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En puridad, "Masones y artiguistas en la Banda Oriental" es nada más que
la reimpresión parcial de un libro más profundo y exhaustivo que
apareciera en 1962 con el titulo "Masonería, Morenismo, Artiguismo", y
que está hace tiempo agotado. El autor se preocupó de que se conociera
aquel en una tirada más amplia, como antecedente para el que acaba de
dar a la estampa: "Presencia masónica en la Cisplatina", el que sería su
estricta continuación.
Quien busque en estos útiles y serios aportes históricos planteos de
corte teosófico u ocultista, o los característicos "misterios" a que nos
ha acostumbrado la "metafísica de supermercado" proliferante en
librerías aquí y en todas partes desde la década del setenta, mejor que
no los lea. Interesarán, si, a todos aquellos auténticamente preocupados
por el pasado nacional, ése que explica nuestro destino como país a
través de más de un siglo y las líneas que se proyectan fuertemente
hacia el presente. También a quienes —con gran inquietud intelectual—,
procuran conocer detalles concretos y preciosos en relación a la tan
mentada presencia de la francmasonería tanto en la Revolución Francesa
como en la emancipación de las colonias inglesas de América del Norte, y
también en lo acontecido luego de 1800 en la zona ubicada al sur del Río
Grande.
En "Masones y artiguistas...", Fernández Cabrelli llega a probar al
detalle la formidable incidencia de las nuevas ideas que sacudían a
Europa en la aldeana Montevideo del siglo XVIII, las que llegaban
fundamentalmente a través de la labor de los "Iluminados" (así se les
llamaba a quienes formaban parte de las logias que ya se constituían por
ese entonces a ambas márgenes del Plata). Muy detallada y valiosa la
referencia al papel protagónico que les cupo a los sacerdotes, tanto
franciscanos como del clero regular, en esta labor de agitación
ideológica, formando parte activa muchos de ellos de las actividades de
la masonería. Esto viene a rectificar el error histórico —fomentado
luego de que pasada la mitad del siglo XIX el papado condenara a la
Masonería, y además al socialismo incipiente, al liberalismo y a todo
progresismo— que lleva aún hoy a plantear por autores que se consideran
informados la contradicción esencial entre la condición de católico y la
de integrante de una logia masónica, lo que no fue tal incluso para los
tonsurados antes del anatema del "Sylabus".
Los volúmenes que nos ocupan evidencian el paciente rescate de
documentos, testimonios, papeles privados, e incluso firmas con un signo
de carácter masónico (muchas de las cuales se reproducen en contratapa
de "Masones y artiguistas..."). Además, como un elemento más para
confirmar —si duda cupiera— la seriedad de estos trabajos, en "Presencia
masónica en la Cisplatina" que hace poco circula en librerías, se
incluyen datos proporcionados por miembros de la actual Masonería del
Uruguay, los que se han manifestado complacidos con una labor que hace
justicia al papel protagónico de la "fraternidad" en aquellos
turbulentos años, pero que no es para nada apologética sobre la actitud
de los "Iluminados" a los que a la postre muestra en muchos casos
siguiendo sus intereses económicos y de clase en perjuicio de los
ideales aprehendidos en los "talleres" de las logias. En este mismo
sentido, también queda planteada, la utilización por Inglaterra de las
logias masónicas como piezas de su complejo ajedrez Imperialista. Y todo
esto no le quita méritos a lo que tuvo de "Iluminador" realmente aquel
trabajo de los "hermanos" masones por estas tierras, el que sale por fin
de la semi-penumbra para ser sometido —como corresponde— a la óptica de
la ciencia histórica que si por un lado relativiza por el otro permite
apreciar el accionar de los masones por fin alejado de esa bruma de
leyenda en la que hasta no hace tanto permanecía. |
