Un lápiz travieso
Marta de Arévalo

Un lápiz travieso un punto trazó.
El punto al momento alegre corrió.

Se hizo una línea derecha y muy recta:
¡en blanco papel una negra saeta!

Quebrada, formó uno, dos y tres ángulos_
audaz equilátero, nació un triángulo.

Mas, la energía del punto contento
puso a girar el mismísimo centro.

Tu ojo mirando la línea al marear
descubre la curva de una espiral.

Y un círculo exacto se definió
cuando el punto de bailar se cansó

y se derritió. Los puntos del borde
descontrolados girando en desorden

soltaron sus manos y se alinearon
en cuatro rectas formando el cuadrado.

Cuando las figuras se repitieron
se enamoraron y algunas quisieron

estar siempre juntas. Y que lánguidos
cuadrados leales formaron rectángulos.

Sonámbulos triángulos, los dos celosos
juntas las bases formaron un rombo.

Y sólo el círculo de tan perfecto
se quedó siempre, solo y afecto.

Marta de Arévalo
De "Trinos en el jardín” 1987

Ir a índice de Rincón infantil

Ir a índice de    Marta de Arévalo

Ir a página inicio

Ir a mapa del sitio