El Rostod profundo
Santiago Manssino Young 

En el Mundo entero se reconocen los poemas y cuentos de Leonard Rostod por su brutal simbolismo y las repugnantes situaciones que en ellos se describe. Pero, como se sabe, los finales de estos relatos y poemas tienen un toque de esperanza.

Rostod es un autor más bien optimista y no pesimista. Como Riss dijo "Rostod creé en la justicia" . Esto se deduce revisando su obra y sus dichos, yendo más allá de las simples anécdotas que relata en sus cuentos. Es por medio de estos y de su finales que deja traslucir su visión del mundo; siempre hay justicia, a la larga o a la corta.

Revisemos ahora los temas recurrentes en la literatura de Rostod. Evidentemente, los temas que lo obsesionan, como dijo Sornad: "son las historias de enanos, de doncellas violadas y los relatos sobre peruanos perdidos en el Everest que se encuentran con el Yeti, también llamádo abominado hombre de las nieves". 

Casi no escribe de otra cosa, salvo en el cuento "Gotan con la Mona Chita", relato extraordinario de su libro "Raros pero orgullosos". En esté cuento Trazan descubre que nació en Tacuarembó y va a conocer su lugar de origen. Allí se entera que su hermano fue un cantante famoso en todo el Mundo y le da pena no haberlo conocido. Finalmente la civilización lo cansa y se vuelve a la selva, pero se lleva muchas fotos de su hermano y un bandoneón con el que toca "La Última Curda" cuando se emborracha.

En otro orden de cosas, hay que decir el amor casi no es tenido en cuenta por Rostod. Solamente tiene un poema que habla de amor. Se trata del famoso poema "Amor juguetón", que aquí transcribimos:

Hay una relación entre la obsesión de Rostod por los enanos y este poema. La relación esta, evidentemente, en el verso "tu enana pasión", del que se deduce que el poema esta dirigido a una enana. Es casi seguro que Rostod estuvo enamorado de una enana y que de allí surge el tema principal de su producción literaria sean los enanos.

Además, "Amor juguetón" no es el único indicio de que Rostod haya amado a una enana en su juventud. Su biógrafo, Jhonatan Bryce, escribe en el libro "Rostod y la luna" lo siguiente: "cuando yo conocí a Rostod ya escribía sobre enanos y era novio de una mujer perfectamente normal, pero cuando mencionaba a los enanos le notaban un brillo en los ojos, con una emoción que venía de la profundidad de su alma. Nunca me confeso nada, pero yo creo que su obsesión por los enanos no es casualidad. El debió amar a una enana en su juventud y tal vez esta provocó el poema "Amor juguetón". Ahora, de algo estoy seguro; nunca dirá si este amor existió o si es solo un rumor" 

Creo que es evidente que Rostod alguna vez se enamoró de una mujer pequeña y que de esto resultó sus continuas historias de enanos. Menos mal que fue así, si no nunca hubiera existido su maravillosa obra.

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