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Propuesta de paseo al aire libre y de propuesta gastronómica
 
 

Los hongos del otoño
por Alejandro Michelena
alemichelena@gmail.com

 
 

No se extrañe el lector por esta invitación. La misma equivale —en este otoño privilegiado en humedad- a un estimulante pretexto para salir los fines de semana. Primeramente, hay que saber qué tipo de hongos son comestibles y se pueden encontrar en esta época del año. Los más comunes son los llamados de eucalipto, que nacen generalmente alrededor de árboles de esa especie, pudiendo alcanzar hasta más de veinte centímetros de diámetro. Son de un color amarronado (o amarillento) y no se deben confundir con los llamados de la madera, que crecen sobre el tronco, pues éstos lo hacen en la tierra.

Según el sabio doctor Rodolfo Tálice, tales hongos pertenecen a la categoría de "comestibles mediocres", y para encontrarlos debemos salir a las afueras de Montevideo, buscando preferentemente montes de eucaliptos que queden algo alejados de caminos y casas.

Hongo de eucalipto

Otros hongos que en estos meses se encuentran, son los llamados de panal  (porque la parte de abajo del sombrerito, en lugar de ser tipo fuelle,  se asemeja a un reducido panal de abejas). Los ubicamos entre el pasto, o hasta en el césped de los jardines. Quizá en barrios muy urbanos no es posible, hoy por hoy, hallarlos, pero sí alejándonos hacia zonas rurbanas. El aspecto de los hongos de panal es el siguiente: de un máximo de diez centímetros de diámetro, bien redondos y con aspecto más duro y brillante que los anteriores, de un color más bien marrón claro.

De estos dos tipos de hongos, damos fe por comprobación personal —apoyados además en la autoridad científica de un especialista en la materia como Tálice— sobre su condición comestible, siendo los segundos de sabor excelente, algo dulce, y de valiosas propiedades alimenticias Los hongos de eucalipto se deben lavar y someter a dos hervores, para luego acondicionarlos con aceite, vinagre, laurel, ajo, especias, pudiéndose dejar en conserva en frascos bien cerrados.

Los hongos de panal, por su parte, se pueden preparar a la parrilla, o comer luego de hervirlos, en ambos casos es necesario  sacarles la piel de la parte de arriba y también el panal (que es una redecilla de medio centímetro de espesor). No es recomendable dejarlos muchos días, por lo que deben comerse en el momento.

En cuanto a qué parte del contorno ciudadano dirigirse, recomendamos los bosques ubicados más allá de Pajas Blancas, la zona rural de Colón, el Parque Roosevelt, aunque habría muchos otros lugares. Como dato curioso, nostálgico si se quiere, Tálice considera que un lugar rico en hongos comestibles en el Parque Batlle, es claro que esto lo escribía en artículo monográfico de la década del cincuenta.

 

Alejandro Michelena
alemichelena@gmail.com

 

Nota aparecida en el suplemento Cultura y Espectáculos del diario La Hora (Montevideo), en el otoño de 1987

 

Cedido por el autor en formato papel de diario. Escaneado e incorporado a Letras Uruguay, por su editor, el día 26 de setiembre, acualizada el 18 de mayo de 2015.
 

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