El fútbol
Martín Mowszowicz 

Era sin duda una de las actividades mas importantes de la vida de la cárcel, y lo era por varias razones.

 

Permitía ocupar horas en la practica de un deporte, en un medio donde la elección de actividades no dependía de los presos.

 

Pertenecer a determinados equipos era escalar en los estratos ocultos de la sociedad carcelaria. 

 

Pero el fútbol era una actividad permanente, los partidos se sucedían toda la mañana y toda la tarde, y nadie dude que se apostaban sumas importantes a mano de los ganadores de los encuentros.

 

Hubo notables equipos de Montevideo, que aceptaron ir a jugar contra la selección del penal, que perdieron como en la guerra los partidos disputados en régimen de amistosos.

 

Uno de los equipos mas aguerridos, era el MISIONES, y probablemente fuera el mejor, otros eran el HURACÁN, COLON, etc.


Decían algunos presos viejos, que si durante la disputa de una final de la liga penitenciaria, se llegaban a derrumbar los muros del Penal, a nadie se le pasaría por la mente la idea de fugarse, hasta que hubiese terminado el partid, antes jamás.

Se hacían partidos contra la Guardia Penitenciaria, contra la Guardia Interna, entre los diversos talleres, todo servia.

Era sin lugar a dudas, la suma de fútbol y pasión, se ponía el alma en cada jugada. Cualquiera de ellos podía jugar en equipos de fútbol de primera división, de hecho, al jugar todos los días, a toda hora, practicaban mucho más que los jugadores de equipos profesionales. Y se hubieran lucido en el Estadio.

Los partidos eran dirigidos por árbitros que tenían pleno conocimiento de los reglamentos, y eran respetados en sus fallos por los jugadores, que no eran nenes de pecho.

A veces un partido terminaba a los piñazos, igual que en los campitos de los barrios.

Pero por sobre todas las cosas, el fútbol era un imán poderoso y era el eje de muchas actividades conexas, apuestas, rifas para comprar pelotas o camisetas, etc.

La LIGA PENITENCIARIA DE FÚTBOL, tenia su sede en una celda de uso exclusivo, la 43, estatutos y reglamentos cedidos por la AUF.

EL COLEGIO DE ÁRBITROS DONABA LOS UNIFORMES, PITOS, REGLAMENTOS, etc.

Un montón de delegados voluntarios pactaban amistosos, y la misma actividad entre los equipos del Penal, hacían del fútbol algo inagotable. 

Sin duda tenía valor terapéutico, porque mantenía a la gente en actividad.

Martín Mowszowicz
La vida entre presos

Cap I: En la cárcel de Punta Carretas (personajes)

Torre del Vigía ediciones

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