Nueve

Había visto en el fondo de las rosas
la arrogancia de la tristeza.
Y a las abejas
guardando la soberbia de haber sido mujeres.

Hoy la sangre es un estorbo más que un impulso.

Me restrego los ojos para comprender el milagro
como antes la pesadilla.
El aire es un sobreviviente.
que no puedo salvar,
El menguante del ojo
esconde un ángel.

En Viena,
vi sus bucles de retablo
en la pechuga de un cañón.
Dados de polvo blando en el minué de su cintura.

Mi corazón perdía la abundancia.

Los martillazos de la Resistencia
le rompían el culo al fusilero.

Herr Coronel!
Una mosca de miedo
desparrama huevazos
en su meado pantalón.
La neblina es un plato maloliente
descorchando la sábana del fin.


Rabo en llamas.
Un perro escarba el semental
de Auschtvitz.
Todo es un envoltorio de ceniza.
Un guiso de intestinos desquiciados.
Un reventón podrido de carnasa
.
Solo el amor
reclama su excepción.

El amor.
Una suntuosidad que perdía valor por esos tiempos.

Cristina Landó
de Recuerdo de Guerra 

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