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Nuestra Señora de los Desamparados
Ing. Agrim. Hugo Mascheroni

 

Imagen original de la Virgen de los Inocentes, Mártires y Desamparados, Patrona de la ciudad de Valencia, España. Los sacerdotes de la Congregación de Jesús que se establecieron en 'La Calera' dieron su nombre a la estancia, convirtiéndola en Patrona de la misma.

La llamada 'Estancia de la Calera', recibió de parte de los Jesuitas el nombre de 'Estancia de la Virgen de los Inocentes Mártires y Desamparados', y más comúnmente era llamada 'Estancia Nuestra Señora de los Desamparados'.

El origen del nombre, se debe a la Virgen de los Inocentes, Mártires y Desamparados, Patrona de Valencia, España. El reverendo padre Jofré, de la Orden de los Mercedarios, asombrado del mal trato que recibían los discapacitados, niños abandonados y desamparados de Valencia, fundó una Cofradía que se transformó en el primer hospital para desvalidos en el mundo, hoy orgullo de la ciudad.

La Patrona de Valencia data de principios del siglo XV, cuando América todavía no era conocida por los españoles. El Rey don Martín, con ayuda económica, impulsó la obra en noviembre de 1409 y en 1414 lo hicieron el Papa Benedicto XIII y el Rey don Fernando de Aragón.

La Cofradía fue creada con fines benéficos y pronto fue labrada la venerada imagen de la Virgen que representaba la caritativa idea de sus fundadores. El historiador Escolano dijo de ella: "La imagen de la Virgen, cuya peregrina hermosura y extraordinarios hechos hacen aficionadísimos devotos" jamás ha podido ser reproducida con total fidelidad debido a su expresión, que encierra "alguna cosa sobrenatural".

El tamaño de la imagen original de la Virgen de Nuestra Señora de los Desamparados es de 1,70 m (un metro con setenta centímetros). Su hermoso y atractivo rostro expresa algo de compasión.  Tiene inclinada la cabeza como llamando a sus devotos a confiarse a su

protección. Tiene inclinada la cabeza como llamando a sus devotos a confiarse a su protección. En una mano sostiene una azucena y en la otra su niño que carga una cruz, símbolo de su destino. Su mágica mirada transmite la sensación de dulce madre de misericordia y protección.

Los inmensos beneficios que desde la antigüedad brotaron de su devoción y admiración, han recorrido toda Valencia, que la tiene por su Reina y Señora. España entera la adora con envidiable fe, y en América -donde fue venerada en su pasaje fugaz, es recordada del mismo modo pese al tiempo transcurrido, principalmente en Argentina.

Pascual Llopis dice: "En Valencia predíganse, como en ninguna ciudad del mundo, los santos asilos para los niños, que de ellos han menester y las sagradas instituciones, que divulgan a manos llenas los tesoros de la misericordia. Ella (se refiere a la Virgen de los Desamparados) es la única fuerza que desde principios del siglo XV, está impulsando todas las obras piadosas".

Varios Pontífices de la Iglesia Católica Apostólica y Romana, tales como Sisto V, Clemente VIH y Calixto III, aportaron su apoyo a la devoción de la Patraña de Valencia, concediendo indulgencias y bienes espirituales para todos sus seguidores. Urbano VIII levantó su altar privilegiado. En 1725 el Papa Benedicto XIII, con el rezo canónico de la Santa Imagen, consagró litúrgicamente para ella el título de "Madre de los Desamparados". También el Papa Pío VII elevó este oficio a rito de primera clase y León XIII la declaró Patrona de Valencia y todo su Reino.

El segundo domingo de mayo, es la fiesta de Nuestra Señora de los Desamparados y la ciudad de Valencia alcanza en esa celebración su más alto nivel de alegría, festividad popular y devoción a su patraña, con bailes populares, juegos infantiles, competencias deportivas, desfiles, procesión, fuegos de artificio, bandas, coros, música y alegría. Desde la madrugada del sábado la plaza de la Virgen y la Basílica se colman de gente que quiere tener un lugar preferencial para seguir los ritos centrales de la fiesta, como la "Missa de Descoberta", cuando se corre el telón que oculta la imagen, para hacer la presentación de la Virgen a su público. En ese momento la imagen comienza su participación en las festividades y se canta: "La patria Valenciana se ampara bajo tu manto, oh Virgen Soberana de las tierras del levante" (estrofa del Himno de la Virgen de los Desamparados de Valencia).

Las festividades del día sábado culminan en la noche con gran algarabía de bailes, cantos y música por toda Valencia, para dar lugar el día domingo en horas tempranas, a la "Missa d'Infants". El momento central de la fiesta es el traslado de la Virgen: al mediodía la imagen es sacada de la Basílica, para ser trasladada a la Catedral, distante unos 200 metros. La gente es atrapada por una enorme emoción donde todos quieren participar del traslado de la imagen o ubicarse en un lugar cercano y de privilegio para acompañar la procesión en su recorrido entre una y otra sede religiosa. La fiesta finaliza en horas de la tarde del domingo, luego de 40 horas de festejos y constante júbilo.

Al recordar a Nuestra Señora de los Desamparados, estamos apoyando un gesto válido de fe histórica, ya que recordamos con respeto y veracidad, acontecimientos que encierran una realidad indiscutible de nuestro pasado. Un pasado que olvidamos con frecuencia, pero que se encuentra a flor de labios de todos y cada uno de quienes aman las tradiciones de libertad, justicia y caridad que nos legaron nuestros antepasados, a través de hechos valerosos en defensa de una tierra que heredamos y que fue ocupada, poblada y querida por legiones de indígenas que muchos llevamos entre nuestros ancestros.

"Nuestra Señora de los Desamparados" forma parte indiscutible de ese pasado, poblado de acontecimientos que forjaron el origen de nuestra nacionalidad y todas sus manifestaciones sociales, laborales, industriales, culturales y económicas.

Ing. Agrim. Hugo Mascheroni Arnábal
La Calera
Nuestra Señora de los Desamparados
La estancia, su origen y sus puestos
Talleres gráficos de Impresora Oriental
Florida, octubre 2003

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