). Estas, además de las ya grabadas en dúo con Ítalo Goyeche.

Increíblemente este trovero uruguayo que alcanzó la fama y fue tan valorado en su momento, dentro y fuera de fronteras, no tiene el reconocimiento merecido. En Argentina, sin embargo, parece ser más recordado que aquí y, en tal sentido, el año pasado, el investigador Héctor A. Benedetti publicó un libro en su evocación, titulado “El gaucho cantor. Remembranza de vida y obra de Néstor Feria” (Ed. Corregidor), en el que nos basamos para escribir este artículo.

Feria había nacido el 5 de marzo de 1894 en la localidad de Bolívar (Canelones), muy cerca de Fray Marcos (Florida). De niño se traslada junto a su madre a Montevideo, al Barrio La Unión. Desde allí comienza a frecuentar el Hipódromo de Maroñas, llegando a trabajar como peón de studs, cuidando caballos, y hasta corriendo alguna carrera como jockey. Los patios de esos studs comenzaron a escuchar al cantor. En 1911 marcha para Buenos Aires, donde también hace actividad turfística, pero esta vez en Palermo. De regreso a Montevideo, por pedido de su madre, se afirma en su carrera de cantor. En los inicios formó varios dúos. Nuevamente en Buenos Aires deambula por varias emisoras radiales sin tener mayor suerte, hasta que llega a Radio Belgrano, donde queda como número estable, proyectándose así su prolífica actividad no sólo en radio, sino en teatro y en cine.

Aquejado de salud, fallece en Buenos Aires el 26 de setiembre de 1948, cumpliéndose ayer 60 años.

Por Hamid Nazabay
Publicado en:
Semanario del Plata (página 9), 27 de setiembre 2008, Año 1, Nº 39, Rosario (Colonia)

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