octubre 8
Marta de Arévalo

miércoles en casa
armar almuerzo tragar sin ganas
una carne sosa una manzana
y una taza de café que te recuerda
los platos se limpian enseguida
y después diáfana y lenta
la tarde entera para morir
mientras te siento en mí

el perro entra se echa
a mis pies en su felpudo
me mira presiente talvez
mi soledad mientras
sus ojos tiernos dicen
muchas cosas
tal vez piensa
su espíritu animal

toda la ternura que ahora tengo
mi perro la casa silenciosa
luminoso el jardín
tras la ventana inmensa
adentro mis pinceles
en su marco tu retrato
y esta memoria terca
girando en noria gris

y de noche soñaré contigo
como si no te hubiera tenido
todo el día entre esta ausencia.

Marta de Arévalo

De “Gracias por la ternura”
(Carta para él)
Publicado en Montevideo, 1989

Ir a índice de poesía

Ir a índice de    Marta de Arévalo

Ir a página inicio

Ir a mapa del sitio