Pequeño dios

Yo di las cosas. Las subí allá.
Después las di vuelta. No era tarea
hablar sobre la nobilidad honrada
de mi pasado frontal ¡Y sonreía !

Soy mi enemigo. Sirvo a mi especie.
Soy su yo y me repito en la nulidad.
No conocí el ahora. Tu ya me has visto;
un fantasma arrancado de antemano.

Para endijar bastaba el averno.
Para existir yo di los cardos.
Una luz de farol. Yo fui las cosas;
Centenares de siglos bajo estas ramas.

Esta es la poesía de todas las naturalezas.
Allá las almas tiernas y pulcras
Cortan el pasto de la conciencia.
ia iu soy un niño de viejos pelos.

José Jorge

Ir a índice de poesía

Ir a índice de Jorge, José

Ir a página inicio

Ir a mapa del sitio