Esquina y madrugada
poema de Lucio Muniz

(texto y audio del disco "Calle", interpretado por Los Zucará)

Montevideo existe con sus calles,

con ese despertar que día a día

se anuncia en el sonido de la gente

saliendo hacia el encuentro de la vida.

Montevideo existe y yo la veo,

gris, por mis ojos, que sus cosas miran,

encendida de ayeres y nostalgias

que su presencia junto a mí, respira.

Fue alguna vez malvón, cupo en mi paso

y en la luna insistente de la esquina,

cuando con inocencia iban mis años

descubriendo en la sangre sorprendida

corrientes ardorosas, que en las sienes

animaban fervores y vigilias.

Montevideo existe, sus veredas

tan solo con pisarlas ya son mías,

cuando el letargo de la noche muere

con la filosa espada de la brisa.

Las seis de la mañana y yo la veo

y aunque pasaron años, es, la misma:

(se han cerrado las puertas de los bares,

sobre las mesas se amontonan sillas,

descansa el luminoso de las sombras

que paradojalmente- le dan vida,

y apenas entre nubes, lentamente

desde la cresta, el horizonte brilla).

Cuareim adoquinada hasta Colonia

me está reconociendo en esta esquina

y me vienen montones de recuerdos

como una lejanísima caricia;

El aire mañanero me despeina

y en los hombros me pesa la vigilia

descubriendo la voz, acá parado,

lanzado a la aventura de esta cita                                

que tengo con las calles, simplemente,

siendo las seis y sin ninguna prisa,

para verte gotear desde mis ojos

ciudad, que en mi costado te deslizas,

con tu cercano acento omnibucero

y música lejana de tranvías.

Desde el Buceo al Barrio Sur, te anudas

en mi garganta, nocturnal y antigua,

te recupera mi memoria y anda

por tus asfaltos y dormidas vías.

Esquina y Madrugada

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