“Re- educándo –nos”
En el arte de vivir

Edith Martirena

¿Dónde estamos parados?

E - En relación al trabajo en equipo

“El carnaval  del mundo engaña tanto

que la vida son breves mascaradas

Aquí aprendemos a reir con llantos

y también a  llorar con carcajadas”

Murga Colombina Ché  2006

Ya no es posible ni deseable lo de “cada maestro con su librito”. Debe haber en todo grupo de educadores una transformación  en equipo y un trabajo en red. Ya tampoco la Institución como una “isla” por más paradisíaca que nos parezca..

 

Todo lo relacionado con lo “vincular” es fundamental en cualquier grupo humano .Alberto Ivern en su libro “Pedagogía de la reciprocidad” incluso exige poder ver al vínculo (a la relación misma) como “sujeto de la educación.

 

En los grupos institucionales frecuentemente se encuentran las relaciones  interpersonales  contaminadas por un elevado nivel de tensión. Las relaciones pueden estar marcadas por actitudes de competencia, interferencias en la comunicación, poca tolerancia a la diversidad, bajos niveles de gratificación personal procedentes de los alumnos, de las familias , de las retribuciones económicas recibidas o de los otros profesionales. Además cada docente tiene sus aspiraciones personales y profesionales, sus sueños, sus utopías, también sus puntos ciegos y su miedo a perder su individualidad en aras de lo grupal.

 

En general las personas trabajamos para conseguir las metas que deseamos, Al entrar en relación con otros, puede suceder que esa relación potencie o favorezca mis aspiraciones estableciéndose lo que  Sartre ha dado en llamar “relaciones de reciprocidad positiva”.

 

Pero las relaciones entre los profesionales de la educación no siempre son así, a menudo se ven aparecer conflictos internos que provocan gran incomodidad  y tienen distintas causas y consecuencias nocivas si además partimos de la base de que enseñamos más con lo que hacemos que con lo que decimos.

 

Sartre habla de “la noción de escasez” como una de las grandes motivaciones. Escasez entendida , como la limitación de cualquiera de los elementos que necesito para satisfacer mis propósitos, aspiraciones, para llegar a ser aquello que aún no soy. El resultado  es un sentimiento de “relaciones de reciprocidad negativa” donde los involucrados  sienten sus proyectos interferidos

 

La presencia de roles negativos representa una fuente permanente de interferencias en la cohesión de los grupos y en la eficacia de las tareas. Hay pues otro gran desafío para la educación y para los educadores en especial,  en cuanto a ser “Educadores por presencia” mostrando a niños, jóvenes, familias, sociedad , que se puede trabajar en equipo si se desarrollan determinados valores.

¡A dónde queremos ir en relación a los equipos de trabajo
“Si alguien te chista en las vueltas de la vida
y te da el beso más preciado y más profundo
es esa barra que reclama en cuerpo y alma
sencilla flor para los ojos de este mundo
Alquimia..alquimia”.

Murga Contrafarsa 2000

En varias de sus obras Michael Foucault, citado por Alberto Ivern en “Hacia una pedagogía de la reciprocidad”, advierte que al enfocar un objeto de conocimiento o una situación, son más los aspectos que dejamos de lado que el área que focalizamos, porque todos tenemos “puntos ciegos” que no podemos o no queremos ver. Y usa esta metáfora: ".Cada uno en nuestra frente, solemos tener una de esas linternas que llevan los mineros para explorar en medio de la oscuridad. Esa linterna, ,esa luz, de nuestros saberes, de nuestros puntos de vista, de nuestras creencias, nos permite iluminar solo un aspecto , aquel que más nos interesa de acuerdo a nuestra historia, a nuestras verdades, a nuestras circunstancias y así explicamos a los demás lo que vemos. Si entra otro minero, mirará con su luz desde otro lugar y nos trasmitirá su punto de vista. Lo mismo sucedería si entraran otros. Así , casi inevitablemente se produce un entrecruzamiento de rayos, es decir de modos de ver, de ideas de describir, los variados aspectos del lugar o de la situación. Ese entrecruzamiento produce a su vez un resplandor, una luz que ilumina algo más, algo en lo cual ninguno hubiese reparado desde el propio esfuerzo solitario de mirar solo con su luz"

La necesidad de desarrollar un sentimiento de confianza básica entre colegas es indispensable. Cuando se produce todo funciona mejor y de una forma disfrutable y armoniosa para trabajar.  Cada docente pude ponerse en contacto o tomar conciencia del modo en que tiende a vincularse con los demás compañeros de equipo. Siempre es posible que cada uno solo o con ayuda , haga un esfuerzo de autoanálisis – m´s que de análisis de los otros- y se de cuenta de lo que acostumbra poner “a priori” en las relaciones con los otros y con él mismo

 

Otra virtud a desarrollar en los equipos  es la tolerancia. La “Tolerancia” descansa en el convencimiento de que nadie tiene el monopolio de la verdad.. Mostrarse tolerante con los compañeros de trabajo y ser respetuoso de la diversidad resulta imprescindible para lograr que las relaciones en los equipos sean suficientemente satisfactorias y gratificantes para todos.

 

Con más frecuencia de la que podemos suponer , muchos de los conflictos que estallan en los equipos, son luchas de poder. Bloquear un grupo, descalificar, llamar la atención. Son algunas de las manifestaciones de esta lucha. No se debe temer poner sobre la mesa los conflictos, ya que si no se encaran y resuelven de manera adecuada, pueden ser causa de males peores.

 

Los individuos comprometidos y “crecidos” trabajan en colaboración. La gente responsable no cae en las trampas de al superioridad o de la inferioridad. Hay quienes interpretan la responsabilidad como una carga, generalmente son los que se ponen en primera fila cuando se trata de sus derechos.

 

¿Dónde estamos parados?

 

F - En relación al alumnado y las familias

 

“La familia es el ámbito primario de emergencia y constitución de la subjetividad, es el escenario inmediato de nuestros primeras experiencias, de los protoaprendizajes. La familia es escenario e instrumento de nuestra construcción como sujetos y de la  conformación  de un entramado social más amplio que condiciona las relaciones entre los individuos. La familia en tanto sistema, tiene rasgos universales o compartidos con otras pertenecientes al mismo orden social; sin embargo como estructura interaccional-escenario de una dialéctica entre sujetos-se desarrollan en ella, procesos únicos, irrepetibles y peculiares”     

Pichón Riviere.  

Generalmente cuando uno se hace ese tipo de preguntas trascendentes, como en este caso ¿qué es ser padre/madre hoy? O ¿ a qué llamamos familia?, dudamos de nuestras  propias respuestas, porque hay tanta diversidad de criterios que emergen de la realidad que vivimos, que normalmente nos sentimos “inseguros de nuestras certezas”. Por eso es bueno confrontar “con y junto a otros” tanto para reafirmarnos en nuestra posición como para ampliar nuestra mirada. Hoy se manejan muchas definiciones de lo que consideramos “familia” según el aspecto que tomemos en cuenta y lo cierto es que hay tantos modelos familiares funcionando simultáneamente que sería casi imposible hacer una definición general o una clasificación esquemática

Una que me parece muy adecuada al momento es la de Raquel Vidal, que aparece en su libro “Conflicto psíquico y conflicto familiar”: “una familia es un sistema abierto que incluye una estructura organizada de individuos, con vínculos más o menos estables, que implican relaciones sexuales entre los esposos y prohibidas entre los otros miembros, unidos por necesidades de supervivencia, pertenencia, identidad, bienes afectivos y que comparten, un cierto trecho de historia, una dimensión témporo- espacial de cotidianeidad, un cierto futuro y  códigos singular. El interjuego de roles, funciones y tareas, los sistemas comunicacionales,  los sistemas de poder,  el conjunto de necesidades   y representaciones,  recorren esta estructura    grupal que llamamos:  familia.”

Por mencionar otras interesantes :

La de Ana Quiroga : “todo grupo familiar tiene una trama argumental inconsciente que es la forma dramática en que se da la mutua representación interna de cada integrante. En esa trama argumental se encuentran y se confunden el pasado y el presente y determina la adjudicación de roles.”   

La escuela Lacaniana considera que el ser humano está determinado por una serie de circunstancias anteriores a su `propio nacimiento donde se conjugan muchas historias, especialmente la de sus padres.

También para algunos grupos espirituales, la familia es un conjunto de almas oriundas de una misma fuente divina, y nacieron y están allí porque tienen algo que aprender juntos. 

Pero recordemos que todo sistema familiar está además atravesado por la cultura en el que está inmerso y mantiene interacciones con múltiples contextos: los amigos, ámbito laboral, barrio, instituciones donde reafirma o puede ensayar otros roles. 

Así en un nivel profundo , donde la familia es más auténticamente familia es en su complejidad, que incluye sus fortalezas y debilidades.   Porque cada familia tiene una historia y una geneología compleja y una red de personalidades impreviscibles: abuelos, tíos, primos....con épocas felices y otras de tragedia... con momentos que los enaltecen y otros que esconden oscuros secretos. 

Nunca estamos preparados totalmente para la sorpresa de lo desconocido que representa un ser humano; nunca podremos saber lo que será ese ser engendrado entre dos seres, cada uno con cientos de acompañantes vivos o muertos.. 

Siguiendo a Raquel Vidal en el libro antes mencionado “El sistema parental cumple con sus funciones, cuando es capaz de transmitir a cada hijo que es un ser singular, que tiene un valor, una identidad sexual, una pertenencia a su familia y al conjunto social; sistema donde se aprende del poder y de la autoridad, de lo permitido y lo prohibido. Son necesarias de parte de los padres, acciones de amparo, protección, educación, socialización, orientación de los hijos, códigos valorativos, formativos y de significación”. 

Nos confirma Francoise Dolto: “Cuando un hijo nace es él quien nos convierte en padres .Uno piensa en un bebé..y ahora se trata de un ser humano...un varón o una niña- que crece, que abre horizontes, porque un hijo siempre plantea nuevas cuestiones. Y esto es lo que hace evolucionar a la pareja. Un hijo al nacer aporta a sus padres nuevas formas de maduración , de transformación; con el hijo los padres cambian y no siguen siendo iguales a lo que eran en el momento que lo concibieron”. 

Según Mercedes Garbarino, en su libro “Psicoanálisis y Comunicación en la familia”: el grupo familiar constituye una totalidad en la que cada uno de sus componentes tiene un lugar o unción que cumplir. Cada cambio que se produce, en el sentido de aumentar o disminuir sus partes, provoca u n movimiento de reestructuración del todo que es el grupo”

En esa compleja red social en que vivimos, donde muchas veces nadie sabe muy bien el rol que ocupa, los docentes responsabilizan a las familias de la confusión y las familias a las Instituciones y a los docentes. 

En el desempeño de la que fue mi profesión y en mi vida personal he trabajado y conocido muchos hombres y mujeres que bajo una apariencia amorosa eran intolerantes, poco amorosos, violentos. . También he trabajado con familias que continuamente se acercaban a preguntar, plantear, interesarse por mejorar la forma de relacionamiento y de comunicación con los hijos, que casi siempre derivaba en cómo era la comunicación entre ellos. 

Es más frecuente de lo que creemos que la vivencia de la familia se de en dos niveles: la fachada de felicidad y normalidad y una escondida realidad de malos tratos y locura
 
Hoy, especialmente las parejas de clase media, acuciadas por las profesión, el trabajo, la situación económica, la realización personal, hacen cálculos de todo tipo para procrear un hijo. No digo que esté mal tener sentido de realidad, pero no hay que olvidar algo básico: para engendrar un ser con posibilidades de ser feliz debe ser deseado y fruto del amor y no del cálculo y si lo es del “imprevisto” debe ser querido y recibido como una bendición por esa pareja. 

De acuerdo a las definiciones aportadas y a las reflexiones posteriores, la familia debería ser la educadora por excelencia en la formación para la vida, ya que son los que estarán como referente permanente de la evolución de ese ser. 

Incluso les compete como un punto esencial el de elegir qué tipo de educación formal quieren para sus hijos. Yo, personalmente y como Directora de un Institución vi en reiteradas ocasiones dejar en manos incluso de niños pequeños la elección de cual escuela “les gusta más”. O adolescentes decidiendo los cambios institucionales por decisión y argumentos propios de un adolescente, sin fundamentos de un compromiso que los padres deben asumir ...aún en el error.

Según Retrepo en su libro “El derecho a la ternura” “la pareja hoy está presionada por las exigencias de mantener una creciente e ininterrumpida eficacia en la relación sexual y erótica; obligados simultáneamente a defender la dependencia afectiva y mantener la independencia personal en el plano de la autorrealización y la vida social, compelidos a asumir igualitariamente la cogestión económica, sin olvidar los derechos de género, quedando entonces la mayoría exhaustos, tendidos en el campo de batalla, sin avanzar de una manera sólida en la construcción de una relación íntima gratificante. La vida con intimidad es uno de los retos más grandes del mundo contemporáneo. Homo y heterosexuales parecen enfrentar las mismas dificultades, ser una cultura con una alarmante “analfabetismo afectivo” 

Porque en eso de comprendernos mutuamente, otra de las exigencias que debe resolver hoy la pareja y la sociedad toda, es la batalla de los sexos. Antes el matrimonio era una relación desigual, pero donde cada uno sabía lo que le correspondía hacer. Hoy la feminización de los espacios cruza la dinámica conyugal, creando un conflicto de género, porque nadie sabe bien que le corresponde hacer. 

Por lo general los padres tienen muy poco tiempo y paciencia para educar a los hijos en el hogar, excepto cuando éstos son bebés. Luego los envían a escuelas de tiempo completo o a internados, derivando la educación de sus hijos a otros. Por lo tanto las Instituciones educativas, llegan a ser el hogar de niños y adolescentes y los educadores se convierten en los padres, con toda la responsabilidad que esto implica. 

Nos afirma Alicia Fernández en su libro “Poner en juego el saber”, que está comprobado que los padres que no logran participar activamente del cuidado corporal de sus hijos bebés (cambiándoles pañales, bañándolos, dándoles de comer) encuentran más dificultades y a veces está inhabilitado para posicionarse como enseñante. Enseñar es poner en juego el saber y esto se hace desde el cuerpo ,con una relación amorosa de ternura . 

La buena disposición del niño para el aprendizaje, según Daniel Goleman en su libro “La inteligencia emocional” depende de que llegue a la Escuela con estas cualidades: confianza, curiosidad, intencionalidad, autocontrol, capacidad de relacionamiento, de comunicación y de cooperación. Esto lo logran padres que tienen esa capacidad para “Trabajar y trabajarse” ellos mismos 

La situación de tensión que viven los padres y que en la mayoría de los casos no resuelve amorosamente, sino que terminan o lo que es peor siguen , pero sintiéndose 1mal , los hace vivir en relación con sus hijos con muchas culpas. Esto provoca que muchos niños y jóvenes se conviertan en pequeños tiranos, que bien tempranamente aprenden a manipular con los afectos y a sacar los mejores réditos en el poder sobre sus padres. 

Así vemos – y lo reitero porque es una situación bastante común en esta época y que produce un gran daño a todos y en muchos aspectos - niños pequeños que eligen a qué Jardín quieren ir, a adolescentes que deciden ellos cambiarse de liceo simplemente porque les gusta un chico o una chica o porque no les gusta un profesor y se acostumbran a deambular por las instituciones, sin desarrollar el valor del compromiso ni con sus docentes ni con sus padres. 

Los padres evitan discusiones en el poco rato que están con sus hijos, perdiendo el rol y al concederles todos sus deseos sin confrontaciones, inhiben entre otras cosas, el desarrollo de toda capacidad de frustración y de respeto por sus docentes e incluso como un bumerang por sus propios padres 

A su vez en los docentes y en las Instituciones ocurre al revés . Sintiéndose frustrados por no poder retener a su alumnado, van decayendo en autovaloración de su propia propuesta educativa. 

Avanzar hacia una relación de confianza mutua; hacia una reciprocidad requiere, por una parte, poder ver al “vínculo” (a la relación misma) como “sujeto de la educación”, pero también trabajar padres y docentes la diferencia de este nuevo enfoque respecto al tradicional y los cambios que se han producido en la sociedad.. La reciprocidad no se reduce a una metodología de estudio, a una estrategia de enseñanza, sino que es una llave de entrada para todos (padres, alumnos, docentes) a la educación..                                                                                                        

Los docentes actuales se encuentran pues con un contexto problemático, ya que no sólo deben conocer las competencias de sus alumnos y los contenidos que serán objeto de enseñanza, sino que deben asumir la contención de muchas familias derivados de la vorágine culposa en la que viven y porque los hijos se les escapan de todo control .

Hacia dónde queremos ir en relación a las familias

Tantas son las historias

con las que te encontrás

que al final la vida te va a enseñar

que extraña es la felicidad

Hay tantos locos lindos

que nos muestran que hacer

hay tantos laberintos por descubrir

hasta encontrar lo que querés

 Murga Contrafarsa 2000

Es fundamental con las familias el entrar en un proceso de colaboración mutua que se irá dando naturalmente: si confían en nuestra tarea, si logramos mostrarnos investidos de autoridad y probidad moral frente a ellos y a sus hijos. Si saben que sus hijos están con profesionales en permanente formación, si estamos abiertos verdaderamente a una actitud comprensiva y no a la defensiva o en actitud de ataque.

Una buena comunicación interpersonal, el manejo de la agresividad y la “puesta de límites” no son sólo necesarios en relación a los niños y los jóvenes, rige también para la relación entre adultos. De poco serviría que estimuláramos la formación de esas cualidades en los alumnos si ven a sus padres y a los docentes en una guerra de poderes, desautorizándose unos y otros.

Para que una comunicación interpersonal sea gratificante y de crecimiento para unos y otros, es necesario que los educadores promovamos y “hagamos carne” en nosotros mismos ciertas cualidades que ofician como “facilitadores” y tener en cuenta que hay factores que ofician de “inhibidores”.

Aclaro que este punteo que haré en relación a la comunicación con los padres, vale también para el fortalecimiento de otros vínculos significativos ( entre compañeros de trabajo, amigos, etc)

Son factores facilitadores:

Capacidad de escuchar al o a los otros y que realmente el/los otros se sientan oídos. Dicen que se escucha con los oídos y se oye con todo el ser. Desde las tradiciones más antiguas se sabe que el sonido atraviesa todos los canales físicos y vibra en nuestras células, de tal forma que nos hace cambiar los estados anímicos . De ahí el poder de los antiguos mantras y cantos trivales que se usaban como sanadores. Hoy estamos rodeados de ruidos, internos y externos. Por eso la verdadera audición comienza con el silencio. Primero evidentemente externo (nadie se puede sentir escuchado si él o los otros están en otras cosas a mismo tiempo) o sea que debe haber una “actitud visible de escucha” . Pero también, para poder realmente escuchar lo que el otro tiene para decir, debo intentar detener mi propio discurso interno. Ese puede ser el comienzo de un buen vínculo.

-Tratar de comprenderlos. Comprender no quiere decir compartir y mucho menos renunciar a nuestra mirada si es diferente a la que la familia plantea. Tiene más que ver con el desarrollo de un “amor compasivo”, en el entendido que cada uno está haciendo lo mejor que puede de acuerdo a su situación. La comprensión-compasión no es un sentimiento menor de lástima. No es pasivo, sino extraordinariamente activo, porque nos lleva a analizar cuidadosamente y no a criticar destructivamente. Es algo así como “poder ponerme en los zapatos del otro”

-Habilidad para “ser la que soy” realmente y disfrutar confiando en la autenticidad de los demás que sin duda tendrá propuestas , inquietudes y respuestas diferentes a las mías . Para eso se necesita de un pensamiento flexible, abierto, habilitante. Si se genera una actitud de sinceramiento, se abre un espacio de libertad sicológica en que ambas partes pueden expresarse, sentir y decir

-Libertad para “dar y recibir” .El “pensar y/o sentir juntos”” que no quiere decir pensar o decir lo mismo enriquece las miradas sobre cualquier cuestión. Claro que para que esto se produzca , debe darse primero la cualidad anterior de confiar en la autenticidad de ambas partes y tener tolerancia a la frustración ya que muchas veces “daremos” sin aparentemente recibir nada o siendo mal interpretados como invasores.

-El humor es crucial- El sentido del humor colabora en el momento de enfrentar una situación conflictiva, para poder hacerlo con mayor distensión. Una sonrisa , una broma a tiempo justo, puede más que muchas palabras. Desarrollar cierta habilidad para desdramatizar los conflictos o relativizarlos, permite una mayor apertura inicial para trabajarlos con menor presión.

-Aceptar que todos necesitamos ser aceptados , queridos y reconocidos tal cual somos como punto de partida. La circulación y expresión de los afectos es fundamental en lo vincular

Son inhibidores de una buena comunicación...se podría decir que todo lo que vaya en contra de lo expuesto anteriormente. Pero no por obvio dejaré de explicitar los más importantes:

La existencia de prejuicios , que se traduce para empezar en no poder oir al otro y luego en actitudes de rechazo, burla o negación

-Una excesiva necesidad de aprobación como poseedor de la verdad, poca tolerancia a la frustración

-Demasiado miedo a perder el control de las situaciones que en general conducen a una actitud autoritaria que reprime la posibilidad de cualquier crítica

-Una excesiva presencia de conflictos

- La inhabilidad para dar y para recibir o un cierto desequilibrio entre ambos 

Por eso lograr un equilibrio creativo con las familias: entre una comunicación gratificante que habilite a planteos, iniciativas y propuestas de ambas partes ,para obtener un espíritu de colaboración y ciertos límites institucionales, profesionales y personales que deben respetar es una tarea bien difícil, especialmente para quien dirige la Institución , porque además de lograr esto con las familias, debe hacerlo con el personal a su cargo. 

También resulta difícil lo contrario. Como docente saber ir hasta el punto justo, sin interferir o violentar con una crítica demoledora o sutil, el estilo y forma de vida elegido por cada familia .Considerar con los padres, solamente aquellos aspectos de la vida familiar que interfieren con el aprendizaje del hijo/a

Tratando de sintetizar una cuestión que es bien compleja- Cuando logramos ser “buenos y confiables colaboradores” – familias-educadores- institución – todos salimos beneficiados. 

Lo propio del ser humano es aprender “de y con otros”. Nuestro mejor maestro es la vinculación intersubjetiva con otras conciencias. Aprender a discutir, a refutar, a justificar ,a valorar lo que se piensa o piensa el otro, debería ser parte irrenunciable de cualquier proyecto educativo.

Como educadores de oficio, deberíamos continuamente preguntarnos ¿qué podemos aprender “de y junto” a cada familia en el proceso de humanización de ese hijo/a que compartimos en un tiempo y en un espacio concreto?

En próximas entregas irá el "Cómo ir" a los aspectos analizados.

Edith Martirena
Una entrega de "Re-educando-nos" en el arte de vivir

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