El testimonio dramático de

Carlos Manuel Varela

Por Cristina Lando

La conflictividad del mundo en que se mueven los personajes de Varela, esta estrechamente ligada “mundo social” en el cual los habitantes de Latinoamérica estamos inmersos. El teatro de Varela responde a esos estímulos que mantienen su coherencia, creando un mundo muy personal, un estilo que mantiene su coherencia aun después de la etapa de la dictadura en nuestro país, donde su lenguaje “enmascarado “-como el propio autor lo define, culminan sabiamente en un par de obras que lo ejemplifican, tales “Alfonso y Clotilde” y “Los cuentos del final” Varela alude a ese “enmascaramiento”, señalando que “no siempre las circunstancias históricas permitieron a los hombres de teatro levantar espejos, sobre todo cuando estos reproducían imágenes de una realidad poco tranquilizadora. El dramaturgo uruguayo no pudo ejercer su misión de comunicador de acuerdo a la antigua tradición, durante el transcurso de la dictadura militar. Fue necesario fracturar el espejo y recurrir a ese lenguaje enmascarado. Las estructuras sociopolíticas empujaron a los escritores del realismo costumbrista o fotográfico hacia el “realismo alucinado”, fracturado espejo que el espectador debía asumir como tarea de recomponer las imágenes y “ver” entre las grietas.

La esencialidad de “Alfonso y Clotilde”.

Esta pieza es una estructura testimonial como lo es la mayor parte de la producción dramática de Carlos Manuel Varela; esta ha significado un paso más hacia ese “realismo enmascarado que pretendía aludir a una realidad política de imposible traslación al escenario. Como bien dice Jorge Dubatti: ”la obra es una amalgama perfecta de dos sistemas de signos: el realista y el absurdista, uno da posibilidad y sentido al otro. Gracias a esa fusión armónica, la obra crece hasta el “realismo alucinado” del final. O sea que, el colectivo llega para llevarse los cadáveres y el cuerpo del joven sindicalista abandonando en ese lugar a Alfonso y Clotilde. En medio de la noche, la pareja empieza a sufrir una progresiva desintegración de su identidad, su lenguaje y su memoria.

El éxito de “La entrevista”

“La entrevista” ha cosechado grandes éxitos durante esta temporada dirigida por su propio autor Carlos Manuel Varela estrenándose en Agadu y mudándose luego al Circular. Un escritor se descubre como protagonista de una historia de amor y de un enigma cuando vuelve del exilio, y un periodista trata de entrevistarlo. El elenco lo configuraron Agustín Maggi, Jorge Villamarzo, Mary Soler y Claudia Irazabal.

“Bienvenidos al hogar”  Primer Premio de la Compañía del Fondo Nacional de Teatro, 2004.

Esta pieza aun no estrenada ha sido galardonada con el Primer Premio del ITU en 2004.

El conflicto parte desde un titulo sustancialmente paradójico; es una parodia sangrienta sobre la juventud marginal confrontada a los mecanismos ineficaces, negligentes, insensibles que representan los desequilibrantes resortes de la organización social en sus modelos burocráticos más indiferentes. La estructura se plantea como un grotesco con toque expresionistas. La obra se abre con la llegada de Laurita (una quinceañera” y la expectación despierta de los jóvenes reclusos quienes la esperan con la ansiedad y curiosidad como una nueva presa “cazada” en la calle. En tanto, la Directora  de la institución ofrece un discurso errático e inútil. La mayoría de los jóvenes –y no tanto- según la Directora que tiene el concepto de que vegetan allí, tienen una ficha  que sirven como antecedentes de su futuro destino marcado por irremediable corrupción. En realidad cada uno de ellos justifica la asignación anual que la institución recibe. De ahí, “Bienvenidos” Y, por esto, la directora y el enfermero jefe cierran los ojos ante la falta de recursos, la circulación de la droga, las peleas y las violaciones. Pese a transcurrir en este hospicio-cárcel, la pieza apela al humor constante mientras va mostrando este universo dislocado y grotesco. El lenguaje empleado en el dialogo y la atmósfera revelan nuevamente los trazos “alucinados” del mejor teatro de Varela y una coherencia estética y ética que lo hace acreedor al respeto de los teatristas de aquí y el exterior. “Bienvenidos al hogar” es la ultima obra de nuestros mayores autores; Varela es un dramaturgo de proyección nacional e internacional. Su producción dramática ha sido recogida en varias antologías y sin duda, una de las expresiones estilísticas y estrategias más importantes como testimonios sociales e históricos del Uruguay. 

Cristina Landó

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