Hombre I
Angustia

Marta de Arévalo

Vuelta ceniza al fuego de tu tacto
espiga reseca en la sombra de tu aliento
vuelta de piedra
vuelta de infierno
me persigue ya no dulce
- perdida entre querellas - tu caricia.
Y hondo deseo me sube entre centellas
de otra que concibo intacta
caricia etérea.

Voy desgarrada por la antigua ausencia
con que hirió tu egoísmo mi constancia
y herida a cuchillo candente y a tenaza
voy cantando mi agonía
por un otro hombre de acero.
Hombre de mieles 
que me daña y canta.

Yo no sé si Dios ha muerto.
Por aquí
hace mucho que no pasa.

Marta de Arévalo
De "Juego terrible"
Escrito en 1986 - Editado en 2002

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