El tiempo, la extensión, la eternidad
o
El enorme yo - yo 
V
Juan de Marsilio
Cuando 
tras tres trillones 
de años de Purgatorio 
(merced por la que estoy 
agradecido desde ya, 
en clara conciencia 
de merecerme algún castigo 
un poquito más duro que el Infierno)
cuando tras tres trillones etc., decía, 
me quepa el honor infinito
de ser el último penitente 
en concluir su condena en el Gran Correccional, 
el Cielo me dará 
por tarea en Su servicio 
la de encargarme del mantenimiento 
de las instalaciones 
y hacer de portero y guía 
para las almas venturosas 
que de martes a domingo 
irán allí de paseo 
para maravillarse 
de la misericordia del Señor.

Mi día de descanso 
serán los lunes y los pasaré 
en el Paraíso 
que habrá para mí de ser 
tan maravilloso como 
pudiera ser el Paraíso 
los lunes.

Pero la séptima parte 
más deslucida de la Gloria eterna 
es eterna y es Gloria, por lo que yo 
ya lo estoy festejando 
con más alegría 
de la que en este cuerpo cabe.

Juan de Marsilio

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