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El autismo y su entendimiento
Dr. Félix E. F. Larocca

En su última edición del mes de mayo, el semanario TIME exploró en portada diversas ‘nuevas pistas sobre el mundo oculto del autismo’. Fue un psiquiatra austriaco/estadounidense, Leo Kanner, quien acuñó el término de autismo por primera vez, hace unos 60 años, para referirse a una enfermedad “mental” calificable dentro del grupo de trastornos del desarrollo y caracterizada por una escasa interacción social, problemas en la comunicación verbal y no verbal, actividades e intereses gravemente limitados, inusuales y repetitivos.

 

                              

La definición no es tan exclusiva como parece, puesto que otros síndromes conocidos cursan de un modo similar: el síndrome de Asperger, el síndrome de Rett, el trastorno desintegrativo infantil y el trastorno general del desarrollo no especificado o atípico. Los expertos estiman que de tres a seis de cada mil niños padecen síntomas del autismo. Aunque la estadística se aplica a ambos sexos, nacer varón y judío comporta un riesgo cuatro veces mayor de sufrir autismo que nacer hembra. En la actualidad, los neurocientíficos reclaman que las enfermedades del espectro autista responden más a un fallo cerebral que a un comportamiento distorsionado, por lo que desligan dicho trastorno del ámbito psiquiátrico.

Porque el sustrato orgánico está establecido, la dieta en estos niños es de importancia crucial.

Desde los Centers for Diseases Control and Prevention (CDC) de Atlanta, Georgia, se especula con que los trastornos del espectro autista podrían ser mucho más frecuentes de lo que se piensa y se reporta. Hablan, en concreto, de que afecten a uno de cada 166 nacimientos, doblando las previsiones realizadas hace sólo 10 años y multiplicando por diez las formuladas en el momento en que se identificó la enfermedad. Esta circunstancia ha suscitado la crítica de los neurólogos, que en EE.UU. cuentan con un presupuesto federal de 100 millones de dólares anuales para investigar el autismo, mientras que los cánceres infantiles, menos frecuentes según ellos, reciben un presupuesto cinco veces superior. Por otra parte, la casuística autista triplica la diabética y son muchas más las investigaciones encaminadas a combatir la diabetes que el autismo.

La hipótesis del timerosal

Un toxicólogo de la Universidad de California, Isaac Pessah, tomó como iniciativa la responsabilidad de investigar por su cuenta a más de 700 familias de pacientes autistas, con muestras de sangre, cabello, tejidos y orina para indagar sobre la influencia de factores ambientales capaces de explicar porque la incidencia de autismo puede haber crecido mientras que las de otros trastornos mentales ha permanecido estable durante décadas. Su análisis ha cubierto distintos tóxicos, pesticidas, metales y sustancias opioides y ha revolucionado la comunidad científica con la sugerencia de que un conservante utilizado en la mayoría de las vacunas aplicadas a niños, el timerosal, desencadena una serie de disfunciones del sistema inmune que acaban afectando el desarrollo del cerebro y expresando sintomatología autista a partir de los dos años de edad --- lo que contradice el diagnóstico del autismo a favor del de Síndrome de Asperger. Aunque Pessah fue muy cauto a la hora de sentar conclusiones, las autoridades sanitarias están procediendo a retirar el timerosal en las formulaciones de las vacunas.

                                       

Los genetistas andan todavía más confusos. La posibilidad de que un hermano gemelo de un niño autista desarrolle también la enfermedad es sólo de un 10%. Se han identificado genes implicados en el desarrollo de este trastorno en los cromosomas 2, 5, 7, 11 y 17; pero se piensa que podría haber docenas de genes implicados y no va a ser fácil cartografiar pistas de inducción a partir del genoma humano. Tal vez el hallazgo más significativo sea el expuesto por los anatomopatólogos: el cerebro de un enfermo autista es inexplicablemente más voluminoso que un cerebro normal, habiéndose identificado irregularidades en los lóbulos frontales, el cuerpo calloso, la amígdala, el hipocampo y el cerebelo. El cerebro de un niño autista de 4 años tiene el tamaño que correspondería a un niño sano de 13.

Síntomas conductuales

Existen tres comportamientos distintivos que caracterizan este trastorno. Los niños autistas presentan una dificultad ostensible para interactuar socialmente, experimentan problemas de comunicación tanto verbal como no verbal y muestran comportamientos reiterativos, intereses muy limitados u obsesivos. Suelen ser los padres y los educadores los primeros en advertir síntomas de autismo, incluso a partir de etapas tan precoces como la lactancia. Un bebé con autismo puede no responder a la presencia de otras personas o concentrarse solamente en un objeto, excluyendo a otros y durante periodos muy prolongados. Pero un niño autista puede aparentar también un desarrollo normal y luego replegarse y volverse indiferente a los contactos sociales.

 

                                   

Son niños generalmente incapaces de responder a su nombre y, a menudo, evitan sostener la mirada de otra gente. Asimismo, tienen dificultades para interpretar lo que otros están pensando o sintiendo ya que no logran comprender los códigos sociales, tales como un tono de voz o expresiones faciales, y no observan los rostros de otra gente para obtener pistas sobre cuál debiera ser el comportamiento adecuado. Un rasgo distintivo es que no miran a los ojos sino a los labios, a la boca, tratando de descifrar cuanto se les dice. Al grito de ‘ven’, permanecen inmóviles; y sólo se levantan ante la orden ‘levántate’ o ‘camina hacia mí’. Por otro lado, carecen de empatía y eso dificulta enormemente la capacidad de los adultos para comunicarse con ellos.

Muchos niños con autismo efectúan movimientos repetitivos, como, mecerse o retorcerse, tumbarse en el suelo o caer. También frecuentan algunas conductas autodestructivas, como morderse o golpearse la cabeza. Suelen empezar a hablar más tarde que otros niños, y puede que se refieran a ellos mismos por su nombre en vez de ‘yo’. Los menores autistas no saben jugar de manera interactiva con otros niños, por lo que a menudo se ven marginados, experimentan consciencia de semejante marginación y caen en depresiones de envergadura. Algunos hablan como si estuvieran cantando y lo hacen en torno a una gama muy limitada de temas favoritos, prestando poca atención a los intereses de la persona a la cual le están hablando.

Se ha descrito que muchos niños con autismo exhiben una baja sensibilidad al dolor físico; en cambio, son anormalmente sensibles al ruido, al tacto o a otros estímulos sensoriales. Todas estas reacciones pueden contribuir a un cuadro arquetípico de esta enfermedad, caracterizado por una resistencia activa a ser abrazados. Lo peor es que los niños autistas presentan también un mayor riesgo de padecer enfermedades no fisiológicamente unidas al autismo aunque sí muy asociadas, como el llamado síndrome de cromosoma X frágil (que provoca retraso mental), esclerosis tuberosa (que favorece la aparición de tumores en el cerebro), convulsiones epilépticas (el 20-30% de los menores autistas desarrollan epilepsia en la etapa adulta), síndrome de Tourette, discapacidades de aprendizaje y trastorno de déficit de atención e hiperactividad.

NUEVAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN

En EE.UU. y bajo el patrocinio de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) en Bethesda, Maryland, ocho centros dedicados a la investigación neurológica están llevando a cabo investigaciones básicas y clínicas, incluyendo estudios sobre causas, diagnóstico, detección precoz, prevención y tratamiento. Los investigadores están empleando modelos animales para estudiar cómo un neurotransmisor en concreto, la serotonina, establece conexiones entre las neuronas que se piensa pueden estar dañadas y, por medio de programas asistidos por computadora, tratan de identificar patrones de comunicación que ayuden a los niños autistas a interpretar las expresiones faciales.

Un estudio con técnicas de imágenes está investigando áreas del cerebro que se activan durante conductas obsesivas/repetitivas en pacientes con autismo e indagan den las anormalidades cerebrales que pudiesen causar una alteración de la comunicación social en menores autistas. Estudios clínicos, por otro lado, están evaluando la efectividad de un programa que combina la capacitación de los padres y el uso de medicamentos para reducir la conducta infantil alterada por distintos trastornos de espectro autista.

Para terminar, es necesario mencionar los aspectos del daño que muchos, en sus orientaciones fanáticas infligieran al entendimiento de esta condición, como a las madres de los niños que fueran sus víctimas.

Bruno Bettelheim

Cuando su padre murió, tuvo que dejar la universidad para cuidar del negocio de maderas familiar. Tras diez años volvió, sin embargo, y consiguió graduarse en filosofía, escribiendo una disertación relacionada con la historia del arte. Estuvo interesado en la psicología durante la mayor parte de su vida, pero nunca la estudió formalmente.

Como judío en Austria, desde 1938 hasta 1939, fue internado en los campos de concentración de Dachau y de Buchenwald, pero su libertad fue comprada antes de que la Segunda Guerra Mundial comenzara. Llegó a Estados Unidos en 1939, y se naturalizó en 1944. Aquí, eventualmente, ejerció como profesor de psicología en la Universidad de Chicago desde 1944, hasta su retiro en 1973. Obtuvo un título en filosofía, y fue analizado por el psicoanalista Richard Sterba.

Pasó gran parte de su vida como director de una sección en la Universidad de Chicago, que servía de hogar para niños emocionalmente perturbados. Escribió libros acerca de la psicología normal y anormal de los niños, por lo que obtuvo gran respeto a lo largo de su vida. (Dirigió el Centro Sonya Shankman Orthogenic School in Chicago).

Al final de su vida sufrió de depresión, y se suicidó en 1990, seis años después de que su esposa muriera de cáncer.

Figura controvertida

Después de su suicidio, emergió la evidencia de lado más oscuro. Sus consejeros en la Universidad de Chicago lo consideraban una gran figura en la psicología, pero después de su suicidio, tres ex-pacientes cuestionaron su trabajo y lo llamaron un cruel tirano. En mayo de 2005, más de 90 ex-consejeros y ex-pacientes se reunieron en Chicago, más de 30 años después de su retiro, para resaltar la importancia de Bettelheim en sus vidas.

Contrariamente a los opositores de Bettelheim, quienes son muy activos en los medios de comunicación, no invitaron periodistas a la reunión.

Bettelheim estaba convencido de que el autismo no tenía ninguna base orgánica, sino que era originado por madres frías y padres ausentes. "Toda mi vida," escribió, "he trabajado con niños cuyas vidas han sido destruidas debido a que sus madres los odiaron". Otros analistas freudianos siguieron a Bettelheim en su teoría de que el autismo de los niños es generado en la dinámica intrafamiliar. Como es sabido, la existencia o no de base orgánica en el autismo, la psicosis y otras patologías psíquicas es una cuestión abierta, que se enfoca hacia uno u otro lado según los supuestos básicos con que se aborde el tema. Bettelheim escribió un libro titulado La fortaleza vacía, donde hablaba acerca del autismo

Por otro lado, desde que los hallazgos del ganador del premio Nobel Linus Pauling, se hicieran públicos, la dieta y la psicoterapia se consideran esenciales en el tratamiento de estos pacientes.  

Triste, pero, así es. Ahora, hablemos del autismo como es debido. 

El Síndrome del autismo infantil y otras condiciones relacionadas

Dr. Félix E. F. Larocca

El propósito de esta lección es la de suministrar acceso fácil a conocimientos concisos y prácticos a personas y profesionales que desean lograr un entendimiento básico de ciertas condiciones en el campo de la psiquiatría moderna. 

Aunque, hemos investigado las categorías diagnósticas descritas, y, aunque tengamos opiniones formadas en muchas de ellas basadas en nuestras experiencias, no es el propósito de estas ponencias criticar o expresar opiniones favorables a muchos métodos que tantas personas endosan con entusiasmo fervoroso --- entre ellos los de las dietas de eliminación, ahora de mucha boga. 

Empezaremos con el más difundido de todos estos trastornos del desarrollo cognitivo/social del ser humano. 

Autismo infantil 

El autismo es una condición que afecta principalmente a los niños varones.  

El primer investigador que la describiera, en el año 1943, fue el psiquiatra Leo Kanner en Johns Hopkins University. Su denominación para definir este síndrome fue “un desorden del contacto afectivo.”  

En contraste con otros niños que sufren de retardación mental, los niños autísticos no manifiestan indicación física de ser diferentes. Por contraste, ellos son atractivos, pero distantes y reticentes. Su desarrollo del lenguaje es dilatado, y puede que este, nunca se desarrolle totalmente. Estos niños poseen la característica de repetir palabra por palabra todo lo que se les dice (ecolalia), o repiten movimientos que otros hacen en su proximidad (eco praxis). Ellos también exhiben una tendencia al uso de la reversión de los pronombres --- lo que no está relacionado con la dislexia. (Véase mi artículo: Dislexia).  

Por ejemplo: “Él quiere agua” --- en lugar de: “yo quiero agua”, o “agua” --- dependiendo en la edad del niño. 

Un atributo extraño que confundía a los pioneros de esta condición, consistía en la presencia de talentos fuera de lo común en niños que simultáneamente manifestaban limitaciones intelectuales severas. 

Los talentos más frecuentes son:  

  • La habilidad de ofrecer el día correcto de la semana para cualquier fecha, no importa cuan remota, presente o futura.

  • Talentos apreciables en música y dibujos.

  • Inquietudes filosóficas de aspecto metafísicas. 

  • Observaciones penetrantes acerca de temas esotéricos.

Estos rasgos, acompañados por la insistencia particular de no alterar el orden de las cosas --- el niño no puede tolerar que ningún cambio se haga en su contorno --- se consideran diagnósticas. Estas características sumadas a la ausencia de habilidades sociales --- el niño no puede relacionarse ni hacer amistades con otros niños --- proporcionan toda la evidencia necesaria para establecer que el desarrollo del niño autista es desviado, deficiente o interrumpido.

La película Rain Man presenta una imagen verídica del comportamiento autista.

Un vocablo que ha caído en desuso es el de Idiot Savant, el cual, a menudo se aplicaba a los niños que sufren del trastorno autista.

Para un entendimiento mejor de esta ponencia, aquí suministramos una definición de este término:

Idiot savant es un término psicométrico que se aplica a las personas capaces de realizar determinadas proezas mentales pero que en todos los demás aspectos son deficientes mentales. La mayoría de las veces, sus malabarismos intelectuales son de tipo aritmético o de memoria. Pueden, por ejemplo, sacar la raíz cúbica de un número de seis cifras en sólo dos segundos, ir a ver una comedia musical y decir luego cuántos pasos dieron los bailarines o repetir de un tirón un largo párrafo en un idioma desconocido después de haberlo leído sólo una vez.

Un par de gemelos idénticos que teman un cociente intelectual entre 60 y 70 y no podían resolver las operaciones aritméticas más sencillas, eran en cambio capaces de calcular en unos cuantos segundos qué fecha de cualquier año muchos siglos atrás había caído en domingo o a qué día de la semana correspondería cualquier otra, miles de años hacia el futuro.

A un idiot savant de diez años se le pidió que multiplicara 365 365 365 365 365 365 por 365 365 365 365 365 365, y en un minuto dio la respuesta correcta: 133 491 850 208 566 925 016 658 299 941 583 225.

Pero, cuando se le pidió que diera su edad, no la sabía…

Mientras hacen estos prodigiosos cálculos mentales, los idiot savant se concentran intensamente, pero eso no quiere decir que estén quietos. Según un observador, durante el minuto que la computadora neuronal de diez años a que nos hemos referido antes, tardó en hacer el cálculo, corrió por la habitación como si fuera un trompo, se mordió las manos y se subió y bajó el borde de los pantalones mientras giraba los ojos en las órbitas como un poseso, sonreía, hablaba solo y a veces parecía sufrir las penas de la agonía.

Cuando se les pregunta a los idiot savant cómo se las arreglan para lograr tales hazañas, suelen contestar que lo tienen todo en la cabeza, y hasta ahora no hay nadie que haya podido encontrar una respuesta mejor.

Cuando Kanner publicó sus trabajos originales; él había sido expuesto a los hijos de padres exitosos en los campos financieros y de la academia. Erróneamente, Kanner concluyó que estos niños, eran víctimas de trastornos emocionales severos, y que la razón principal para explicar su condición era el modo como la madre se relacionaba con ellos. Sin titubeos, Kanner prosiguió esta senda equivocada y le dio el nombre desalmado, a esas pobres mamás de “Madres Frigidaire” (en honor a la conocida nevera).

Este desatino egregio sería causa de agonías interminables que padecieran madres inocentes cuando eran referidas a terapeutas, que fueran tan crueles como inhumanos.

Hoy, y gracias a las investigaciones de una verdadera armada de profesionales, el argumento de la etiología se ha relegado a ser daño secundario al cerebro, sufrido antes, durante y/o después del parto. Puesto en palabras diferentes: El autismo infantil es, simplemente, otra forma de subnormal mentalidad.

El tratamiento de estos niños requiere un método multidisciplinario; que envuelve la presencia del neurólogo, el psiquiatra infantil, la educación especial, la terapia de lenguaje; amen del soporte para los padres y hermanos.

 

                                           

En los Estados Unidos existen centros y recursos en abundancia para proveer por las necesidades de estos niños.

En la República Dominicana, lugar donde la educación pública consiste exclusivamente en el consumo del desayuno escolar --- el desayuno es todo lo que existe --- quizás otro vaso de leche mojado en pan de agua…

Debido a las muchas paradojas e idiosincrasias asociadas con el comportamiento del niño autista, con sus talentos espectaculares y extraños, este síndrome ha atraído enorme atención por parte de los medios de comunicación y de la cinematografía.

Los dos síntomas tempranos que deben de alertar a los padres de la presencia de que algo está mal son:

·La falta de respuesta (característica) por parte del niño hacia las expresiones de cariño. Por ejemplo, la mamá lo acaricia y el niño responde evitándola con signos de displacer o sin ninguna emoción.

 

  • La dilación de la adquisición del habla y del lenguaje --- siempre considerados signos graves, cuando están presentes en cualquier niño.

El niño autista y el drama de Mark Z (una tragedia interrumpida)

Mark Zimmermann, no su nombre real, era niño de ascendencia judía ortodoxa, de la misma que hiciera un aglomerado social en las cercanías del condado de University City en la ciudad de Saint Louis.

Los padres eran pasivos, circunspectos, estoicos y obesos --- antes de que la obesidad, aparentemente existiera.

Vivían la vida regulada y estricta del ortodoxo judío.

Como esposos se conocieron en el día de su boda. (Para un sustituto en lugar de una referencia, aquí se recomienda las líricas de la opereta Fiddler in the Roof).

Mark de distinguió, en la guardería infantil donde sus padres lo inscribieran, por sus talentos excepcionales y por su aislamiento emocional.

Carecía de amigos y solía pasar momentos prolongados en movimientos estereotípicos, meciéndose en éxtasis, mientras se chupaba el dedo.

Fue llevado a JFCS (Jewish Family and Children Services) donde yo era consultante, y donde se diagnosticara que Mark sufría del autismo infantil.

Arnold Golberg era director perspicaz y Jane Goodman, Coordinadora de Servicios de Familia --- ambas personas, ejemplos de la mayor dedicación profesional.

Mark fue paciente que se beneficiaría de la terapia de juegos con los niños, y quien, en su recuperación, prepararía la ruta para la de su primo-hermano Bob. (Véase: Lección Número 34: El Caso de Bob).

El síndrome de Asperger

El Síndrome de Asperger es un desorden profundo del desarrollo caracterizado por un deterioro sostenido en la interacción social acompañados por el desarrollo de patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses y actividades. Esas características resultan en dificultades serias en los aspectos sociales y ocupacionales de la persona.

En contraste con el autismo, en esta condición no existen problemas con el progreso del lenguaje, ni con el desarrollo intelectual, los adaptantes y los de independencia. Lo único afectado es el área social.

                                         

Este síndrome es más frecuentemente diagnosticado en los varones. Comienzo de aparición es más tarde que en el autismo (o talvez se lo detecta más tarde). Una proporción alta de los niños se reconocen entre los 5 y 9 años...

El síndrome de Asperger en la República Dominicana

El síndrome de Asperger era virtualmente desconocido en la República Dominicana hasta que fuera formulado y sus características publicadas, por vez primera, en la descripción de uno de mis pacientes en el año 2004. La publicación de este artículo permitió a muchos niños encontrar solución a un problema que de antaño se consideraba una variedad de deficiencia intelectual.

El Síndrome de Asperger no se diagnostica muy fácilmente. De hecho se confunde a menudo con otros trastornos neurológicos, como lo son el Síndrome de Tourette o el Autismo; como asimismo se confunde con otros trastornos del desarrollo.

Porque la mayoría de los “expertos” no saben ni lo que hacen, ni entienden lo que observan, este síndrome muy a menudo no se diagnostica o (peor aún) no se trata..

Como entidad clínica, el Síndrome de Asperger puede estudiarse conjuntamente con el autismo y con el síndrome de Rett.

 

                                          

El Síndrome de Rett

Es un trastorno hereditario que afecta a las hembras exclusivamente. Esta condición causa el retardo mental y la declinación del desarrollo normal.

El gen que se asocia con esta condición ha sido identificado en el cromosoma-X. Este gen codifica metil-CpG-ligadura proteína 2 (MeCP2) que regula la trascripción de otras proteínas.                                    

La mayoría de los casos son debidos a mutaciones espontáneas en el código genético, en lugar de ser hereditarios.

Síntomas

  • Desarrollo temprano normal, seguido por

  • Hipotonía (laxitud de las extremidades) --- un síntoma característico y avanzado

  • El crecimiento de la cabeza comienza a retrasarse a la edad de 5-6 años

  • El desarrollo total retrocede

  • El progreso del lenguaje, expresivo y comprendido, recula

  • El uso dextro de la mano disminuye y cesa

  • Comportamientos de carácter autista emergen

·         Las habilidades sociales se atrofian

  • Convulsiones aparecen en 1:3 de los pacientes

  • Períodos de hiperventilación son comunes

El diagnóstico de esta condición puede ser establecido por medio del análisis de los cromosomas.

                                  

Tratamiento

El tratamiento de todas las condiciones aquí descritas depende en la posibilidad de encontrar recursos adecuados, a menudo escasos, o peor aún inexistentes.

El tratamiento depende en la oportunidad de obtener servicios especializados.

La psicopedagogía

Las aplicaciones psicopedagógicas introducidas en Washington University en el año 1967 por este mismo autor, perduran como la modalidad preferida de tratamiento.

Bibliografía

Suministrada por solicitud.

Dr. Félix E. F. Larocca

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