El problema humano de la retirada
Ana Jerozolimski

No sólo gente que políticamente está de acuerdo con la existencia misma de los asentamientos israelíes -hoy en Cisjordania y hasta hace dos años, en Gush Katif en la Franja de Gaza- es consciente hoy de la tragedia de la evacuación.

Inclusive los convencidos de que aquella medida fue lo mejor, inclusive quienes consideran que nunca deberían haber sido instalados los asentamientos en dicha zona, no pueden no ver los serios problemas con los que los desalojados lidian hoy..

En parte, por la situación en sí, por el trauma que aquello significó, porque es imposible estar bien cuando a uno lo arrancan de la casa en la que nació o crió a sus hijos.. En parte, por los errores cometidos por el gobierno en este tema, por las demoras innecesarias, por la burocracia que complicó las cosas después de la evacuación. Y hasta quienes aceptaron la decisión del gobierno, no por gustar de la misma sino por respetar lo que resuelve un gobierno democrático, no pueden hoy menos que preguntarse, al ver el deterioro de la seguridad y la falta de paz "¿para esto nos sacaron de nuestros hogares?".

Los datos describen una dura realidad.

-Aproximadamente el 85% de las familias evacuadas de Gush Katif continúan viviendo ahora en residencias temporarias, en 20 sitios diferentes en todo Israel.

-El 37% de los evacuados continúa sin empleo, según la organización creada por el gobierno para ayudar a la gente deslojada. Según el Ministerio de Comercio e Industria, el ingreso familiar se redujo en un 40%. No pocos trabajaban en los propios asentamientos y la evacuación desbarató toda la infraestructura. Los agricultores sufrieron un golpe especial.

Análisis de profesionales sostienen que los jóvenes de las familias evacuadas viven en un ambiente de mayor incertidumbre por el desmembramiento del marco comunitario que se ha registrado en varios casos. Los líderes de Gush Katif afirman que ha habido bajas importantes en el rendimiento escolar y que ha aumentado el índice de divorcios por la crisis vivida.

-De los 180 empresas o negocios no agrícolas que funcionaban en Gush Katif, los evacuados han vuelto a abrir unos 80, pero no pocos han fracasado, aunque hay también casos de nuevas iniciativas exitosas.

-En agricultura , rubro en el que trabajaba el 30% de la comunidad de Gush Katif, 33 de unos 400 agricultores se han instalado en nuevas tierras. Sólo algunos están trabajando nuevamente. En general, los agricultores, que producían el 15% de la exportación agrícola de productos orgánicos de Israel, y el 70% de la producción orgánica, han perdido mercados en el exteriores. Aquellos que se organizaron de antemano y se fueron instalando fuera de Gush Katif, lograron adelantarse a los problemas y siguieron trabajando.

-Más de 500 familias se hallan en serios problemas financieros .Debido al problema del desempleo, numerosas familias utilizan la indemnización pagada por el Estado, para su manutención diaria, en lugar de para construir una nueva casa, lo cual frena el problema actual pero crea uno mayor para el futuro.

-Según Fuentes médicas en la Oficina de Salud Regional en Ashkelon y el Centro Médico Barzilai de Ashkelon, ha habido un incremento notorio en la cantidad de fallecimientos entre los evacuados, destacándose el aumento de problemas cardíacos, de diabetes, hipertensión y asma, y hasta tumores cancerígenos.

Aquí hemos destacado las dificultades, que son numerosas. Eso no significa, sin embargo, que se pueda hablar en términos rotundos, de fracaso. Ha habido nuevas iniciativas, emprendimientos especiales. Hay gente que aún en medio de la adversidad y convencida de que fue un error retirarse de la Franja de Gaza y desmantelar Gush Katif, es imperioso seguir para adelante.

Y muchos, claro está, sueñan con Gush Katia, con volver. Pero sus casas ya no están y su hogar ya no existe. Allí, en toda Gaza, reina hoy Hamas.

Ana Jerozolimski
Sub Editorial Semanario Hebreo

Set/ oct de

Ir a índice de Periodismo

Ir a índice de Jerozolimski, Ana

Ir a página inicio

Ir a mapa del sitio