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Un libro que se abre lentamente. De los pocos, contados a los que siempre se vuelve como a la fuente limpia. Y el Canto a la alegría impregnándolo todo de vibraciones altas. Poco es lo que requiere percibir la armonía guardada en cada hora, el latido secreto del verdadero corazón del mundo. Por detrás del velo y de las máscaras de la vana estridencia del hartazgo de imágenes vacías, solamente las cosas esenciales en realidad nos colman nos integran a la simple certera maravilla. |
