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Una critica: a quienes culpan a las víctimas 
por Ana Jerozolimski - Jerusalem

No atribuimos a hostilidad o tendenciosidad anti israelí el hecho que las noticias sobre el atentado de la semana pasada  casi no salieron en los medios internacionales. Las catástrofes que se viven en Japón han convertido a los noticieros y secciones internacionales de los diarios, en publicaciones casi monotemáticas.

 

Pero  entre aquellos que sí publicaron, ha habido quienes intentaron minimizarlo. Cadenas importantes que escribieron  sobre el terrible ataque en términos como “que el ejército israelí dice que fue un atentado terrorista”-intentando introducir alguna duda- y un importante periódico de España que hizo todo lo posible por recalcar cuán radicales son considerados los colonos de los asentamientos de la zona.

 

Las víctimas, recordemos, no tienen la culpa. El terrorismo no puede ser justificado por nada.

 

Que no me digan que es por la ocupación. Los terroristas no quieren terminar ninguna ocupación sino simplemente salir a matar. Por arte de magia, cada vez que algo parece avanzar, hallan la forma de arruinarlo. 

 

En las últimas semanas se habla de un nuevo plan político que el Primer Ministro Benjamin Netanyahu está por anunciar, para desbloquear el estancamiento actual. Claro, es legítimo dudar si su intención es realmente lograr la formación de un Estado palestino o simplemente romper el anillo de presiones internacionales sobre Israel.  Pero no hay lo que dudar respecto a las intenciones de los responsables del múltiple degollamiento del viernes por la noche: intentaron garantizar que cualquier discurso quede archivado en naftalina… No sea cosa que realmente se acerque el desbloqueo del proceso de paz.

 

¿O no habrá sido el atentado producto de la reciente cancelación  de varios obstáculos y puestos de control en las carreteras de Cisjordania, incluso en puntos donde han sido interceptados no pocas veces individuos en camino a atentados?  Aclaramos… con esto no estamos criticando esas medidas de alivio de restricciones por parte de Israel. Aunque la población judía local en los asentamientos las critican, alegando que ponen en riesgo su seguridad, la intención de las autoridades al aprobarlas es intentar hallar un equilibrio entre la  seguridad israelí y las necesidades  de la vida diaria palestina. La crítica es a los terroristas…a esos que siempre ven en el alivio, la oportunidad para matar con mayor facilidad, no la puerta hacia una era mejor, de menos tensión y mayor prosperidad.

 

Que no me digan que es por la desesperación. ¿Alguien se imagina qué sería el mundo si todos los desesperados salieran a degollar? Además, el año que terminó hace poco, fue de los más tranquilos en muchísimo tiempo, tanto para Israel como para los palestinos, gracias a la combinación singular entre la coordinación israelo-palestina a nivel de seguridad, el alivio ya mencionado de las restricciones, el desarrollo económico de Cisjordania. Pero la lógica de los terroristas, no es la nuestra. Si algo mejora, encontremos algo para arruinarlo, se dicen ellos. ¿Qué mejor  entonces que un atentado?

 

Que no me digan que es porque el asentamiento Itamar, es de “colonos radicales”. Es cierto que varios de los asentamientos de la zona, son  de línea dura. Es cierto que entre sus habitantes, hay quienes no sólo desafían diariamente a las fuerzas de seguridad, sino que han provocado incidentes violentos con palestinos no involucrados en ningún atentado. No deben ser disculpados nunca y los responsables, deben ser detenidos y llevados a juicio. Pero entre esa situación, por más condenable que sea -y lo es, con todas las letras, cuando rompen coches y ventanas de casas a pedreadas- entre eso y la matanza del viernes, no se puede trazar ningún hilo que conecte las puntas.  

 

Sea como sea, tengo aún muy presente la visita que realicé años  atrás al Kibutz Metzer, habitado enteramente por gente de izquierda que mantenía excelentes relaciones con sus vecinos árabes, visita motivada por un terrible atentado que había sido perpetrado allí la noche antes cuando un palestino había irrumpido a una casa particular y había asesinado a una joven madre y sus dos hijos pequeños mientras estaban leyendo cuentos en la cama.

 

Que no me digan que es porque ya no tienen cómo actuar ante el gobierno de derecha de Israel…porque todavía recordamos las explosiones suicidas en todo Israel en épocas de negociaciones precedidas de anuncios claros sobre la intención de retiradas en aras de una solución con los palestinos. Que no me digan que es por Netanyahu, porque asesinaron también cuando era Itzjak Rabin el Primer Ministro. Y Ehud Barak. Y Ehud Olmert…..

 

Los animales que perpetraron el viernes el atentado y que mancharon de sangre mi pantalla con las fotos del horror , no merecen ni independencia, ni paz…. El comentarista palestino Hafez Barghouti dio una buena señal, al escribir en la prensa local: “Matar a bebés no es heroísmo, sino un acto propio de alguien que no tiene corazón”. Esas palabras, decíamos, son una buena señal. El resto del pueblo palestino, la mayoría silenciosa que también tiene hijos de 4 y 11 años y bebés de cuatro meses, debe alzar un clamor multitudinario  para que los responsables de barbaridades de este tipo, no osen hablar en su nombre.

 

Otra crítica: a la reacción del gobierno israelí

 

La primera reacción oficial del gobierno en Jerusalem, más allá de las lógicas e imperiosas condenas al atentado en Itamar, fue anunciar la construcción de nuevas 400 unidades de vivienda en algunos asentamientos.  

 

“Ellos disparan, nosotros construimos”- declaró el Premier Netanyahu al realizar la visita de duelo a la casa de los deudos. Como posición de principio, como mensaje positivo, está bien. Siempre dijimos que es motivo de orgullo que en Israel  se apueste siempre por seguir adelante, por crear y construir en memoria de las víctimas,,,,no por buscar venganzas.

 

Como modo de aclarar que el terrorismo no será lo que determine el futuro ni de los asentamientos ni de nada en la agenda bilateral israelo palestina, también está bien.

 

¿Pero qué tiene que ver la construcción tan polémica dentro del propio Israel, con el cruento atentado? ¿Quizás tiene razón el Ministro Eli Yshai del partido SHAS que dijo que hay que construir 5 mil nuevas viviendas, no 400, mil por cada una de las víctimas?

 

Es que si Netanyahu considera que hay que construir , que eso es lo correcto hoy para Israel ¿por qué no construyó antes? ¿Tenía que esperar a un atentado?

 

El Primer Ministro de Israel tiene su ideología-lo cual es más que legítimo- y considera que los asentamientos fueron construidos en parte de la tierra bíblica prometida al pueblo de Israel y que por ende, hay que construir en ella. Pero también es consciente de las presiones internacionales, de la problemática política sobre el tema…y el hecho es que ha tratado hasta ahora de lidiar entre ambas cosas…

 

El propio hermano de Udi Fogel, que habló firme y dolorido en el funeral, dijo con claridad que una persona muere “a su familia”..y que Udi “no debe ser un símbolo nacional”. Tras sus palabras adivinamos no sólo el desgarramiento personal por haber perdido a un hermano querido, sino su lamento por ver que la tragedia  se convertía en tribuna para llamados políticos duros sobre la imposibilidad del diálogo con los palestinos y de renunciar a parte alguna de la tierra en discusión.

 

No nos parece que la forma más digna de honrar la memoria de los muertos en Itamar, sea agregar divisiones dentro de Israel…recordemos que la polémica no es sólo entre Israel y los palestinos sino también entre los propios israelíes. 

Ana Jerozolimski

Semanario Hebreo
Marzo 2011

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