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Aguafuertes de la Restauración
Alejandro Michelena

El primer gran auge de la localidad llegó junto a las tropas de la Federación Argentina que respondían a Juan Manuel de Rosas, y que secundaban a las del Brigadier General Manuel Oribe en el sitio a Montevideo. Comenzó entonces un período de urbanización, prosperidad y crecimiento del que pasaría a llamarse -por decreto de Oribe de 1849- Pueblo de la Restauración. En 1843 se habilitó el puerto del Buceo, que colaboró a transformar aún más al insignificante poblado al comunicarlo directamente con el mundo.

Se instalaron allí pulperías, boticas, tiendas de artículos varios, y además reñideros de gallos para solaz de la población. En el 49 se procedió al trazado de las nuevas calles de la villa; en el mismo año los arquitectos Fontgibell y Mayol comenzaron las obras del Colegio Nacional -actual Hospital Pasteur- y de la primitiva iglesia de San Agustín, denominada así en honor a la esposa de Oribe doña Agustina. Tampoco faltaron las tribunas periodísticas: en 1844 comenzó a publicarse El Defensor de la Independencia Americana, periódico que se hacía en la Imprenta Oriental, que estaba instalada en el saladero de Antonio Fariña. El segundo periódico del pueblo apareció una vez finalizada la contienda, y se llamó simplemente La Unión.

Varios cafés amenizaban las tertulias de aquellos largos años, cuando sitiados y sitiadores apenas si se oteaban desde lejos. El de Agustín Solari era el más notorio; se ubicaba en la calle Colegio (hoy Larravide). Pero había otros que ostentaban nombres bien simbólicos: Los Defensores de las Leyes, Los Federales.

Un centro urbano con tanta significación requería una adecuada conformación arquitectónica. A ese período de la Guerra Grande -no antes- se remontan los más viejos edificios de la actual Unión. Quedan algunos en el entorno de la plaza Cipriano Miró, y también por calles que van hacia el norte cruzando 8 de Octubre, como Lindoro Forteza. Uno de los más significativos emblemas edilicios es la planta baja del Hospital Pasteur, en la que se destacan sus tres puertas formando arcos y las altas ventanas enrejadas.

Alejandro Michelena

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