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Escribiendo en la Arena: Bulimia y Trastorno de Personalidad Múltiple

Dr. Félix E. F. Larocca  

Un poco de conocimiento, es arriesgado para la individualidad --- si se trata del TPM --- como ya veremos.

 

La Bulimia es una condición de notoriedad gregaria. Gregaria porque se asocia con un número de patologías, muchas esperadas y otras sorprendentes.

 

En seguida listamos las mejores conocidas, con las que sabemos, se asocia:

 

· Con la anorexia y la obesidad, como parte de un continuo sintomático

· Con la cleptomanía

· Con el uso y abuso de sustancias

· Con la experimentación sexual prematura y aventurada

· Con la rumiación

· Con la automutilación

· Con la codependencia

· Con los trastornos afectivos

· Con la diabetes

· Con la actividad gimnástica exagerada y los ejercicios extremos

· Con la psicopatía

· Con la mentira habitual

· Con la personalidad mimética

· Con la personalidad histriónica

· Con la personalidad limítrofe

· Con los trastornos deficitarios de la atención y, con otros actos impulsivos ---  y, ahora, quizás

· Con el trastorno de la personalidad múltiple

 

Es como si la bulimia atrae como víctimas a personalidades fluctuantes y con bajos niveles de regulación afectiva

 

Schwärmerei

 

Antes de avanzar más en esta tesis, aquí introducimos un término de origen teutónico.

 

Schwärmerei significa, moviéndose en horda o en enjambre (como se desplazan insectos en sincronía biológica). También representa un entusiasmo intenso por personas carismáticas, y por ideas y tendencias que a muchos atraen.

 

Las disorexias, como schwärmerei

 

Hilde Bruch las resumió, cuando tantos nuevos casos surgieran de los trastornos del comer, que caracterizaran la “epidemia de los años sesentas”, en los EEUU, como: “me too anorexics”. Ya que para muchas mujeres, constituyó imitación y poco más.

 

La bulimia, en su aparición en dormitorios universitarios, como “contagio”, adquirió mucho más notoriedad en este respecto, ya que la prensa norteamericana describiría en grotesco detalle las partidas de mujeres que “celebraban” en conjunto las llamadas, scarf and barf parties; las que consistieran en atracones colectivos, seguidos por emesis general --- cuyos efectos corrosivos, al final destruirían la plomería de los inodoros del recinto.

 

                                    

En el léxico privado de una de mis pacientes, a quien conocerán más adelante, los hartazgos, bulímicos, colectivos, para ella y sus compañeras, se llamaban, “eventos”.

 

Por ejemplo, un “evento de pollo” consistiría en la compra de varias cubetas de pollo atiborradas con todos sus adornos, para consumirlos rápidamente y luego vomitarlos.

 

Quien más rápidamente comiera era la ganadora de la gesta furtiva.

 

Pero, el “mercadeo” de la bulimia era intensivo, ya que mujeres cuyo anonimato era destino; entrarían en la escena reportando a los medios de comunicación sus propias actividades, embelleciendo sus peripecias con detalles grotescos.

 

Mientras más repulsivo los detalles, mayor la publicidad acordada.

 

La bulimia se tornaría asimismo en enfermedad de “confesión” para muchas celebridades, quienes como Jane Fonda, siempre estarán listas para encontrar razones para recibir publicidad gratuita, lo que incrementó el poder del contagio.

 

Schwärmerei

 

Otros síndromes emergieron, en Norteamérica. País, donde el suicidio de alguna celebridad, ocasiona, a menudo, una racha de muertes por imitación.

 

Luego, como por infección, se presentaron casos del Trastorno del Estrés Post-Traumático, de la personalidad “borderline” o limítrofe, del Trastorno Obsesivo-Compulsivo y el de la personalidad múltiple.

 

Un nicho se abrió para todas las patologías…

 

Mientras que esto ocurriera en el campo de la psiquiatría, los hipnotistas de vodevil, estaban “regresando” sus víctimas, en la televisión, a épocas remotas, donde serían compañeras de infancia de los faraones egipcios, de Alejandro Magno, y retrocediéndolas a épocas más distantes todavía, donde “visitarían” con personajes del período --- olvidando, convenientemente,  el lenguaje que de antaño hablaran.

 

Cabaret

 

                                  

 

La era de la personalidad múltiple alborea

 

Mi amigo Larry Kuhn (no relación con Thomas, del que más adelante hablaremos); en su práctica de psiquiatría, acumuló una verdadera colección de pacientes con personalidades múltiple que, parecieran competir entre ellas, para ver quién sería la que albergara más identidades distintas.

 

¡Aplauso!

 

Yo ya había visto la película, inspirada por H. Cleckley, basada en su libro: The Three Faces of Eve, publicado en el año 1956.

 

No me impresionaron ni el libro ni la película --- ahora, gozando de más conocimientos históricos, el asunto me parece bien sórdido.

 

Este libro y su adaptación cinematográfica, hicieron más impacto en el mundo intelectual, que los trabajos paradigmáticos que Cleckley publicara, clarificando la psicopatía, y citados en mis ponencias acerca de este mismo síndrome.

 

La película, a pesar de una actuación excelente por dos actores famosos, me dejaría tan frío, como me dejara el término “bulimarexia” popularizado por M. Boskin-White --- A lo que debo añadir que, a mi falta de entusiasmo por el término; que el mismo desdén, H. Bruch expresaría, cuando lo llamara “una atrocidad de la nomenclatura”, cuando nos conociéramos, durante una conferencia, en Northwestern University en Evanston.

 

Prosiguiendo

 

Entonces, un día, tuve la oportunidad de recibir en consulta, referida por el mismo Larry, a una enfermera quien sólo albergaba dos personalidades, pero que asimismo estaba descontrolada en el aspecto bulímico de las dos alters que se alojaban en su mente, ya que ambas compartían el último diagnóstico.

 

                         

                                    Circumvention. British J. of Psychiatry

 

Una personalidad era cantante, la otra enfermera graduada. La enfermera era zurda --- pero, la cantante era analfabeta --- aunque prefería el uso de la mano izquierda para fumar, y para marcar los números de teléfono --- de acuerdo a lo que su terapeuta, observara en una sola ocasión.

 

Nunca determiné si cantara bien, aunque sospeché, quizás maliciosamente, que lo del analfabetismo sería para no tener que usar la mano derecha de manera dilatoria, en presencia de otros.

 

Reconocí a la paciente y la tratamos como caso ambulatorio, asignándola a la terapia individual y de grupos.

 

El terapeuta, quien la siguiera, consideró que ella era “borderline” y decidió soslayar la emergencia de la persona cantante, concentrándose en el tratamiento individual de la enfermera, quien bajo su experto cuidado, mucho mejorara.

 

La mujer en cuestión, por su parte, decidió abandonar la terapia de grupo, porque en las pocas instancias en que la personalidad artística surgiera, los miembros del grupo se burlaban de ella, acusándola de tratar un ardid histriónico, “para atraer la atención de los demás”.

 

Yo mantuve mis dudas secretas acerca de la personalidad múltiple.

 

                             

 

Entonces leí lo siguiente en el British Journal of Psychiatry --- para mí una de las mejores publicaciones que existen en el campo de la psiquiatría.

 

Mi traducción sigue:

 

“La manufactura de personalidades: La producción del desorden de la personalidad múltiple

 

“Un número sin precedentes de casos del multiple personality disorder MPD, se ha diagnosticado, primariamente en Norteamérica desde el 1957. La publicidad extensa recibida por este concepto hace que permanezca difícil que nuevos casos aparezcan sin haber sido motivados por la sugestión o previa predisposición.

“Para determinar si el MPD alguna vez fuera un fenómeno de aparición espontánea. Se examinó una serie de casos contenidos en la literatura antigua, enfatizando la determinación de diagnósticos alternativos que pudieran ser responsables por este fenómeno --- cuando fuera diagnosticado --- y en la manera precisa en que la primera personalidad apareciera.

“Los primeros casos encontrados involucraron amnesia, fluctuaciones extremas de estados de ánimo, y, en ocasión, evidencia de trastornos orgánicos cerebrales.

“Las personalidades secundarias, frecuentemente eran inducidas por medio de la hipnosis. Varios pacientes amnésicos fueron entrenados a exhibir sus nuevas identidades. Mientras que otros demostraron iatrogenia palpable.

“Además, se confirmó que en ninguno de los reportes se había excluido la posibilidad de la producción artificial del síndrome.

“Esto indica que el concepto ha sido elaborado del estudio de la consciencia y de su relación con la idea del ego (self).

“Entonces, el diagnóstico de MPD representa una orientación falsa de esfuerzos que obstaculiza la resolución de patologías severas en las vidas de estos pacientes”.

H. Merskey

University of Western Ontario, London, Canada

The British Journal of Psychiatry (1992) 160:327-340

 

Por más de quince años esa carta al editor, reverberó en mi mente, por lo que, cada vez que el concepto de esta condición en mi presencia surgiera --- de manera directa o indirecta --- lo rechazaba.

 

                                      

                             Cambio de paradigma. Artista desconocido.

 

Por un instante, permitan que explique, aunque en breve, en qué consiste un desvío para­digmático de acuerdo a Thomas Kuhn. Filósofo de la ciencia de quien más adelante leeremos en otras ponencias.

 

Básica y sucintamente, un cambio paradigmático, representa un desvío dramático en toda metodología y práctica aceptada en cualquier campo del conocimiento, el que finalmente, afectará el modo cómo todas actividades, futuras, en el mismo campo, serán implementadas.

 

La neurociencia, representa la mayor variación paradigmática que las ciencias del comportamiento humano y la neurología han experimentado desde que Freud introdujera el psicoanálisis.

 

                                   

 

El filósofo y científico Thomas Kuhn dio al paradigma su significado contemporáneo cuando lo adoptó para referirse al conjunto de prácticas que definen una disciplina científica durante un período específico de tiempo. El mismo Kuhn prefería los términos ejemplar o ciencia normal, que tienen un significado filosófico más exacto.

 

Otro desvío. Este en honor a Sir Isaac Newton, quien, por coincidencia naciera como Cristo --- pero, muchos siglos después --- el 25 de diciembre del 1642, y quien lo hiciera el mismo año en el cual Galileo muriera…

 

Veamos algunos detalles acerca de la vida de Newton

 

Si el Premio Nobel existiera cuando Newton vivió, entre él y más tarde, Albert Einstein, pudieran haber ganado ocho premios --- en el mismo verano --- (cuatro, cada uno) por sus contribuciones avanzadas a la física.

 

Ambos, Einstein y Newton contribuirían a nuestra noción actual de los paradigmas y de sus desvíos --– aún en las neurociencias --- por las repercusiones físicas y prácticas de sus descubrimientos --- como es la aplicación, en todas las ciencias, de la segunda ley de la termodinámica.

 

Procedamos, entonces con la personalidad múltiple

 

Hablemos de los Trastornos de Identidad por Disociación, como los define la biblia precaria de la nomenclatura norteamericana:

Criterios para el diagnóstico de Trastorno de identidad disociativa: DSM-IV-TR (300.14):

“A. Presencia de dos o más identidades o estados de personalidad (cada una con un patrón propio y relativamente persistente de percepción, interacción y concepción del entorno y de sí mismo).

“B. Al menos dos de estas identidades o estados de personalidad controlan de forma recurrente el comportamiento del individuo.

“C. Incapacidad para recordar información personal importante, que es demasiado amplia para ser explicada por el olvido ordinario.

“D. El trastorno no es debido a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., comportamiento automático o caótico por intoxicación alcohólica) o a una enfermedad médica (p. ej., crisis parciales complejas).

“Nota: En los niños los síntomas no deben confundirse con juegos fantasiosos o compañeros de juego imaginarios”.

No es mucho… pero, algo es algo, y aun demasiado, si es que proviene de los “cerebros” del DSM-etc.

El trastorno de la personalidad múltiple, como la obesidad, se consideran, para muchos, aspectos exclusivos de la cultura americana.

                                            

                                                              No, no pseudociesis…

Pero, no, no siempre. Sir Michael Rutter nos decía en Saint Louis: “When it happens in America, it’s always more, and more so…” (Refiriéndose a que lo que a todos nos afecta por todo el mundo y de cómo los americanos lo incorporan, exagerándolo en su medida, adaptándolo a su manera de ser…) a lo que añadimos --- cuando lo que sea, llegue a nuestros países --- será mucho más exagerado de lo que con los americanos sucede.

Así, que esperemos que el TPM tenga su arraigo en nuestro medio, ya que, à la Larry Kuhn, aquí se presenta con bastante frecuencia --- por lo menos, recientemente.

Schwärmerei

Entonces, veamos de qué se trata.

TPM

No es virtud equivocada la de poder adaptar nuevas actitudes, descartando el escepticismo como principio de evaluación de lo que antes nos impresionara, como careciente de explicación lógica.

Por ejemplo, cuando Mendeleyev organizó los elementos, de acuerdo a sus pesos atómicos, para crear la Tabla Periódica, se percató de que algunos de los componentes no “ajustaban” como debieran --- porque su peso atómico parecía equivocado --- En lugar de descartar esos eslabones, decidió que quizás las medidas tomadas eran incorrectas, lo que más adelante sería corroborado.

Dicen que el distinguido astrónomo inglés, Sir Arthur Eddington solía repetir la máxima paradójica: “Nunca crean los resultados de los experimentos, hasta que éstos sean demostrados por la teoría”.

                                               

Otro ejemplo en los cambios de los paradigmas proviene de los hallazgos que nos proporcionara el meteorólogo alemán Alfred Wegener, quien notara que la costa oriental de la América del Sur y la occidental del África se corresponden como si fueran parte de un inmenso rompecabezas.

Wegener asimismo reparó en que un pequeño lagarto prehistórico, de agua dulce, el “mesosauro”, se encontraba en sólo dos lugares en el globo terráqueo, en el Brasil y en el África Occidental.

No pudiendo, el diminuto reptil de agua dulce, ser capaz de nadar la distancia marítima entre los continentes, dedujo, que el lagarto vivió cuando ambas masas geológicas estuvieran aunadas.

El científico, demostró hábilmente que los dos continentes estuvieron fusionados en un distante pasado, señalando la noción de la tectónica de placas.

                            

Muchos descubrimientos y teorías fueron avanzados antes de que se conocieran los métodos para demostrarlas. Darwin propuso la teoría de la evolución antes de se conocieran con precisión los mecanismos de la genética.

Para muchos investigadores, el trastorno de la personalidad múltiple, si es que se demuestra su existencia, nos proveería un hallazgo de la mayor importancia, tanto neurológica como psicológica.

El síndrome fue inmortalizado en la obra profética de Robert Louis Stevenson, El Extraño Caso de Dr. Jekyll y Mr. Hyde.

En la novela se describe una persona que asume dos personalidades distintas, mientras permanece ignorante de la existencia de la otra.

Cuando investigamos la literatura para esta ponencia hicimos hallazgos muy sorprendentes. Un caso en que se describe una personalidad como diabética y la otra que no lo es. Otros describen alergias que no son compartidas entre ambas personalidades, como igualmente, la existencia de defectos de refracción ocular en un alter y no en el otro.

Lo antedicho, puede resumirse a que este síndrome desafía todo sentido común en sus manifestaciones.

Pero existen bases culturales en nuestro modo de expresión:

·         “(Ese) no fui yo quien lo hizo”

·         “Te portas como si fueras alguien más”

·         “Cuando estoy en grupos, soy otra persona”

·         “Doctor, a veces como actúo, me hace pensar que tengo personalidades múltiples en mí”

Sería de importancia poder explicarlo cuando encontremos un caso, como recientemente lo hiciéramos, en una paciente con bulimia nervosa, cuyo caso estudiaremos; luego de revisar lo que se acepta como información factual acerca del TPM.

                            

                                                                      Sybil

TPM

El trastorno de la personalidad múltiple, Trastorno de identidad disociativa (DSM-IV), es una enfermedad mental en la cual un persona exhibe múltiple identidades o personalidades, cada cual con su propio patrón de percibir y de interactuar con el entorno.

El diagnóstico requiere que por lo menos dos personalidades asuman control del comportamiento del individuo con una pérdida asociada de la memoria, que excede lo normal y que no son resultado de trastornos por abuso de sustancias o condición médica.

Como apreciáramos en la carta de Merskey que reprodujéramos en párrafos anteriores. Este diagnóstico se considera parte del folklore científico norteamericano, su existencia dudándose en muchas otras partes del mundo.

Los síntomas son floridos y variados. Pudiendo ser severos o no.

Los más típicos incluyen, pero no se circunscriben a los siguientes:

·         Dolores de cabeza o molestias de otros órganos.

·         Distorsión en la percepción subjetiva del tiempo.

·         Despersonalización.

·         Amnesia.

·         Depresión.

·         Aparición de personalidades múltiples. Un promedio de 10, pero pueden ser solamente dos ó cien.

·         Las personalidades se comportan y se proyectan como siendo esencialmente diferentes.

·         Episodios de amnesia. En los que se olvidan personas, lugares y eventos.

·         A menudo los pacientes se sienten suicidas.

·         La auto-mutilación es común.

·         1/3 de los pacientes reportan alucinaciones visuales o auditorias.

·         Existe una inhabilidad de enfoque en memorias de la niñez.

·         Un alto porcentaje de trauma y de abuso infantil se reporta en la mayoría de los casos

·         Un número significante de estos individuos sufrió de trastornos de comportamiento, durante la infancia.

Otros síntomas comunes existen, que evocan la esquizofrenia, epilepsia, trastornos de ansiedad, trastornos bipolares, el estrés pos-traumático, trastornos múltiples de la personalidad, trastornos del comer --- con resultados diagnósticos frecuentemente equivocados y conduciendo a tratamientos inefectivos.

                                

Muchos pacientes han reportado períodos de amnesia que los llevaran muy lejos de sus entornos, para despertar en mundos extraños, en medio de estados de confusión y terror.

Pato fisiología y causas

                 

Debido a que es un cuadro clínico extraordinario, sus mecanismos no han sido establecidos en de manera conclusiva.

 

Se estima que aparece en un 7% de la población y que debido a la posibilidad de que al paciente lo tilden de “loco” y al psiquiatra de sensacionalista, que muchos casos permanecen no reportados.

Los factores causativos se consideran que combinan estreses abrumadores. Como serían traumas por falta de aceptación como niños, y una habilidad personal innata, de disociar memorias poco placenteras dentro de la mente.

Un porcentaje muy alto --- 97-98% --- reporta abuso de niños.

Psicológicamente. Se concurre en que este síndrome es un disturbio de las funciones normales de integración afectiva, de memorias, de identidad y de conciencia --- concluyendo que TPM es un fallo en lograr la consistencia de un ego de firmeza y estabilidad intrapsíquica.

                                       

Los investigadores y clínicos que lo estudian creen que las defensas disociativas son comunes durante el desarrollo temprano normativo y que traumas severos de naturaleza sexual, física o emocional, pueden resultar en un “escape” del niño, vía un distanciamiento del ego mismo y del entorno que sobrelleva; lo que reduce la intensidad del trauma padecido. Con una amnesia total o parcial como resultado.

De esta manera, el individuo logra, aislar los elementos penosos de las partes del ego que todavía permanecen funcionales.

Este proceso, se conoce como la disociación.

Como tal, la disociación, sirve un elemento de adaptación, porque permite el escape, del dolor, mientras el trauma ocurre.

Se postula, que la reiteración traumática, con la disociación resultante, conlleva a una inhabilidad de ordenar los elementos reprimidos en una memoria explícita, conduciendo al desarrollo de la organización de múltiples personalidades cada una operando por sí solas --- con sus propios estados de consciencia.

Entonces, parece ser, que los aspectos aislados y refrenados, de los egos fragmentados por la experiencia traumática. Pueden resultar sirviendo, como mecanismos para poder confrontar toda experiencia dolorosa, como sucede normalmente en la vida --- a la sazón, la experiencia, como respuesta condicionada al trauma, sobrevive --- en este último caso, constituyendo el aspecto más importante en esta fenomenología adaptiva.

Pero, estas elucubraciones psicodinámicas nos dan oportunidades especulativas, aunque, a la vez, fallan en proporcionarnos una explicación lógica y científica para la aparición del TPM.

La neurociencia --- lo que al respecto nos dice…

Lo primero que puede establecerse es que los pacientes que se suponen que sufren del TPM asimismo se quejan de depresiones recurrentes, de ansiedades agobiantes, de ataques de pánico, de fobias, de explosiones de rabias inexplicadas, de baja autoestima, de abuso de sustancias, de bulimia, anorexia y del comer compulsivo, de disfunciones sexuales, de pérdidas de la noción del tiempo, de lagunas en la memoria, de sentimientos de pérdida de la noción de lo real, de flashbacks (regresiones hipnagógicas), de pensamientos intrusivos, de híper vigilancia con imágenes de traumas, y de trastornos del sueño.

Para colmarlo, se ha documentado, que estos pacientes, en un 80-100%, califican para un diagnóstico secundario del trastorno del estrés post-traumático (TEPT).

Causas orgánicas de disociación se sospechan y, en algunos casos, se conocen. Por ejemplo, se ha establecido su existencia en casos de epilepsia del lóbulo temporal. También se han documentado en la privación del sueño, en la privación sensorial, en los accidentes de origen cerebro vascular, en casos de encefalitis, y en la enfermedad de Alzheimer.

De mayor interés es el hecho de que la congruencia del ego puede ser afectada cuando se secciona el cuerpo calloso. Esta última se ha conocido históricamente, como el tipo de identidad, “Jekyll y Hyde”.

Es, precisamente, debido a estos hallazgos que la neurobiología del TPM ha avanzado en tiempos recientes.

Lo que el estudio de los trastornos del TEPT nos proporciona

Parece ser que los pacientes del TEPT presentan más comúnmente es la fragmentación de eventos relacionados al trauma. Varias regiones del cerebro se movilizan cuando, bajo instrumentos que miden la actividad del cerebro, los sujetos tratan de revivir las memorias dolorosas.

El área de Broca, importante la traducción de las experiencias subjetivas en la expresión hablada, se muestra singularmente inhibida. Mientras que áreas en el hemisferio derecho que procesan imágenes visuales se estimulan de manera muy vívidas.

Es obvio que, áreas de información perceptual y emocional cerebrales, están aisladas entre sí y seccionadas --- de esa manera, incapaces de proveer un todo congruente.

Como sabemos, un área del cerebro es incapaz de procesar la información de que dispone a menos de que existan medios de comunicación. Como consecuencia, la comunicación entre las neuronas requerida para este tipo de integración informática no ocurre a menos que las trazas neurales estén conectadas físicamente (la ley de la contigüidad física).

                                          

La naturaleza propia del trauma parece resultar en el aislamiento mecánico de mallas neuronales dentro del cerebro. Se colige que divisiones repetidas conllevaría a alteraciones profundas en los circuitos nerviosos. Lo que resultaría en el cerebro dividido y en la aparición de la fenomenología del TPM.

Los eventos traumáticos, se reconoce, que son mediados por las actividades de neurotransmisores conocidos en quienes padecen del TEPT y del TPM.

Las sustancias más importantes en este respecto son la norepinefrina, el factor que cataliza la corticotropina, el cortisol, los opiatos, la dopamina y la serotonina.

Sustancias que, a corto plazo, nos garantizan la supervivencia y, que, a largo plazo la menoscaban --- por su efectos deletéreos en las neuronas, cuya muerte causan, porque terminan comportándose, como si fueran neurotóxicas.

En un estudio, se comprobó que pacientes que sufrieron abuso en la niñez, disponían de un hipocampo reducido por un 12%, comparado con un grupo de controles.

Estas lesiones al hipocampo pueden ser responsables por la amnesia disociativa y por la fragmentación de las memorias traumáticas.

La edad hay que considerarla, ya que durante el crecimiento individual los eventos que convergen en el desarrollo del ego son vulnerables a la menor interferencia --- aunque éste resulte ser eminentemente plástico --- siempre y cuando --- los traumas no sean repetidos o crónicos, como sucede con el TPM.

Podemos concluir que neurobiológicamente, las injurias de la niñez afectan de manera permanente la estructura del cerebro en estado de crecimiento.

Además, el hecho de que el niño no ha desplegado una función estable que representa el ego, lo hace mucho más susceptible a la fragmentación. He aquí donde se torna posible la noción de que un cerebro en estado de disociación constante no tiene más opciones que la de evolucionar ego-fun­ciones independientes y separadas entre sí.

Hans Selye, postuló los mismos mecanismos para explicar la ocurrencia de curas, o transformaciones “milagrosas”. Logradas para establecer un equilibrio emocional y para escapar el estrés impuesto por las minusvalías de las dolencias crónicas que producen incapacidades.

Nadie mejor que Selye, pudo explicarnos los impactos negativos de las reacciones del estrés en nuestro sistema nervioso --- conduciendo, cuando sostenido, a la degeneración celular.

El cerebro en estado de desarrollo normativo, se encuentra en medio de un proceso de integración del ego y de la consciencia. Sería lógico deducir, que cuando los traumas quebrantan este proceso, que lo que resulta es un caleidoscopio de personalidades aisladas.

Una revisión sistemática de la literatura, conducida para este artículo, es poco conclusiva para establecer con certidumbre los parámetros neurológicos que explican ambos: el TEPT y el TPM.

Para quienes se interesan en la historia de la neurología y de la psiquiatría, los trastornos histéricos y los del estrés pos-traumático, incluyendo el TPM pueden ser muy instructivos y de interés especial.

Muchas teorías y teóricos, han sido desacreditados en el proceso, incluyendo Charcot, quien muriera para que muchos de sus pacientes famosos fueran desenmascarados como fraudes.

La publicación del libro Las Tres Caras de Eva, fue un estímulo importante a la resurrección del TPM y a su propagación como entidad diagnóstica.

La saga detrás del libro es ilustrativa de las vulnerabilidades que manifiestan profesionales en búsqueda de fama a costa de la verdad.

La publicación del libro Sybil inició una resurgencia de estos problemas, con un estimado por Joan Acocella de 40,000 casos diagnosticados entre los años 1985 y 1992, en Norteamérica.

Y, la publicación reciente de A Fractured Mind, sólo añaden a la confusión y a la persistencia del schwärmerei.

Hasta la fecha de hoy, no existe un cuerpo de conocimiento científico para establecer la razón del retorno de este fenómeno singular.

Gracy

Nació con muchas ventajas y muchas desventajas.

Prematura, con complicaciones maternales de placenta previa y problemas respiratorios.

Hiperactiva de niña, su desarrollo fue asimétrico hasta que iniciara el preescolar.

Su apetito por la comida de todo tipo era insaciable, ganando de peso constantemente.

Sus padres, de posibilidades económicas amplias, la llevaron a varios países para combatir su gordura --- lo que fuera difícil, ya que ésta era una familia de obesos.

A los catorce años, desesperada, Gracy viviría un período de “anorexia fugaz”, seguido por una fase de tres años de bulimia con aumento de peso pertinaz.

Nos conocimos, poco después de celebrar sus quinceañeros trabajando en terapia intensiva que le fuera de utilidad.

Una vez, la mamá me llamó para decirme que deseaba mi opinión en un asunto que la preocupara, acerca de Gracy.

Aparentemente, la niña --- de diecinueve años --- mantenía un diario secreto desde que cumpliera los once años cuando lo comenzara a escribir.

Peculiar acerca de este instrumento sería que en él se refería a dos personas: Vanny y Yoa.

Ambas eran hembras, de edades idénticas, pero de características muy diferentes.

Una vivía en Miami donde se consideraba la “chopa” de su colegio, por la cualidad promiscua e indiscriminada de sus actividades sexuales, mientras que Yoa, era recatada, estudiante ejemplar y un modelo de buenos comportamientos.

Yoa residía en un lugar distante en este país, al que Gracy nunca había ido.

En estos momentos, Gracy estaba envuelta en una relación homosexual con una compañera de la universidad, lo que llenaba de preocupación a los padres.

La mamá añadió que confrontó a la hija con su descubrimiento, la que solicitara una sesión de terapia conmigo.

Gracy me comunicó que ella fue abusada sexualmente por uno de sus tíos y dos de sus primos, durante una visita a Miami, cuando tuviera cuatro ó cinco años. Que temió compartirlo con sus familiares cercanos por miedos de la reacción que tendrían.

Entonces comenzó sus labores de escribir el diario, haciéndolo, mientras sentía que ella era la personalidad que hiciera las entradas en el journal.

Que para ella la más atractiva de sus alters era Vanny: “Puta, sensual, irresponsable, en drogas --- y haciendo todo lo que se antojaba”.

“Cuando iba a pasar los veranos en el campamento, todos, en los Estados Unidos me conocían como Vanny. Allí aprendí no sólo el inglés sino todo lo que hay que saber acerca del sexo y de las drogas.

“Tuve dos abortos y nadie aquí lo supo, porque el dinero que me daban mis padres me sobraba para cubrirlo todo.

“Gracy, para mí era la personalidad falsa, ya que con ella es con quien tengo problemas.

“Gracy, fue su paciente --- usted sabe, la bulímica. Alguien que ya no existe. Gracy murió.

“Yoa está ahí. Como rueda de repuesto --- a donde algún día iré, porque es donde tendré que ir. A ella ni la conozco.

“Usted está con Vanny, en este momento. ¿No lo ve? Con maquillaje excesivo, provocadora y con un mundo por delante de posibilidades.

“Mientras que Gracy, debió de haber sido monja…”

La terapia comenzó de nuevo con una nueva paciente cuyas memorias estaban establecidas en años previos de escribir en su diario.

                           

En resumen

Aunque parezca irrisorio para algunos, yo creo en la veracidad del relato de Gracy y de la existencia de Vanny, ya que nunca he escuchado a Yoa decir una sola palabra.

Para mí este informe es de importancia singular porque abre nuevas vistas a nuestros entendimientos del ser humano, como lo hiciera un clásico olvidado --- también --- de personalidades múltiples, The Jet Propelled Couch: and Other Psychoanalytic Tales por R. Lindner, mencionado en mi artículo La Transferencia en la Psicoterapia.

 

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Dr. Félix E. F. Larocca

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