La perseguida hasta el catre
Ana Magnabosco

PARDA - Realismo, resignación

 

MIMI  - Seducción, vitalidad.

 

MAMA  - Víctima, victimaria.

 

PERSEGUIDA - Compendio de las anteriores.

 

 

Los personajes mantendrán su ESENCIA, a través de los  diferentes papeles a representar. Los monólogos de la PERSEGUIDA,  oficiarán de  hilo conductor permitiendo los cambios de los demás  personajes.

 

ESCENA 1   - El parto. Nace la Perseguida.

 

PERSEGUIDA - Niña.

 

ESCENA 2   - Entre amigas.

 

PERSEGUIDA - Niña grande.

 

ESCENA 3   - La menstruación.

 

PERSEGUIDA - Los quince.

 

ESCENA 4   - La estética.

 

PERSEGUIDA - Señorita enamorada.

 

ESCENA 5   - La primera vez.

 

PERSEGUIDA - El casamiento.

 

ESCENA 6   - Las tres.

 

PERSEGUIDA - La maternidad.

 

ESCENA 7   - El hombre ideal.

 

PERSEGUIDA - La menopausia.

 

ESCENA 8   - La soledad.

 

 

 

Al  iniciarse la acción, el espacio escénico estará  surcado  por varias cuerdas con parrales y ropas. Los elementos  escenográficos serán traídos a escena por las actrices. Con música de fondo de canciones infantiles: " Arroz con  leche", etc.  entra  la MAMA con un embarazo  exageradísimo,  arrastrando entre jadeos una mesa y varios banquitos. MIMI trae un tocador con su butaca y entre contoneos de  vampiresa, un perchero con todo el vestuario. Se probará alguna ropa con poses frívolas, mientras la MAMA sacude con un trapito, al tiempo que  se sostiene la panza, suspirando con cara de víctima.  Luego recoge  la ropa colgada. Entra la PERSEGUIDA caracterizada en  su primer papel: la NIÑA. Las observa, se sube a un banquito y dice: Las mujeres no hemos tenido un papel, sino un trapo en la  historia.  LA MAMA sale con un suspiro, jadeando casi oculta  bajo  el brazado de ropa.   MIMI  se  retira no sin antes dedicarle una sonrisa  de:  callate  estúpida.  La  NIÑA  la observa y dice: También las mujeres hemos  hecho  la  historia  del  trapo.  Y a veces armamos  cada  historia  por  un  trapo...   Extiende  una  sábana blanca sobre la mesa y antes  de  retirarse hace la señal de: !Ojo!  Caen fuertes acordes de música trágica.

 

   

 

ESCENA 1.

EL PARTO - Nace la Perseguida.

 

MAMA  -  (Mezclando  comentarios muy calmos  con  aullidos)! Ay! Auxilio,  socorro... no  puedo más, ay! (Observa y  comprueba  que nadie viene)

Esto  debe ser la sala de partos. (Mira un cartón con un  número, que trae colgando al cuello y se acuerda del dolor) !Ay, ay,  ay, que  ya nace por favor! Ay, ay , ay... (Se mira entre las  piernas como  si  fuera  a aparecer el bebé)  !Socorroooooo!  (Ensaya  el jadeo)  Ah,  no...a mi no me agarran más. (Le habla a  la  panza) !Hijo único vas a ser! (Alarido espantoso) !Ahhhhhh!

 

MIMI - Enfermera.

(Taza  de  te en mano, toma tranquilamente  mientras  espera  que finalice el alarido) Un poco de paciencia mi querida. Una también tiene  que  alimentarse. (Sale diciendo) Doctor, hoy  le  toca  a usted ir a comprar los bizcochitos.

 

MAMA -

(Paralizada  al ver el poco interés de MIMI, retoma  el  alarido, aullando y tirándose el pelo) !Auuuuuu!

 

 

PARDA - Enfermera.

(Muy enojada) !Un momentito mi querida, eh?! !Nada de  escándalos aquí! !Esto es un sanatorio, no la perrera! (Con maniobras  rápidas  y  bruscas,  le levanta los brazos, le obliga  a  abrir  las  piernas, imitando un cacheo policial y le indica la mesa) !Suba!

 

MAMA -

!Ay, no puedo. No puedo moverme...si me muevo se me sale...Ay!

 

PARDA -

(señalando el suelo) Bueno, que salga...dele...así no  ensuciamos la mesa.

 

MAMA -

(Aulla enloquecida)

 

PARDA -

(Grita más fuerte) !Suba ya!

 

MAMA -

(Tratando a duras penas de subir a la mesa) !Ay, me muero...no ve que me muero?!

 

PARDA -

(Mirándose las uñas) Si, si...todas dicen lo mismo. !Suba de  una vez!

 

MAMA - (Aulla)

 

PARDA -

!Cállese y no me enloquezca! Abra las piernas. !Ya!

 

MAMA -

(Las cierra apretando las rodillas) !Ahhh!

 

PARDA -

(Con fuerza exagerada intenta abrirlas) !Abra! (Con voz ronca por el esfuerzo) Vamos mijita que no tengo todo el día! !Relájese ya!

 

MAMA -

(Jadea respirando exageradamente)

 

PARDA -

!No respire!

 

MAMA -

(Junta aire hasta inflar las mejillas)

 

PARDA -

Ya está la cabeza afuera.

 

MAMA -

(soltando el aire de golpe) !Ahhh....!

 

PARDA -

(furiosa) Pero qué me hace? Qué quiere, que nazca?

 

MAMA -

(Pujando) si, si, si, si, si.

 

PARDA -

!Momentito mi querida, no respire! !Muéstreme el número!

 

MAMA -

(En hilo de voz) Ay...no se donde lo puse...

 

PARDA -

(Buscando  con brusquedad) Si, si, todas dicen lo mismo.  !Arriba la cola! (Mamá, levanta los brazos. Parda busca debajo de  nalgas y  espalda entre los ayes de la parturienta) !Arriba los  brazos! (Mamá levanta la cola y se repite el juego anterior,  hasta  que Parda  encuentra el número) !No me respire le dije!  (Observa  el cartón  con  aire de venganza, mientras la otra  se  infla  hasta estallar) Así que el setenta y ocho? Usté me queráa pasar a mí? A mí nada menos? Y a la hora del té?

 

MAMA -

No...si yo...Ahhhhh!

 

PARDA  -

!Basta  de  quejiditos!  !Recién vamos en el  cuarenta  y  cinco! !Bájese de ahí y no me haga perder el tiempo!

 

MAMA - !Ay, no puedo, ay! (Estira un brazo en señal de ayuda para incorporarse)

 

PARDA -

Bájese,  ya!  (Se limpia las uñas con el termómetro)  Lo  hubiera pensado  antes, mijita...bien que les gusta divertirse y  después me vienen a joder acá!

 

MAMA -

(Alarido imparable)

 

MIMI - enfermera.

(Entra  masticando) Qué esperás, ché? Vení que los pan con  grasa están calentitos.

 

PARDA -

A que se baje, espero. Tiene unos mimos, mirá.

 

MAMA -

!Ay,,Ay que nace, ya nace...auxilioooooo!

 

MIMI -

(Masticando con un bizcocho en la mano) A ver mi queridita...

 

PARDA -

Pero qué hacés?

MIMI -

Le doy bola, así se tranquiliza y no jode.

 

PARDA -

Hay veintitrés delante de ella. !Bájese ya!

 

MAMA -

No puedo, no puedo...no puedo máaaas!

 

MIMI -

Pero ché...lo tiene afuera...haga fuerza como para ir de  cuerpo, mijita.

PARDA -

(Furiosa) Te volviste loca?

 

MIMI -

Pero si ya está afuera el morochito...

 

PARDA -

(Metiendo  un brazo entre las piernas, toma postura como  apoyada en la cabeza del bebé) !Se respeta el orden! (A Mamá) !  !Sostenga, no respire, no respire!

 

MAMA -

(Se contrae, como si le metieran el bebé para adentro, de aquí en más sólo emitirá  ruidos guturales)

 

MIMI -

(Boca  llena con todo el bizcocho, tono de secreto) Mirá que  te puede meter un juicio.

 

PARDA -

Ah, si? Y las otras veintitrés? Seguí vos que se me acalambró  el brazo.

 

MIMI -

(Rapidamente  toma  el lugar de Parda, aguantando la  cabeza  del bebé, sacando otro bizcocho del bolsillo) (A Mamá) Este quiere  y quiere, eh? Como empuja, eh?

 

PARDA -

Ningún juez va a venir a decirme nada, porque estamos en la  hora de  descanso. Si el Toto organizó mal la guardia es  problema  de él. Qué, no tengo derecho yo a un te con bizcocho?

 

MAMA - (Con  gran  esfuerzo para retener al niño)  Yo  soy...prima...del cuñado...del hermano del Toto.

 

MIMI -

No hable que se le sale, mi querida. De qué Toto?

 

PARDA -

Del Toto Gómez? El administrador de la mututalista?

 

MIMI -

Pero haberlo dicho antes, mi querida. !Yo soy íntima del Toto!

(Saca  el brazo al tiempo que se apaga la luz y se oye el  llanto del bebé)

PERSEGUIDA - Niña.

 

(Se  enciende  un foco sobre ella. Trae una muñeca de  trapo  que cada tanto revienta contra el piso.)

Esa era yo cuando estaba naciendo. (Tono de poesía escolar)  !oh, qué  hermoso  es nacer! !Ah, la maternidad! !hay algo  acaso  más bello que tener un hijito!?  Yo se todo como nací, porque mi mamá le  ha contado todo lo que ha sufrido a todo el mundo.  la  única duda  que  tengo  es  si  el  fibroma  era  más  grande  que  mi cabeza...quién salió primero? El fibroma o yo? (Queda  pensativa, enseguida retoma el tono poético) Yo voy a tener muchos  hijitos. Cuando sea grande me van a dar la semillita y...esta parte de  la semillita  debe ser lo más interesante. Cada vez que pregunto,  a todos les vienen unos nervios...Para mi que a esas semillitas  no las  venden  en la Agropecuaria. Yo no quiero  poner  nervioso  a nadie.  Los  nenes no queremos molestar a nadie. Y  menos  a  los grandes que tienen tantos problemas con las semillas  misteriosas y  todo eso. Cada vez que hay reunión por lo caro de  los  gastos comunes  del  apartamento, los nenes del  edificio  nos  quedamos quietitos  mirando viedos. Porque no hay que molestar a  los  padres,  ellos tienen muchas preocupaciones. Pero ni  en  !Garganta profunda"  viene  nada  de la semilla. El  Fede  consiguió:  "Las millonarias   in-can-des-cen-tes",  "La  masajista  caliente"  y "Penetración ardiente", pero para mí que el único caliente es  el padre  del Fede, que esconde los videos en el último estante  del placard,  para que no se los vea nadie. Y de la semillita?  Nada. Yo estoy esperando que mi padre saque "El jardín de los  placeres prohibidos",  ya  la  marcó en el folleto del  video  club.  Pero todavía  tiene que devolver " Acto antinatural". Yo  no  se...los grandes  miran cada pavada...De repente en esa del jardín,  viene algo de la semillita, no?

ESCENA 2.

Entre amigas.

 

 

MAMA  - No me pidan que cuente, porque no me quiero  ni  acordar. Sufrí tanto, tanto...

 

MIMI -

Yo  la  paso divino en los partos. Mi ginecólogo  es igualito a Robert Redford. Cada vez que lo veo le digo: Doctor...

 

PARDA -

!Pero ésta liga hasta en los peores momentos! A mi me han  tocado cada brutos. Sin ir mas lejos, la última vez...

 

MAMA -

sólo  poque  ustedes insisten, cuento, porque la verdad  que  fue algo tan espantoso, que no quisiera impresionar a nadie, pero...

 

MIMI -

Como el mío. Al último de mis hijos,  le dió por nacer un veinticuatro de diciembre a las doce en punto. Sonaban las campanas, se oía esa musiquita divina del "Jingle bell..."

 

PARDA -

Yo  lo único que agarré fue un paro general. Con decirles que  me

atendió el portero, ya les digo todo. Horas estuve...

 

MAMA -

Ah, yo sufrí como loca. Tenía un fibroma así de grande, el  útero invertido, la placenta previa, varias vueltas de cordon y  encima no hacía dilatación.

 

MINI -

Todos  brindaban tan felices...El ginecólogo tenía una curda  que se caía, pero es tan divino...es lo simpático, que si no fuera...

 

PARDA -

El  hombre iba desde la puerta, a la sala de parto, al  teléfono. Al final me llevó a la mesa de entrada para estar más cómodo.  un parto  sin guantes me hizo...y yo ahí, agarrada a  la  centralita telefónica.

 

MAMA -

Parto seco el mío. que según dicen son los peores, y claro si dos días  antes  había roto la bolsa y perdido las aguas y  el  tapón mucoso y la...

 

MIMI -

Fue  todo  tan  alegre, tan maravilloso. Claro que  al  estar  el doctor tan mamado, se ve que algo le salió mal, proque yo me  iba en  sangre y veía todo rojo. pero él estaba tan divino  de  roji-blano... parecía un papá Noel...

 

PARDA -

Tenía unas garrras ese portero que ni un albañil...

 

MAMA -

Y la fuerza, porque además perdí las fuerzas...sufrí...

 

MIMI -

Lo  principal  es tenerle confianza al ginecólogo y este  es  tan amoroso...

 

PARDA -

Es que el hombre quería ayudar, entonces se puso a revolver...

 

MAMA -

Y encima me hicieron una episiotomía hasta la nuca...

 

MIMI -

Esa vez fuí feliz. No me van a negar que es mucho mejor la  sidra que el suero...

 

PARDA -

Yo  empecé a desconfiar, porque despues de todo y por  mas  buena voluntad que tuviera, no dejaba de ser el portero, entonces...

 

MAMA -

Y yo creí que ya estaba y pregunté: es sano? Pero era el fibroma, enorme, grande así, peludo y todo...

 

MIMI -

Si  le  digo que cuando salí del estado de coma,  el  divino  del ginecólogo me llevó los turrones...

 

PARDA -

Afuera  gritaban: "Que salgan, que salgan, que salgan los  carneros",  entonces yo cerré las piernas, justo que el  hombre  tenía hasta los brazos adentro. ¡Gritaba como loco aquel portero!

 

MAMA-

Sólo le faltaba hablar al fibroma. Con decirles que tenía rulitos y todo...si hasta me miraba...

 

MIMI -

Y avellanas y nueces y fruta seca, que yo miraba de lejos  porque estuve tres meses en terapia intensiva.

 

PARDA -

Y salí corriendo de la portería con aquel hombre de arrastro.  El no aflojaba porque se le haba trancado un dedo...

 

MAMA -

Y atrás del fibroma venía la  nena...que  cuando   la   ví, pobrecita...comparada con aquello, parecía tan poca cosa, tan...

 

 

MIMI -

Es lo que yo digo. Lo principal es  confiar en el ginecólogo.

 

PARDA -

Y los huelguistas que habían roto la puerta y se venían en  malón y yo que me meto espantada en el ascensor y cierro la puerta y el ascensor  que arranca y el portero que sigue enganchado  y  claro pobre...creo que solo perdió el dedo...pero fué un alivio...

 

MAMA -

Y encima la costura. Lo que sufrí... se había terminado la anestesia...y cosían y cosían...no acababan más de llegar a la nuca...

 

MIMI -

A mi, que me atiendan ginecólogos hombres. No se puede comparar..

 

PARDA -

Cuando paró el ascensor yo ya salí con el nene. La huelga general seguía...sólo quedábamos el portero y yo, así que lo operé y...

 

MAMA -

Estuve seis meses sin poder sentarme. Levantaba una ceja y...

 

MIMI -

(A Parda) Y a vos cómo te fue en el parto?

 

PARDA -

Mejor, hablemos del Mercosur. (A Mamá.) A vos qué te parece?

 

MAMA -

Si. Prefiero no acordarme, yo sufrí tanto...

 

MIMI -

Tenés razón. Sinó después dicen que las mujeres cuando nos junta mos, sólo hablamos de los partos.

 

 

PERSEGUIDA - Niña grande

 

(Música  de jingle publicitario. Aparece vestida de  blanco,  con una  enorme  mancha  roja detrás que se verá al  final.  Hará la mímica de lo que dice el reclame. Camina como montando a  caballo y con expresión avergonzada.)

 

JINGLE: Tú estás en lo días difíciles, pero tu estado es normal  y natural en toda mujer. Antes sí era duro ser mujer. Ahora, con la nueva  toalla femenina, extra seca, tú te sientes libre,  recuperando la elegancia de tus movimientos.

(Ella  se  entusiasma  y ensaya unos pasos de  ballet  con  mucha torpeza)  La  incomparable libertad de ser tú  misma,  todos  los días. Con la nueva toalla impermeable de suaves bordes  redondea dos,  extra chata, extra fina, extra seca, quedan los temores  en el pasado, recuperando tu libertad de acción. (Salta, se flexiona y se da vuelta dejando ver la mancha detrás. Sale contenta.)

ESCENA 3.

La menstruación.

 

 

(La  Perseguida pasa delante de las tres viejitas sentadas en  la plaza. Va muerta de verguenza, tratando de disimular la mancha.)

 

PARDA vieja -

Tapones buenos eran los de antes.

 

MAMA vieja -

Pobrecita...es una desgracia ser mujer.

 

MIMI vieja -

Eso  es por el invento ese...(Hace un gesto hacia su  pubis.  Las otras miran.)  !A mí me encantan esas cosas modernas!

 

PARDA -

Yo en esos días no salía de mi casa.

 

MAMA -

Una nace, para sufrir.

 

MIMI -

!Y lo que todavía pueden inventar! (Se ríe para sí.)

 

PARDA -

Tapones buenos eran los de antes.

 

MAMA -

En esos días...a mi siempre se me cortaba la mayonesa. Y a usted?

 

MIMI -

Todo lo contrario, mire. Yo batía, batía. batía, batía, ahhhhh!

(Ríe, las otras la miran escandalizadas)

 

PARDA -

Mi marido, el finadito, se ponía tan enojado...

 

MAMA -

Ellos no saben lo que es eso...tendrían que pasar por lo que pasa una...

 

MIMI -

¡Faltaba más! Perderíamos otra semana. A menos que se coincidiera y  la veo difícil...habría otros siete días de " inantividá".  No se da cuenta? (La miran horrorizadas)

 

PARDA -

Rápido  pa’ darse cuenta era el finadito, si. Era un gran  conocedor.  (Las otras la miran expectantes)

 

MAMA  -Esa  cruz la cargamos nosotras. Todos los meses  la  misma desgracia.

 

MIMI -

!Y una liberación! (Se ríe con un: Ji, ji,. Muy contagioso)

 

PARDA -

!Y  era de exigente el finadito! A él no le importaba  nada.  Una tenía que estar siempre pronta.

 

MAMA -

(Horrorizada) Y usté le hacía caso...en ese estado?

 

MIMI -

Y es mejor llovido sobre mojado y no que "haiga" sequía, digo yo, no? (La miran espantadas)

 

PARDA -

El me miraba fijo y yo me apuraba.

 

MAMA - (Se persigna) ¡Las cosas que hay que oir!

 

MIMI -

(A Parda, pícara) Eso porque usté quería...

 

PARDA -

(Dilatando las pupilas como hipnotizada) Me miraba fijo...y yo...

 

MAMA -

La obligaba, pobrecita...una nace para sufrir.

 

MIMI -

(Suspira) Ah, Díos le da pan a la que no tiene diente.

 

PARDA -

Obligación.  Todas  las  mañanas. A las seis en  punto  y  aunque estuviera enfermo.

 

MAMA -

De mañana? Ah...qué hereje, pobrecita.

 

MIMI -

(Pícara) Este...dicen que con la fiebre... (La miran sin entender)

 

PARDA -

¡Cincuenta  y  dos años de casados, sin fallar un  sólo  día!  Si sabré yo de tapones...

 

MAMA -

(Seña de irse al cielo) Menos mal que...no?

 

MIMI -

(Alborotada) Y no lo extraña?

 

 

PARDA –

(Suspira) !Si lo extrañaré, ah!

 

MAMA -

Somos unas desgraciadas las mujeres.

 

MIMI -

(Se  levanta nerviosa, con la risita ji, ji) Alguna sabe  si  hay baño en esta plaza?

 

PARDA -

(Sigue suspirando) Tapones buenos eran los de antes...

 

MAMA -

(Se  levanta  y toma a Mimí del brazo) Si vas  a  orinar...yo  te acompaño, Eduvija.

 

PARDA -

¡Cincuenta  y  dos  años preparándole el mate a las  seis  de  la mañana!  ¡Qué buenos salían aquellos termos de  aluminio...y  los tapones de corcho! (Sale detrás de las otras) !Esperen  chiquilinas que yo también quiero!

PERSEGUIDA - Los quince.

                      

(De  fondo  una canción muy cursi que habla de los  quince  años.  Aparece la Perseguida con un traje blanco enorme, con las  dimensiones  de  una  gorda descomunal. Cada tanto,  arranca  con  los dientes  los  pétalos de un ramito que lleva en las manos  y  los mastica mientras habla.)

 

PERSEGUIDA -

Cuando yo nací no quería prenderme al pecho. Entonces me enchufaron leche de vaca espesada con una cucharada de maicena, para que no me debilitara. Me dió alergia. Entonces mis padres  consiguieron  la leche en polvo más completa y cada dos horas me  embutían una  sustanciosa  mamadera. Esa leche en polvo era la  más  cara, porque tenía más de cien vitaminas, cincuenta y ocho minerales  y calcio superfortificado, adicional.

No  recuerdo que me cantaran canciones de cuna. Si  recuerdo  una especie  de  versito  con este ritmo: (Entona) "Si  no  tomás  la memita, se muere mamita, si no comés el purecito, se muere  papito"  Y  bueno...cuando  una no tiene edad, todavía,  de  salir  a trabajar para comprar comidita y todo eso, prefiere que no se  le muera nadie.

En realidad, crecí lozana y fuerte y no parecía una triste desnutrida  como  la hija de la vecina, por más modelo  que  ella  sea ahora y gane todos los concursos de belleza. (Mastica  freneticamente)   Todos  los días, mamá me leía un  cuento  diferente.  Lo comenzaba  al  desayuno. Si yo cerraba la boca,  ella  paraba  de leer. El cuento seguía en el almuerzo, mantenía el suspenso hasta la  merienda y finalizaba con la última cucharada del postre,  en la  cena.  Yo tenía que abrir la boca bien  grande,  porque  para mamá,  leer  y embocar la cuchara al mismo tiempo, era  algo  muy difícil. Más de una vez me suturaron la córnea de este ojo...ella se sentaba siempre del mismo lado. Con el correr del tiempo,  fue aumentando mi falta de visión y mi odio a la literatura infantil.

Todos  los  días,  cuando papá volvía del trabajo,  me  traía  un premio.  Me  lo daba si me había portado bien...o sea:  si  había comido  todo:  alfajores, chocolatines,  caramelos,  garrapiñada, Pororó,  papas fritas, maní con chocolate, medallones  de  menta, ticholos,  garotos,  o lo que  consiguiera. Nunca menos  de  diez golosinas diferentes, porque claro, yo me había portado: diez.  O sea, una por cada punto alcanzado. A veces traía once...o quince. Yo  nunca  lo defraudaba. Los sábados de tarde, él me  llevaba  a pesar a la farmacia. Su mayor orgullo era comprobar que yo pesaba más que el hijo de su socio, que a pesar de ser varón y  llevarme más de seis meses de diferencia, era flor de raquítico. Si  había aumentado algo, por lo menos cien gramos, me llevaba a la calesita y después a tomar un helado y churros rellenos. No me obligaba para  que no se me cerrara el est_¢_mago, ya que a la  vuelta  mamá nos  esperaba con la cena pronta. Sopa, entrada, plato  fuerte  y postre.  Por  suerte soy hija única. Ellos no quisieron tener  más  hijos, porque  ya  se  sabe lo que cuesta alimentar a  un  hijo,  aunque vengan con el pan debajo el brazo. Eso me molestó un poco  cuando fui a la escuela. Lo que tenían hermanos sabían jugar. Es lógico. Cuando hay poca comida, los niños tienen que saltar y  divertirse para  distraerse.  Yo aprendí a jugar, mirando. En  los  recreos, tenía  que comerme el huevo duro, las bananas y los refuerzos  de la  merienda, porque sino mamá se ponía muy triste. Y si ella  se moría de tristeza, quién me iba a preparar la comida? A papá  las milanesas  no le quedan ricas. Al principio yo me atragantaba  en los recreos y cuando iba a empezar a jugar... sonaba el timbre. Tirar  la merienda a la basura no podía, porque la comida  es  de Dios  y es sagrada y además están los negritos que se  mueren  de hambre  en  el Africa. Si yo la tiraba, Dios  me  podía  castigar dejándome sin nada. Con  el tiempo mis compañeritos me gritaban: ¡cerda! y cosas  por el  estilo, por la envidia que da ver comer cuando se tiene  hambre. Pero ya se sabe que una no puede ponerse a convidar,  porque sino  tendría que alimentar a media escuela.  Ahora,  en el liceo, también me gritan cosas... ¡Bomba,  bola  de grasa, pelota inflada! Y otras que no puedo repetir. Pero viniendo  de esos desnutridos a quién le puede importar? Lo  hacen  por rencor.  Porque  me ven comer y les vienen ganas. Pero  a mi  me enseñaron  en  mi  casa: el que tiene, tiene. Y  el  que  no... al cuartito  a llorar. La vida es así. (Puchero de angustia) Aunque me griten: ¡buque de carga! a mi no me importa. En este hermoso día de mis quince años, yo agradezco a la vida, a mis  padres  que me quieren tanto y a ustedes, por  compartir  mi fiesta.  (Saca  un arma y apunta al público) Por ser un  día  tan especial,  voy  a perdonar a esa persona que  dijo:  "Parece  una elefanta." (Apunta a alguien con las dos manos)  Si...si...usted. Cuando bailaba el vals con mi padre, la oí. Levante las manos. Si la  veo  tocar algo del lunch, la liquido. Y ustedes  de  qué  se ríen? ¡Levanten todos las manos! Al primero que toque un  saladito,  un sándwich, una pildorita, lo mato, estámos? Y  ni se les ocurra acercarse a la torta... entendieron?   Ustedes vinieron a saludarme y a acompañarme en mi día y yo me lo  merezco. Por lo tanto, los invito a mirar... con los brazos en  alto... no hagan cumplidos. 

ESCENA 4.

La estética

                     

(En la sala de espera, charlan Parda y Mimí.)

 

PARDA - Pituca.

(Gesticula moviendo los ojos exageradamente, mientras que hace el movimiento característico de la boca de los peces.)

 

MIMI - Pituca.

(Con  lentes de aumento tipo “culo de botella” 1) Y yo le dije  a  la muchacha:  Hay  que asumirse, mi querida; cada una  hace  lo  que puede,  dentro  de su condición. Pero ya se sabe cómo  son  estas chicas  del  servicio dom_‚_stico. y fijate, que como yo  le  dije: pensá en la fortuna que tenés de trabajar en mi casa. Valorá  que comés  la  misma comida que nosotros. En la  cocina,  pero  come, después  de servirmnos a nosotros, por supuesto. !Si se llena  el plato con lo que sobra!

 

PARDA -

(Hace gestos y ruidos extraños, que Mimí toma como aprobación:)

 

MIMI -

Tú bien sabés mami, que el Cuqui come lo que un pajarito y fijate  lo injusta que es la vida con uno. La muchacha, que no lo necesita para nada, tiene un cuerpo estupendo. ¡Estás flaquísima, es una vara  de mimbre, un junco! Y fijate que me sale conque pasa  hambre. No es bochornoso que alguien te diga eso? Yo  le  repliqué inmediatamente  poniendo las cosas en su lugar. Le dije:  velamos por tu salud, mi querida. Estoy segura que el colesterol lo tiene en  cero. Y fijate lo que se ahorra en tratamientos para  adelgazar. Pero no valoran nada, estas chicas...es inútil. ¡Si tuvieran que hacer los sacrificios que hace una para estar en línea, ya te digo! Pero esta chica es tan cabeza dura. !Fijate que insiste  en cenar!  Justo ahora que no hay revista especializada que no  mencione, lo perniciosa que es la cena. Y tú bien sabés que en  casa ninguno cena...

 

PARDA -

(Ruidos y gestos)

 

MIMI -

Bueno ...a veces una picadita... en la terraza, no te voy a negar. Pero te supondrás que no la vamos a estar invitando. No  queremos que  se intoxique... fijate que el Cuqui insiste con las latas  de mariscos espa_¤_oles y las aceitunas griegas... y esta chica, pobrecita,  sólo  está acostumbrada al guiso. ¡Y con porotos  y  todo,  hay  que ver lo flaca que está. Si está divina! Pero ya se  sabe, nadie se conforma con lo que tiene. (Le da un codazo a Parda para que mire a Mamá  que acaba de entrar.)

 

MAMA - Pituca

Buenas tardes...en qué número va?

 

MIMI -

Acaba de entrar el cuarenta y ocho.

 

MAMA -

(Con enorme busto, sobre-caderas y una cola abultada) Menos  mal. Yo  tengo  el  sesenta y nueva. !Como atiende  este  cirujano!  Y después la gente llora que no hay plata.

 

PARDA -

(Con un silbido que lleva la entonación de la frase) Yo tengo el cincuenta y dos.

 

MAMA -

Cómo dijo?

 

MIMI -

No  se  le  entiende mucho, a mami. Quedó asi  desde  la  segunda operación.

  

MAMA -

Se operó con este... cirujano?

 

MIMI -

Si, con el Chacho... es un amoroso. Nosotras, con mami, nos  atendemos de toda la vida.

 

MAMA -

Todavía no le sacaron los puntos.

 

MIMI -

No, mi querida, esta es la onceava intervención que se hace. Está pasando por algunos efectos secundarios. Un detalle...

 

PARDA -

(Explica con gran esfuerzo algo terrible)

 

MIMI -

No quiero ser indiscreta, pero la veo tan regia. De qué se  opera mi querida?

 

MAMA -

Bueno...después  de  tener a los chicos...quedé con  un  poco  de pancita...

 

MIMI -

¡Ni  me  diga, la bolsa del canguro! A mí me la sacó  hace  años. Hubiera jurado que usted venia por el pantalón de montar.

 

MAMA -

(Se mira horrorizada)

 

MIMI -

(Se  señala las caderas) Aqui, mi amor... Esto. Se lo saca de  una sola  tajada. Queda estupenda. A ver de atrás? (La hace  parar  y girar, le toca una nalga) Trae puesto el almohadón?

MAMA -

No... soy así de naturaleza...

 

MIMI -

Culona.

 

PARDA -

(Ruidos como que intenta reirse)

 

MAMA -

(Se sienta como achatando, ofendida.)

 

MIMI-

Pero no se preocupe... todas pasamos por lo mismo. No hay forma de disimularlo. aunque tiene arreglo...

 

PARDA -

(Gestos  como que a ella le han quitado grandes rebanadas en  esa zona, con gran sufrimiento.)

 

MAMA -

(Algo asustada) No... le fue... bien?

 

MIMI -

Exagera  probrecita. De la última intervención quedó algo  impresionada.  Le sacaron... (Hace la mímica de un hachazo en  la  zona del  busto) ¡Todo! ¡Y todo por insistir en pagar con tarjetas  de crédito. Porque el Chacho es lo que tiene... adora el efectivo.  Y ahora  que la observo... usted tiene más ubre que una holando,  mi querida.  Y conste que no lo digo como grosería, porque la  frase la he dicho en más de una oportunidad, en público,  en la Rural.

 

MAMA -

(No llega a entender la indirecta, por los ruidos y gesticulaciones de Parda, que está como desesperada) No quedó conforme?

 

MIMI -

No  le haga caso. Mami es tan exagerada... así divina como la  ve, tiene  noventa y cinco años. ¡Y se empecina en no mover los capitales del plazo fijo! Y claro... el Chaco se cobra los intereses.

 

PARDA -

(Le recrimina a Mimí, señalándose la cara)

 

MIMI -

Y  para  qué querés reirte, con el mundo  como  está?  Convencete mami,  con todo lo que está pasando, una cara de culo es lo chic.

 

MAMA -

No...no puede reirse?

 

MIMI -

Y lógico, si tiene veintitrés cirugías de rostro...Está espléndida.  Sólo  que después de la última, al  reirse...las  orejas  le bajaban a los hombros. Realmente no quedaba nada bien. Por suerte la  convencí  de que el retoque lo pagara en  efectivo,  sino  ni llorar podría con todo lo que le hubiera sacado para desquitar.

 

MAMA -

Des...quitar?

 

MIMI -

Claro, mi querida. El Chacho aprovecha todo. A veces se le va  un poquito  la  mano.  ¡Pero hay que ver lo apreciados  que  son  en Europa los souvenir realizados en cuero nacional!

 

MAMA -

(Horrorizada) Qué?

 

PARDA -

(Se  levanta  para explicar y camina rígida, como si  le  faltara piel para mover las articulaciones.)

 

MIMI -

No  le haga caso...mamita es muy amarreta. Y el Chacho si  no  le pagan  en fectivo, se cobra los intereses... en la  propia  operación.

 

PARDA -

(Va tocándose diferentes lugares del cuerpo, mientras los  gritos van en aumento.)

 

MIMI -

Con lo que le sacó de ahí hizo un monedero exclusivo con arabescos  pirograbados.  (Le toca el vientre) y de acá  un  portafolio para ejecutivo,  que hasta estuvo en Londres en exposición.

 

MAMA -

(Sale corriendo en un alarido)

 

MIMI -

Vamos,  mamita...cantaron  tu número. (Se detiene a  observar  el lugar por donde salió Mamá.) Yo no se a qué vienen éstas... si  no lo pensaron bien...

[1] Lente redondo de gran aumento.

PERSEGUIDA - Señorita enamorada

 

 

(De fondo un  tema musical romántico. La perseguida viene como en el aire)

 

PERSEGUIDA -

¡Ay, no sabés! Te acordás de aquel muchacho que me miraba?  Aquel que  te conté, que lo veía todas las tardes en la parada de enfrente... ¡No sabés! Resulta que hoy salgo del trabajo a las siete como siempre, pero como ya a esa hora se está poniendo  oscurito, no lo veo. Entonces me paro en la esquina, porque lo tengo fichado desde el verano, no es cosa de perderlo por culpa del  invierno... ¡Y  ahí estaba! Con esa pinta de Schawarzenegger del  Cerro, que tiene... Porque al Cerro va, por el ómnibus que toma. Lo tengo más  que  estudiado.  Sigo: ahí estaba con la  campera  de  cuero negro, el pelo al viento y esa cara de intelectual, con  lentecitos redondos y todo. Yo, paralizada en la esquina, pero haciéndome  la  boba.  (Mueve la cartera nerviosamente. Se  pone  en  una postura  que  parece  más  una  prostituta  que  otra  cosa)   De repente... ¡zaz!  me  clava  los  ganchos... no  me  los  quita  de encima... yo,  nada.  Mirando para otro lado. El que  enciende  un cigarrillo...y  se  decide....cruza  y se  me  acerca.  ¡Ayyyyyy! (Suspiro  prolongado)  ¡El Puma en versión criolla!  Se  bate  el pelo, así que al tenerlo cerca le veo las raíces oscuras. Así que es  rubio,  pero  teñido. Y bueno... esta de moda.  Lo  único  una peladilla,  acá, pero algo sin importancia, al lado de la  cicatríz  en  el pómulo izquierdo, que parece una puñalada.  pero  le agrega  una personalidad... ¡Ahhhh, mirá, yo temblaba! En eso,  se me acerca más y ahí le siento el perfume; importado  seguramente, pero  mezclado con algo de obrero... no se. Sí se. Trabaja  en  la construcción.  Es  que al principio me confundió.  Al  verle  esas manos  tan  grandes y largas yo le pregunto: pianista?  Y  él  me contesta  con  esa  voz divina que tiene: no,  albañil.  Pero  te cuento desde el principio: él se me acerca más todavía...entonces se me viene a la mente que lo mismo le había pasado a la de aquel teleteatro,  "Amor fatal", te acordás?  Y agarro y le  pongo  la misma  cara de fruncida que la artista. no se fuera a pensar  que una  se está regalando... ¡No sabés! El aliento me  daba  acá...me quemaba. Entonces tomo coraje y me doy vuelta y...ahí le veo  que le  faltaba este colmillo y los dientes del medio, pero eso  con prótesis se arregla. Lo miro a los ojos... y él me dice: "Parás en esta esquina? Y a mí me viene como una oleada de ternura incontenible,  al ver que era bizco y que con el ojito que le daba  para allá, se vichaba la parada para no perderse el ómnibus. Y  entonces,   sin poderla refrenar, escucho una voz que sale de  adentro mío y que le dice: Cutcsa y el destino nos han unido. Pongamos la proa hacia el futuro. Que la vida hinche las velas y nos lleve  a puerto  seguro más allá de las tormentas. No estuve bárbaro?  Vos me conocés María Fernanda... me animé a tanto porque es el  hombre de  mi  vida. ¡Te juro que no se ni cómo pude!  El... pestañeó  un poco... impávido. Ahí le noto el párpado derecho un poquito caido. Debe  ser  de nacimiento, pero ni se le nota. Me mira fijo  y  me dice:  si vas para el lado del puerto, no voy. Yo le repliqué  de inmediato: no, vivo en Pocitos... yo espero el 121. Y él: y cuánto cobrás  ché?   (Suspiro  de duda) No lo entiendo. A  vos  qué  te parece que me habrá querido decir? No puede pedirle que me  aclarara,  porque justo en eso él ve con el ojito bizco que viene  el 125... 121  y 125, fijate que cerca estamos hasta en  los  números del  transporte... y cruzó la calle corriendo con  una  elegancia, mirá... ¡Que ni el Ben Jhonson en las Olimpíadas! Aunque se ve que en un pié tiene un defecto... (Hace un rengueo) una pavada que  ni se le nota. (Suspiro de ensoñación) ¡Ahhhhh! ¡Es el hombre de  mi vida!  Mañana  me paro de nuevo en la esquina. Seguro que  se  me acerca  y  me habla. ¡Ah... ya me lo decían las cartas. Yo  iba  a enamorame de un intelectual! Será nomás que el Tarot no miente? 

ESCENA 5.

La primera vez

 

(En  la peluquería. Parda luce el cabello en forma  estrafalaria, adornado con floripones amarillos y negros. Le está realizando a Mamá clienta, exactamente el mismo peinado.)

 

MAMA - Clienta.

Te parece que me quede?

 

PARDA -

Vas a quedar divina.

 

MAMA -

Pero amarillo y negro, no sé...  me van a gritar: ¡Viva Peñarol!

 

PARDA -

Es lo último que salió, nena. Está haciendo furor en Europa.

 

MAMA -

Si, pero acá es diferente...

 

PARDA -

Vos querés salir del bajón o no?

 

MAMA -

Yo quiero que él vuelva a casa. (Pucheros de llanto)

 

PARDA -

Entonces  tenés que verte super. Sentirte divina. Y para  eso  lo mejor es un cambio de look, total.

 

MAMA -

Yo  estaba  pensando  en un cambio, pero  no se... (Señalando  el peinado)  esto es como una bandera de pu... patrio... (Cae que  es el  mismo  que tiene la peluquera)... de la patria. A vos  te parece que con algo así,  volverá?

 

 

PARDA -

¡Pero  seguro!  Y cuando entre, le revoleás la cabeza,  le  pones cara  de indiferencia y que se arrastre por el piso. Que te  pida perdón y vos nada de llorar. Me entendiste?

 

MAMA -

Se va a enojar...

 

PARDA -

Pero por qué? ¡Sos vos la que está furiosa! (Le coloca los floripones amarillos y negros)

 

MAMA -

(Señalando las flores) El...es...de Nacional.

 

PARDA -

(Pensativa  sobre  el  peinado)  Entonces  la  quedamos,  mijita. (Comienza a desarmarlo)

 

MAMA-

(Se  lo  impide, súbitamente decidida) No,  dejá... mejor  que  se caliente.  Que  sea como una venganza. !Ah... ya  me  imagino  la bronca  que  se va a agarrar... y yo me voy a reir  a  carcajadas. Haré bien? Te parece que me le ría?

 

PARDA -

Por  supuesto, nena. Hay que apretar en donde más les  duele.  No querés que te pinte las uñas mitad amarillo y mitad negro?

 

MAMA -

(Se mira las manos pensativa y enseguida comienza a comerlas.)

 

PARDA -

Te  combina con el peinado. Te sale cuarenta y cinco pesos,  pero el impacto sería brutal.

 

MAMA -

Y si se enoja y se me va de vuelta?

 

MIMI clienta -

(Irrumpe, totalmente destruida) Buenas... me puede atender?

 

PARDA -

Pase... con la señora ya casi terminé. Pase...

 

MIMI -

Necesito  hacerme algo diferente. Quiero un cambio. Hágame  cualquier cosa, menos esto que tengo. Quiero otra personalidad.

 

PARDA -

Bien... tome  asiento... lavo  la  cabeza? (Ante  la  negativa,  le realizará la cola de caballo con los floripones de Peñarol.)

 

MIMI -

(Le  tocan la cabeza y se afloja como hipnotizada) ¡Mejor  arránquemela! Estoy destrozada. Más de un mes saliendo con el... veinte horas de café con la historia de su vida, la ex-mujer, el IVA, el Mercosur,  los  hijos, el fútbol, la  política,  los  amigos... el paddel, sin darme cuenta... hasta hoy... en que fuimos...

 

PARDA -

A dónde?

 

MIMI -

Imagínese...

 

MAMA -

Hincha de Nacional o de Peñarol?

 

MIMI –

De Nacional.

 

MAMA-

Ni me hable. Son todos iguales.

 

MIMI -

¿Cómo  pudo  hacerme eso?  ¡ Una que con todo su  amor  le  entrega su... su... vida y...

 

PARDA –

Y?

 

MAMA -

Ni me diga. Si es de Nacional, se dió vuelta y empezó a roncar.

 

MIMI -

Peor. Mucho peor... no se si se lo voy a perdonar.

 

PARDA -

Eso...  con un baño caliente...qué digo...aquí tengo un  producto milagroso...setenta y nueve con cincuenta, sale. Se da unos masajecitos en el sitio...es Aloe puro...y aqui no ha pasado nada.

 

MIMI -

¡Cómo  pudo mentirme así! ¡Un mes teniéndome a cuentos! Y yo  que me lo imaginaba tan... tan...a lo que es petizo...

 

PARDA -

Peligrosísimos los petizos.  Simpáticos, seductores... pura labia.

 

MAMA -

Típico en los petisos de Nacional.

 

MIMI -

¡Con  las ilusiones que yo tenía! La vida entera soñando  con  el día de hoy... para encontrarme con algo así.

 

PARDA -

(Le  hace  a Mamá,  entre el pulgar y el índice la seña  de  algo chiquitito, tratando de que Mimí no la vea)

 

MAMA -

Seguro es de Peñarol.

 

PARDA -

Y tiene pelo hasta acá. (Se señala mitad de la frente)

 

MIMI -

Y ustedes como saben?

 

PARDA -

Falta  de testosterona, es clarísimo. Si tiene mucho  pelo... (Seña de pene caido) Si es pelado... (Seña entusiasta) ¡Cuidado con  los pelados!

 

MAMA -

(Pucheros,  levantándose) Mi marido está tan  pelado... Te  parece que volverá?

 

PARDA -

(A Mamá) Si, pero vos... mantenete con el peinado. (A Mimí que  se levanta  para  irse)  No se deprima, mijita.  Todas  pasamos  una primera  vez.  (Toma  el frasco del Aloe) Con  esto... ahí  no  ha pasado nada. Setenta y nueve con cincuenta.

 

MIMI -

Es que ojalá... hubiera pasado algo.

 

PARDA -

No entiendo. Entonces no la llevó al...

 

MIMI -

Si, me llevó. Al dentista. Le tiene miedo, quería que alguien  lo acompañara.

 

PARDA -

(Reventando el frasco de Aloe, al ver que perdió la venta) ¡No se preocupen, no vale la pena! Sonrían queridas... y salgan a  matar! Son doscientos treinta, cada una.

 

MAMA -

(Mirándose al espejo) Me siento renovada... Anotámelo y... (pícara) la semana que viene... te cuento. Chaucito. (Sale)

 

MIMI -

(Pagando) Gracias por todo... (Sale)

 

PARDA -

Las cosas que una se banca para ganarse la vida... (Abre  los brazos, los ojos en blanco) ¡Yo no se que  se  piensan éstas que vienen a la peluquería a descargar! (Saca una bandera de Peñarol y se envuelve. Lanza un alarido )                        

!Ahhhhhh...!                                               

PERSEGUIDA - El casamiento

(Con los acordes de: "Blanca y radiante va la novia..." entra  la Perseguida  con paso solemne. Sonríe y saluda, avanzando  por  la nave de la Iglesia )

PERSEGUIDA-

!Estoy reventada! Estas fajas me están matando. Pero por fin  voy ha ser la señora DE. ¡Mire  que le dijeron a mis padres y ellos nada! En España,  Conchita  podía ser un lindo nombre, pero  que en este  país  quería decir  otra  cosa... ¡Y ellos nada! Les  gustaba  Conchita... y  me crucificaron  igual! ¡Años de sufrimientos y de risitas  burlonas en  la  escuela. Y en el Liceo? Y en el  trabajo?  Mejor... no  me quiero ni acordar. Menos que menos hoy, en que voy a dejar de ser Conchita  Zola. Zola de apellido. Zola con zeta. (Disgustada  con ella  misma)   No se para que lo explico si suena  como  conchita sola,  igual.  ¡ Pero basta de sufrimientos! Desde  hoy  seré  la señora de Vaca. La señora de Eusebio Vaca Gando. Gando el segundo apellido.  ¡Ah...! ¡Estoy tan emocionada! Estoy a punto de ponerme  a llorar! Los zapatos me apretan tanto... Son de mi  prima  la Mariel,  que calza como cinco números menos. Pero ya se  sabe  lo que  sale un casamiento hoy en día... comprarse todo no se  puede. Además una novia debe llevar algo prestado. (Cara de dolor terrible  al dar cada paso, que convierte en sonrisa de compromiso)  Y  también debe llevar algo viejo... llevo el tul. El tul del  moisés del  nene de mi otra prima, la Lulubel, que  ahí  está... (Sonrisa falsa)  Justo  me está mirando. (Rápida mirada al  vestido) ¡Ay, algo  tengo... algo tengo porque ya comentó con la de al lado!  Si la  conoceré, ya me encontró algo para criticar, la muy  falluta. (Sonsrisa tierna a Lulubel) Donde diga algo, cuento que al tul lo tuve  que poner al sol tres días para sacarle el olor a  pichí  y las manchas de mierda. Sigue comentando... mejor se ocupara de  la vida  de  ella...tuvo que hacer el moisés antes que el  traje  de casamiento.  ¡Para eso yo me caso de blanco y con la cabeza  bien alta!  ¡Toda  de blanco. De blanco inmaculado! Con  algo  celeste dice  la  gente, para que el primer nene salga varón... Yo  no  me puse nada porque en la primer ecografía ya me salió que es  nena. ¡La puta que lo parió al ginecólogo ese! Por qué tenía que decirme si nadie le preguntó nada? Yo no quería enterarme ni si estaba embaraza... Espero  que las cinco fajas no me la están  abollando. Pobrecita,  ya le espera bastante con ser mujer. Y hoy día ya  se sabe... una  no puede permitirse andar con el  cerebro  aplastado. ¡Ah... qué  emoción..ah...! Este día es inolvidable en la vida  de una.   Ahí   está  mi  vacaray... paradito   en   el   altar... qué tierno... todo emocionado. Cuando sepa lo que me salió el  vestido y todas las cuotas que hay para pagar... ¡Pero habiendo amor  todo se arregla! ¡Si hasta la covacha inmunda en la que vamos a vivir, nos  parece un nidito de estrellas! Por favor... el guanaco de  mi suegra, lo que se puso... ¡Esto es una venganza! Mire que le dije: plumas  no, doña, que ya no se usan. Y se me vino  disfrazada  de bataraza.  Y  yo que no le permití a mamita ser  madrina  por  la chuequera que tiene. ¡Por qué... por qué... que horror! Pero qué veo? El cura es  manco? Ah,   no,..no  hay  derecho... y conqué  mano bendice?  No  hay derecho... no  es  paquete... ¡Todo me tiene que salir mal  a  mí?! (Temblando  de rabia) Sonreí, sonreí Conchita... las novias  deben irradiar felicidad... Hoy se cristaliza un gran amor. Eso  espero. Un  poquito complicada la cristalización por los cuatro  trabajos que  tenemos cada uno... pero si Díos quiere con la ayuda  de  la Virgen y el Espíritu Santo en algún momento nos vamos a ver. ¡Ay,  pero  qué asco el arreglo floral! Y eso que le  dije  a  la Tota:  no me comprés las flores en la feria que la  mitad  vienen podridas. Pero qué me hizo... qué me hizo? Ay... que me vienen  las náuseas. (Contiene gesto de vomitar) Respirá hondo  Conchita... ya estás  llegando al altar... respirá, eso... eso... ¡Ay, qué  emoción! estoy llegando... ya llego, ya llegué. ¡Y ahora, por qué mierda no me  sale una lágrima? ¡(Apagón)  ¡Nooooo! Por qué un apagón en mi casamiento?! ¡La  puta que los parió, perdone padre! !Por qué a mi, por qué, por qué?!   

ESCENA 6.

Las tres

 

(La madre está sentada en el centro con un plato sopero y  cuchara. La esposa y la amante dan vueltas nerviosas alrededor. Ninguna ve ni escucha a las otras.)

 

MAMA - Madre.

Hoy hice el caldito que le gusta al nene...

 

PARDA - Esposa.

Todas las noches me clava con la cena pronta.

 

MIMI - Amante.

Este me va a oir, me va a oir.

 

MAMA -

Está calentito... el caldo.

 

PARDA -

Entiendo que trabaja mucho y entiendo las reuniones del sindicato y  la barra de amigos y... !Pero también tiene una esposa y  siete hijos para atender!

 

MIMI -

¡Y que no me salga conque tiene que cuidar a Blancanieves y a los siete enanitos! O la deja de una vez o esto se terminó.

 

MAMA -

Pobrecito el nene... con los problemas que tiene...

 

PARDA -¡Las once y tres minutos, este debe andar con otra!

 

MIMI -

¡Las  once, tres minutos, un segundo. Seguro que está en la  casa bancándose a la insípida de la esposa!

 

 

MAMA -

Con lo que extraña el caldidto que le hace mamá...

 

PARDA -

Si piensa que le voy a hacer otro escándalo, está muy equivocado. Ya se, le pongo otra vez el purgante en la cena.

 

MIMI -

Esa mujer es capaz de matarlo antes de soltarlo.

 

MAMA -

Yo no sé... dos por tres se ataca de diarrea mi nene...

 

PARDA -

Ya está. Ahora lo tengo unos cuantos días adentro de casa.

 

MIMI -

Para qué me dice que lo espere a cenar, si después no viene?

 

MAMA -

Porque él lo que prefiere es el caldito que le prepara mamá...

 

PARDA -

Este tiene otra. Seguro que tiene otra. A mi no me engaña... si se le siente de lejos el olor a pescado.

 

MIMI -

Y me hace prepararle corvina a la vasca y mejillones a la provenzal  y... porque a la mujer no le gusta y no le prepara  y... a  mi tampoco. Si no viene, la fiesta se la hace el gato.

 

MAMA -

Siempre  anda mal del hígado el nene...comiendo  afuera...porquerías... él dice que no hay como la comidita que le prepara mamá.           

 

PARDA -

Pero yo me hago la boba. Si piensa que le voy a dar el  divorcio, está muy equivocado.

 

MIMI -

O inicia el divorcio ya, o esto se terminó.

 

MAMA –

Por eso yo lo espero con un caldito liviano.

 

PARDA -

Qué se piensa? Qué  voy a andar a monte con siete hijos? ¡No  soy Blancanieves y a ver lo que comen estos! Otra que enanitos...

 

MIMI -

Una  no  puede pasarse la vida, esperando a un hombre que  no  se decide. Al final qué quiere?

 

MAMA -

Mamá sabe lo que el nene quiere. El caldito caliente, quiere...

 

PARDA -

Pasado   mañana...cuando   esté   bien   deshidratado   con    el purgante...ahí vamos a hablar.

 

MIMI -

¡Que ni se piense que me voy a arruinar la vida por él!

 

MAMA -

Pero no importa. Mamita siempre lo está esperando con el  caldito pronto.

 

PARDA -

¡Ah, que ganas que tengo de matarlo!

 

MIMI –

¡Abre esa puerta y lo reviento!

 

MAMA -

¡Mamita lo adora tanto!

 

PARDA -

Pero con una pensión de viuda no haga nada...

 

MIMI -

Y si disuelvo un somnífero en la salsa del pescado?

 

MAMA -

Se traga todo. Le gusta tanto comer a mi nene...

 

PARDA -

¡Las once y media y este desgraciado no viene!

 

MIMI -

¡Otra vez tirarle la corvina al gato!

 

MAMA -

Mamá lo espera sin horario...

 

PARDA -

¡Ah, ya me imagino los retorcijones! Te hago un tecito, mi  amor? Tenés que atenderte estas diarreas recurrentes...

 

MIMI -

!Lo  voy a tener durmiendo como tres días...y que venga nomás  la esposa a buscarlo!

 

MAMA - !Nene, viniste! No se porqué... pero tengo la impresión que tomando este caldito, te salvás de algo...

PERSEGUIDA - La maternidad.

(Con fondo de tango que canta a la madre, entra la Perseguida con un  batón  raído  del que penden alfileres,  chupetes,  trapos  y objetos  varios  saliendo de los bolsillos. Despeinada,  con  una chancleta  de diferente color y absolutamente histérica,  trae  a duras  penas una enorme palangana con ropa y atados al pecho  dos bebés a los que está amamantando. La música se mezcla con llantos de niños y la voz cascada de un viejo que vocifera cosas inentendibles.)

PERSEGUIDA-

¡Se callan todooos! ¡Estoy en la azotea... Ya bajooo!¡Se callan, dije, o los matooo! (Suspira)¡Ah... qué paz! (Comienza  a  colgar ropa) Subir a la azotea es  un  descanso... ¡Se callaaan! (Cae en que nadie la llama) Me estoy volviendo  loca... ya grito  hasta   por   las dudas... ¡Ahhh... tender  ropa... que placer... subir  a la azotea es disfrutar... ahhhh! (Se arrolla  degolpe  sobre  un costado y lanza un alarido  de  dolor,  mientras trata de arrancarse a uno de los bebés que le cuelgan al pecho) ¡Ayyy, Cristofer Alén, me mordiste, bestia! Mirá que me corto  tu teta  y  te dejo sin nada! (Sacude los pechos)  ¡El  que  muerda, pierde,  entendieron  bien los dos?!  Ahhh... que  airecito  aquí arriba... qué paz... que ganas de suicidarme. (Como que los bebes se mueven) No... era un decir nomás... no se preocupen... pero  que alivio  de solo pensarlo. Descansar en paz... dormir, dormir  sin que nadie me despierte para pedirme nada. (Grita hacia abajo) ¡Se callaaan! ¡Y usté la termina, viejo podrido que nadie le pidió su opinión  para  nada! ¡Y si el arroz está  requemado  es  problema míooo!  ¡Póngase los dientes que no le entiendo nadaaa! ¡Y si  no le gusta no comaaa! ¡Cállensen o los meto a todos en el  asilooo! (Se  hace  un silencio total. Advierte que desde otra  azotea  la están mirando) ¿Cómo anda vecina? ¿Yo? Y aquí me ve... como loca de los nervios por la humedá. Hace como una semana que no se me seca nada.  Y  con tanto chico... Y encima mi suegro  que  también  se mea... Pobre,  se le escapa por la próstata esa, vió? Yo  tendería adentro si no fuera por el poco lugar que tenemo... cuando  éramos tres,  el más grande, mi marido y yo, ya no podíamos ni  moverno, imaginesé... si  cuelgo algo, morimo ahogados. Ya éramos muchos  y él  se empeñó en tener la nena, y dale conque las nenas son  para el padre y todo eso de completar la parejita... (Retuerce la  ropa como si la estrangulara) Mire qué nena! (Muestra el pecho)  Varones dos y mellizos! Que son unos tesoros, angelitos... Díos me los conserve... (Salta por una   mordida  del  otro  costado) ¡Ayyy... Braian Leonardo! Son divinos... pero cómo muerden.  (Casi en llanto) No me los puedo sacar de la teta... angustia oral  dijo el  dotor... porque  parece  que el ambiente no  es  tranquilo.  Y claro,  los  angelitos quieren andar agarrados. Por  un  lado  es mejor porque yo ando con la cabeza por cualquier parte... y así no me  los olvido. ¡Pero el viejo! Eramos pocos y mi marido  que  se trae el padre. Que sería un santo, mire, si no fuera que  empieza a joder desde la una de la mañana. Y yo le digo: no me tome tanta agua Don Ramón, que después a la noche se le afloja el cuerito. Y él nada...se me hace el sordo y después a cada hora  está pidiendo el servicio y a los gritos, que como es sordo me despierta los nenes...y así estoy, cuando se duermen los mellizos, otra vez  el viejo  y de vuelta los mellizos... y el viejo. Menos mal que a  mi marido  con   tres trabajos y changas extras, las dos  horas  que duerme  no  lo despierta ni san Cristo. Pero una,  una  sola  para todo... que  hay que ver, que donde pestañee y al viejo  lo  ataje tarde,  ya  está  todito ensopado y que si no  lo  cambio  se  me paspa... ¡A  usté le parece que es vida, esto?! ¡Le juro  que  hay días,  mire, que ando despierta por dentro pero con los  párpados pegados!  Que el dotor me dijo que no preocupe, que  el  problema sería  si  fuera  al revés...pero yo no se... Y  al  viejo que le tiembla la mano y hay que cebarle el  mate  y empieza que tan caliente no, que ponele un poquito de fría y allá voy  yo y se la caliento. ¡Y que ahora está pa pelar  chancho!  Y allá voy yo y se la enfrío. ¡Justo a mi me toca este calvario que soy tan desgraciada que ni mate tomo! Ahora que digo: ¿vió lo  que salió en las noticias de ese viejo que le tiraron con la  caldera hirviendo? ¡Cómo puede haber gente tan salvaje digo yo! ¡Se  callaaan! Si no se pone los dientes no le  entiendo  nadaaa! Queeé?  (a la vecina) ¡Hasta esa desgracia tengo! Me  va  dejando los  dientes  por  cualquier lado. ¡Cada susto me  pego!  No  hay derecho  que una vaya a abrir la heladera y se encuentre con  los dientes en el caldo. Y no es por mal... pero a mi me  impresionan. ¡En lo poco que duermo,  sueño que una dentadura me persigue para comerme!  (Se  fija en la ropa tendida y se desespera)  ¡Ay,  no! Tendí  la  ropa seca! (La junta rápidamente) Entonces  guardé  la mojada  en el ropero? ¿Qué hice? Ay... a mí me va a dar  algo... ay, Díos  mío... ay qué ganas de suicidarme! No... pero no  se  asuste vecina... son  pavadas  que una dice... Mi marido  me  adora,  mis hijos son sanitos, el viejo jode pero los pajaritos  cantan... ¡Ya voy, no grite más! !Fabio Rigobertooo, descolgá al abuelo yaaa!

1 - Moverno, morimo, dotor, etc.: El personaje  omite letras de algunas palabras, aplicando un modismo lunfardo estendido en las zonas marginales de Montevideo.

ESCENA 7.

El hombre ideal

(Parda, Mamá y Mimí, rodeando compungidas un ataud imaginario)

 

MIMI - Feminista.

Pobrecito...

 

MAMA - feminista.

Era el hombre ideal.

 

PARDA - Feminista.

Y cómo fue?

 

MIMI -

Bien no se sabe... parece que tuvo un día normal.

 

MAMA  - 

Según dicen, se levantó como siempre a las 7 A.M. Como ella se va primero, él preparó el desayuno para los nenes y...

 

PARDA - ¡Era un ejemplo!

 

MIMI  - 

Café  con  leche para la nena, cocoa para el nene y  la  mamadera para  el más chiquito. Mientras hervía la leche, lavó los  platos del día anterior. Después  sacó la basura, paseó el perro y  regó las  plantas del jardín, pero según los vecinos, estas cosas  las hacía normalmente todos los días.

 

MAMA -

Levantó  y  bañó a los nenes y se tomó el trabajo de  curarle  la cola  al  más chiquito que parece que la tiene  paspada.  Sabemos esto,  porque lo dejó un momento con la vecina  mientras  llevaba los otros nenes al club. Fué al supermercado, hizo las compras  y de pasada a la zapatería porque al mayor se le había descosido un zapato.   Volvió  y levantó al nene y todavía se  quedó  un  rato hablando con la vecina... que le contó de su  última operación.

 

PARDA -

¡Un ejemplar fuera de serie!

 

MIMI -

Después  de  bancarse a la vecina deprimida. puso la ropa  en  la lavadora, planchó las túnicas. Parece que cosió más de un  botón, lavó y cocinó las espinacas para la noche. Porque la esposa  hace dieta,  tendió las camas, barrió el comedor. sacudió el living  y se fue a buscar los nenes al club.

 

MAMA -

Pasando después por la mutualista, para que le miraran al nene la cola  y  le recetaran otra pomada. Volvió con todos  derechito  a pelar  papas,  para el puercito del bebé y  viste  como  son  los chiquilines, siempre quieren papas fritas, así que les hizo.

 

PARDA -

¡Un paradigma del feminismo!

 

MIMI -

¡Shh...! no te alteres Fany, que estamos en el velorio.

 

MAMA -

Después consiguió que se lavaran los dientes, los peinó, les puso la  túnica, los llevó a la escuela y al chiquito a la  guardería. Justo la directora daba una charla obligatoria sobre el  desarrollo  del niño de 0 a 6 meses. Si zafaba quedaba como  mal  padre, imaginate...con todo lo que tenía atrasado en el trabajo.

 

PARDA -

Y le atacaron los nervios, pobrecito...

 

MIMI -

Seguro, porque cuando logró salir de la escuela, con un  complejo de culpa enorme, porque justo iban en los miedos de los nenes  de una  año,   llega corriendo a la parada para ver  que  perdía  el ómnibus. Un 147 que pasa uno cada media hora...

 

MAMA -

Dicen  que  lo vieron corriendo detrás del  ómnibus  como  veinte cuadras... corría gritando, con lo malo que es hacer eso.

 

PARDA _

Y qué gritaba?

 

MIMI -

Nadie le entendió. Pero date cuenta que el pobre santito, entraba a la una y el jefe siempre le echaba en cara que al llegar tarde,  ponía  de excusa a los nenes. Y tomar taxi todos los días, no  se puede.

 

MAMA -

Parece  que  el jefe... (Chisme) que andaba recaliente  porque  la mujer  lo engaña,  se la agarró con él. "Que si usted es padre  a mí  no  me  importa! Si tiene hijos no  trabaje."  Etc,etc..  La cuestión que le tiró con todo lo atrasado de dos semanas, más  lo que él ya de atrasado tenía, y le exigió que le entregara todo  a las siete en punto.

 

PARDA -

Ah... si, los cornudos se ponen histéricos.

 

MIMI  -  Y el santito que no había planificado quedarse  a  hacer horas extras, empezó a desesperar, pensando en quién iba a levantar  los nenes de la escuela. Porque la esposa está de mañana  en una  empresa,  pero en la tarde es tramitadora, anda de  un  lado para otro y él no la podía localizar.

 

PARDA -

Pobre... y no podía plantearle al jefe el problema de los nenes.

 

MAMA -

¡Eso! Que al final logró convencer por teléfono a la madre,  para que fuera a buscarlos. Ya anticipándose al lío que iba a tener  a la  noche con la esposa, que parece que a la suegra no  la  puede ver.

 

PARDA -

Un típico homus-evolucionado-estresado, pobrecito.

 

MIMI -

Salió  como loco para llegar a la casa a las siete y media,  para encontrarse con que a la vieja el nene más grande le había reventado  el  dedo gordo con una maceta. (Chisme)Según la  vecina  de enfrente,  la madre le gritó de todo...! Qué nunca más la  llamara para cuidar a esos monstruos, que eran unos maleducados  insoportables,  que  era  su  culpa que fueran  una  plaga,  no  nietos, que... etc. etc.

 

MAMA -

Conclusión:  Se puso a preparar la cena, mientras iba  bañando  a los más chiquitos y le vigilaba al grande los deberes. Les dio de cenar,  le puso la cremita al bebe, limpió los restos del  postre en  la alfombra, (había hecho flan), corrigió los deberes,  entró la ropa seca, puso la del día en jabón, dió una repasadita  general  a la casa, después de acostar a los nenes y tuvo tiemppo  de bañarse, areglarse y perfumarse para esperarla a ella con la mesa servida y con velas, para dos.

 

PARDA -

¡Una pérdida irreparable! ¡Un ejemplo para las sociedades machistas! 

 

MIMI -

!Shhh... Fany! Mirale la carita... el rictus de resignación.

 

MAMA -

Me contó la del piso de abajo... (Chisme) que parece que se siente todo...que  después de cenar ella quería hacer el  amor...a  toda costa...y él le decía que le dolía la cabeza. que estaba cansado, que  no podía más...pero al final...según la de abajo, se  sintió el  ruidito de la cama por un buen rato y más tarde  escuchó  que ella le pedía en té. Dice que sintió  el ruido de las zapatillas, arrastrándose  hasta la cocina...

 

PARDA -

Un esposo tierno, cariñoso, atento.

 

MIMI -

Quedó sentado, duro... con el sobrecito de té en la mano, esperando que hirviera el agua.

 

MAMA -

En fín... trabajó todo el día como una mujer.

 

(Se miran las tres y dicen al unísono: Que descanse en paz. AMEN)

PERSEGUIDA - La menopausia

 

(Frente  al  TV, en camisón pasado de moda. Encremada y  con  las cejas  maquilladas  exageradamente, un ojo amoratado y  el  labio partido. De ruleros, mira absorta la pantalla, sorbiendo ruidosamente  de un matecito de lata, alternando la bolsa de  hielo  por diversos machucones en el cuerpo.)

 

Tanda TV -

¿Usted  se mira al espejo? Si su cutis cruje cual una  hoja  seca, usted está necesitando MARAVILLA, la super crema. ¡No permita que el otoño se instale en su piel!  Con una sola aplicación nocturna de  MARAVILLA,  durante  un mes, logrará que su  cutis  luzca  de MARAVILLA. Y las manos de él ... la recorrerán!

 

PERSEGUIDA -

A mí me recorren igual... sin Maravilla. ¡Ay...!

 

Tanda TV -

Si   quieres   cambiar   tu   estilo;   verte   jóven,    bonita, elegante...¡Anótate en la escuela de modelos CHANELA donde encontrará  tu  verdadera  personalidad! (Ella ensaya  unos  pasos  de modelo, que deja enseguida, porque está reventada y se le  afloja la cadera)¡Dirigida por la propia; CHANELA y en sólo dos meses y medio, en otra mujer te convertirás!

 

Otra Tanda-

Él... se  deja seducir por la envolvente fragancia de  tu  cuerpo. Él... él  enloquecerá  con  el perfume de INSULS.  (Ella  toma  un aerosol y lo tira lejos) Usa INSULS, el único desodorante verdaderamente femenino y algo inesperado puede ocurrir!

 

PERSEGUIDA -

Si,  me  tapó un ojo porque ya tenía un desodorante y  me  compré otro. (Ilusionada) ¿Qué tal será esa crema maravillosa?

 

Otra Tanda -

Para  los días difíciles de toda mujer: ¡HISTEROL!  El  analgésico indicado, con exclusiva formulación femenina !HISTEROL,  para que luzcas radiante. En todo los días  del  mes! (Musiquita) !HISTEROL: Histerol, Histerol, para tus días  difíciles. HISTEROL, Histerol, Histerol, para pasarla bien! (Ella saca un blister y se traga un puñado con el mate)

 

PERSEGUIDA -

A  mi  ya se me retiró... pero sigo teniendo días  difíciles.  (Se toca  el  ojo  amoratado) De repente, tendría  que  cambiarme  el estilo...

 

TV -

Continuamos amigas, en la tarde de la mujer. Ahora con la doctora Maricucha Pons de LLuvet, quien nos hablará de la menopausia, ese tan  delicado en la vida de toda  mujer.  La  escuchamos, doctora...

 

PERSEGUIDA -

(Interesadísima) ¡PAh... justito para mí!

 

Doctora  -  (Terribles carraspeos y toses) La menopausia,  es  la contrapartida de la adolescencia y sus efectos son comparables  e igualmente naturales. Puede llegar sin trastornos perceptibles (La  Perseguida  con cara de no entender nada) O  pueden  existir molestias.  Pero al final del proceso es invariablemente  el  comienzo de una vida mejor.

 

PERSEGUIDA -

¡Dios te oiga, che!

 

Doctora - (Echando los pulmones) Las molestias o sonrojos... (Suena el timbre en lo de la Perseguida) Son comparables al rubor de la adolescencia: enrojecimiento de la cara y el cuello,  acompañados de golpes de calor y seguidos  por un escalofrío...

 

PERSEGUIDA -

Ah, si... golpes, si...

 

Doctora - Muchas veces provocado por un estado (Suena el  timbre) de nerviosismo o una atmósfera cálida...

 

PERSEGUIDA -

Cálido... más bien recaliente... cuando el Cacho anda caliente.

 

Doctora  - Pero a veces produciéndose en la cama, por  la  noche, jaquecas,  vértigo,  mal  humor,  angustia  e  incluso  depresión (timbrazo largo)

 

PERSEGUIDA -

De eso tengo todo.

 

Doctora -

O ganas de llorar sin motivo.

 

PERSEGUIDA -

¿Más todavía?¿Y encima sin motivo?

 

Doctora - (Más toses) Se puede presentar además... (Toses,  golpes en  la  puerta, timbre sostenido)

 

PERSEGUIDA  - (Ella totalmente abstraída no escucha nada más  que la TV.) Pero a las que somos pura risa, esas cosas no nos atacan.

 

Doctora  - Incapacidad para concentrarse, pereza,  aspereza,  retraimiento. variación en el apetito, dispepsia, flatulencia...

 

PERSEGUIDA -

El qué?

 

Locutora  - Todo eso y mucho más... después de la  tanda  seguimos con la Doctora. 

 

PERSEGUIDA -

Pucha,  siempre  hacen lo mismo, Cuando viene lo  mejor,  cortan. (Percibe  que  le  están tirando la puerta abajo  a  timbrazos  y patadas.  Se  vuelven a oir las tandas del comienzo.  Ella  salta aterrorizada  y a toda velocidad se saca la crema. Se quita  los ruleros, se pinta los labios, se pone un salto de cama  horrible, etc.)Ya voy... mi amorcito... me estoy arreglando amor.

 

VOZ de hombre -

Si... ahora  vas a ver como te arreglo. (Más golpes) ¡Abrí de  una vez, pasmada.

 

PERSEGUIDA -

(Apaga la TV y ensaya una pose seductora, suspira y dice señalando   hacia   la   puerta:)   !Ya   voy,   Pocholo... esperáte un poquito, che... ni que tuvieras la menopausia!

ESCENA 8.

La soledad.

(La  PERESEGUIDA muy vieja, en un sillón hamaca, con  una  maceta con horrible planta de flores de plástico, en los brazos)

De  repente a mi hija la Mimí, se le perdió el reloj.  Hace  como tres horas que la estoy esperando. Se le pierde todo a esa muchacha.  (Grita hacia un costado) Ursula qué hora es? Qué  hora  es? (Espera,  nadie  contesta)  Esta enfermera tien  puesto  bien  el nombre... es un  urso... hay  que ver la forma en  que  clava  las inyecciones... y  los supositorios... gracias a Dios que  yo  estoy bien... a mi lo único que tiene para darme es la hora... y ya  ven. Yo  estoy  aquí  para no darle trabajo a mi  familia... porque  yo quiero estoy. Así no le complico la vida a nadie. Además ellos me vienen  a  ver... Seguro que la Mimí perdió el  reloj.  Tiene  una suerte  esta muchacha. Enseguida encuentra quien le regale  otro. Hace poco tenía uno con la malla... todo de oro. Se lo regaló  un empresario porque ella le hizo un favor. Me salió tan trabajadora esta  muchacha y tan simpática... lástima que no ha tenido  suerte con  los maridos...pero bueno, tampoco le va mal... por lo  menos siempre consigue que alguien la lleve en el auto. Ahora dijo  que iba  a pedirle a un amigo que nos llevara hasta el cementerio  en el auto. Tenían que pasar antes por algún lado... ya no me acuerdo por dónde me dijo... seguro que perdió el reloj. (LLama  gritando) ¡Qué  hora es?! La otra que quedó en llevarme es mi  nuera... pero uno  nunca  sabe... yo  le dije a mi hijo: no  te  casés  con  una parda... son atravesados los pardos... pero el pobrecito se  enamoró. Yo no tengo nada que decir. Ella es buena, si... pero a mi  no me  gustaba  la  mezcla.  O  blanco  o  negro.  Las  pardas   son celosas... y  él  hay que ver lo que está de ocupado.  Siempre  de viaje... ni  para el día de la madre pudo venir... Tenía  razón  el escribano: sus hijos están muy ocupados, me dijo. Usté firme  acá y no les diga nada, porque esto es un trámite sobre las propiedades,  sin  importancia. Es tan simpático el  escribano... dos  por tres  me viene a ver. Y me trae flores y... no como dice  la  Tota que está muerta de envidia porque un hombre me viene a ver... Mire si  va a venir para saber si me morí. La Tota es una víbora.  Los hijos la pusieron acá porque no la aguantaban más. El otro día el escribano  me  trajo  bombones. La tota se puso  como  loca,  que podían estar envenenados, que no los comiera... que... ¡Úrsula, qué hora es?! Que... al final ni siquiera los probé porque la caja  se la  agarró el perro. Un mal enseñado es ese perro... pero  tenemos que  aguantarlo  porque es de la dueña de la  casa  de... teníamos bah...  por suerte desapareció el perro... nadie sabe. Se fué  con mis  bombones  el sinverguenza... y yo que quería convidar  a  mis nietitos... no  se  si  aguantarían  frescos  hasta  el  día   del abuelo... cuando vinieron el año pasado, los convidé con galletitas. El más chiquito me preguntó si yo era una vieja de mierda... Eso es porque acá está lleno de viejos de mierda. Yo le dije a mi nuera:  hacés bien en no traerlos  seguido. Acá no hay  buen  ambiente  para los niños. Lo mejor es que me vengan a buscar  y  me lleven  a  verlos a su casa... pero con  la  vida  moderna... están tan ocupados. El que me sacó dos por tres es el  escribano. Me  lleva  a tantos lados... está como  enamorado... diga  que  una ya... inventa  juegos...  El  domingo  fuimos  a  pasear  por   el puerto... quería  que yo caminara saltando en un pié por el  borde de  la  dársena... es tan divertido ese  muchacho... primero  probó para  mostrarme  que no daba vértigo y  pobrecito... tuvieron  que rescatarlo.  ¡Como   veinte   marineros   se   tiraron    al agua... ¡Úrsula...! ¡Contestáme desgraciada!

 

PARDA -

Usted siempre tan amable. ¿Cómo anda?

 

PERSEGUIDA -

Bien...  y los nenes? ¿Por qué no los trajiste?

 

PARDA -

No es lugar un cementerio, para llevarlos,  no le parece?

 

PERSEGUIDA-

Viniste en el auto?

 

PARDA -

No.  Su hijo me explicó que tenemos que tomar el 125. Se fue  con el auto al estadio. Dice que después no encuentra en que venir...

 

PERSEGUIDA -

Un 2 de noviembre... hay partido en el estadio?

 

PARDA -

¡Hoy es... 2 de noviembre?

 

PERSEGUIDA -

Vos nunca sabés ni en que día vivís... yo se lo dije al nene...

 

PARDA -

¡Me dijo que había clásico por el feriado...yo lo mato a este!

(Sale furiosa, muy apurada)

 

PERSEGUIDA -

No te vayas nena... ¿y quién me acompaña al cementerio?

 

MIMI -

(Entrando nerviosa) Dale mamita... vamos... dale... que Julio César dejó el auto mal estacionado...

 

PERSEGUIDA -

Pero ¿qué les pasa a todos hoy?  ¿Por qué andan tan apurados?

 

MIMI -

(Saliendo,  llevándola  casi de arrastro) Te dejamos  de  pasada. Después te venís en un taxi, porque Julio César tiene una reunión de  directorio  y no podemos estar esperando que vos  riegues  las plantas de plástico y todo eso...

 

PERSEGUIDA-

-  Ayer miramos "El jardín de los placeres prohibidos". Yo no  se los  grandes...se entretienen con cada pavada. Se trataba  de  un jardinero  que iba de casa en casa y de jardín en  jardín.  Todas las   señoras   lo   contrataban.   Tenía   unos   músculos   ese jardinero... había  que  ver como plantaba y  regaba,  plantaba  y regaba... y todas se quedaban contentas y lo contrataban para otra vez... Pero  de la semillita no aparecía nada... A mí lo único  que me  quedó  claro es la importancia que en esta  vida  tienen  los jardineros. Ahora entiendo porque hay tantas casas de  apartamentos... Yo cuando sea grande voy a tener un jardín. ¡Qué necesarios son los jardineros!

Ana Magnabosco

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