Cinco

Las orillas me impulsan a la mitad del mar.
Ogro gris.
Oceánico palenque
donde atracan desolladores.

Yo tengo el alma atroz.
Los caníbales me distraen
para olvidar.

Golpe de gracia.
Abandono carga rapaz.

El terror acomoda su túnica de pintor
en la caja de barro.
Fatalidad escucha
recostada en un mierdoso hoyo
donde la humillación grita desnuda.
Los corazones saltan con sus tomates coagulados.

Rota la descendencia.
El polvo agujereado
tiene la paz de la plomada.

Morir parece simple
Como una semifusa.

Cristina Landó
de Recuerdo de Guerra 

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