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Los túneles subterráneos, una pieza clave en la economía de Gaza 
por Ana Jerozolimski - Jerusalem

El intenso flujo de trabajadores palestinos que durante años salían de la Franja de Gaza día a día en camino a ganarse la vida en territorio de Israel, ha sido sustituido en los últimos años por otro movimiento clave para la economía de dicho territorio palestino: la introducción de una enorme gama de productos desde el vecino Sinaí, en Egipto, a Gaza, por aproximadamente mil túneles subterráneos.

Quedaron atrás los tiempos en los que el 95% del comercio palestino de Gaza era con Israel. Ello cambió radicalmente desde que Israel, a raíz de los ataques con cohetes y misiles lanzados desde esa zona hacia su territorio, declaró a Gaza “entidad hostil”..Con altibajos, las fronteras se fueron cerrando y se permitió el paso únicamente de casos humanitarios. Palestinos de Gaza ya no pudieron seguir trabajando en Israel . El proceso todo se agudizó más aún cuando Hamas secuestró en junio del 2006 al soldado israelí Guilad Shalit, agregándose la última pieza del mosaico cuando dicha organización integrista islámica palestina se hizo con el poder absoluto en la Franja de Gaza, en junio del 2007.

Los túneles subterráneos cavados en un primer momento por Hamas para utilizarlos como forma de introducir armas y explosivos a Gaza, se convirtieron rápidamente en una nueva vía para traer también mercaderías diversas que en tiempos de bloqueo Israel no permitía , como forma de presión sobre Hamas. Pero lo que en un principio podía ser visto como contrabando, ahora es prácticamente una importación organizada.

Al cerrar Israel la frontera, debido a los ataques de Hamas, surgió la vía de los túneles como alternativa. Pero dado que esta se convirtió gradualmente en una fuente importante de ingresos para Hamas, que cobra por todo lo que pasa por allí, los túneles terminaron siendo la opción preferida.

Los precios menores de los productos egipcios, en comparación con los israelíes, también tienen gran influencia.

Hamas ha creado un ministerio dedicado al manejo de los túneles y claro está que nadie puede “tener” un túnel a su cargo, sin pagar una altísima comisión a Hamas, que cobra por cada caja de cigarrillos que entra a Gaza por los túneles y por cualquier otro producto. Algunos son suficientemente grandes y profundos como para que pasen por ellos automóviles y camiones. Por cada coche, Hamas recibe entre 8 y 22.000 dólares de impuestos. Todo va directo a sus cofres y fortalece a la organización, siendo dedicada gran parte del dinero al desarrollo de la infraestructura armada de Hamas.

El hecho es que a través de los túneles Hamas ha traído a Gaza también misiles anti aéreos, diferentes tipos de misiles anti tanque, miles de toneladas de explosivos, armas y municiones, entre otras cosas.

Están también los túneles cavados por Hamas para uso exclusivamente con fines terroristas, tanto para el pasaje de sus hombres de un lugar a otro sin tener que ser vistos al aire libre, en caso de choque con Israel, como para intentar secuestras soldados israelíes en caso que entren a Gaza. Además, en numerosas oportunidades Israel descubrió túneles cuya salida estaba en la frontera con Israel, con el evidente deseo de usarlos para irrumpir a territorio israelí y perpetrar atentados. Fue a través de uno de esos túneles que se secuestró a Gilad Shalit. Los terroristas entraron a la base de Shalit en KErem Shalom por un túnel, mataron a dos de sus compañeros y se lo llevaron por el mismo túnel a Shalit a Gaza.

Volviendo a la economía, cabe mencionar que los túneles son sólo parte del mosaico, aunque constituyen una pieza clave en la nueva tendencia que está desarrollando Gaza bajo Hamas.

El único bloqueo israelí existente hoy es el marítimo, debido al temor de que por barco, Hamas logre traer a Gaza cantidades importantes de armas, que por tierra es muy difícil pasar. Pero no existe otro tipo de bloqueo y por tierra Israel permite el ingreso diario de todo lo que Gaza necesita, salvo armas y explosivos. Los así llamados “materiales de doble uso” (como por ejemplo fertilizantes que pueden servir para agricultura pero también para explosivos, o cemento y metal que pueden ser para construir una escuela o una fortificación armada), son introducidos en el marco de proyectos concretos confirmados por organizaciones internacionales. Desde junio del año pasado, o sea hace ya un año y medio, no hay ninguna otra limitación.

Y la gente, sale por el pasaje de Rafah en la frontera con Egipto, mientras que por el puesto de Erez que conecta con Israel, pasan pacientes palestinos a recibir tratamiento en Israel , y casos humanitarios (1500 pacientes palestinos de Gaza fueron recibidos el año que termina en hospitales israelíes).Por allí también entran a Gaza y salen de la misma a Israel, los funcionarios de organizaciones internacionales y diplomáticos.

A pesar de esta situación, Gaza no aprovecha toda la capacidad del pasaje fronterizo por el cual se introduce la mercadería a la Franja. El pasaje de Kerem Shalom, renovado y ampliado con presupuesto israelí para poder servir las necesidades de Gaza sin problema, podría lidiar con el paso de 350 camiones diarios con mercaderías de Israel a Gaza, pero los palestinos nunca piden más de 250.”Tenemos de todo, no hace falta, los depósitos están llenos y hay abundancia en negocios y mercados”, contestaron recientemente los representantes de la Autoridad Palestina en Gaza, que aunque no son los que gobiernan en dicha zona, son quienes mantienen el contacto de coordinación con Israel .

Es que de fondo, lo que al principio fue una alternativa, se convirtió en la opción preferida: los túneles, en lugar de Israel.

Esto no significa, sin embargo, que ya no haya comercio entre Gaza e Israel. Pero sí que se va reduciendo.

Hasta la toma del poder por parte de Hamas, el 95% del comercio de Gaza era con Israel. Hoy, el comercio Gaza-Israel asciende a cerca de mil millones de dólares por año, y casi la misma suma es el resumen del comercio a través de los túneles que conectan con Egipto.

El desempleo en Gaza bajó de un 40% hace tres años, a un 25-28%, siendo ahora el porcentaje más bajo de los últimos diez años, según informo la Oficina de Estadísticas Palestina. Esta también ha destacado el gran aumento del Producto Doméstico Bruto en un 11% en el último año.

El problema es que lo que el actual boom económico de Gaza, el auge de la construcción por los materiales que entran por los túneles, y los números que hablan por si solos, tienen un precio cuyo resultado podrá ser sentido a largo plazo: Hamas se fortalece, no permite que nadie tome su lugar, sustituye inclusive a las élites comerciales y financieras y no permite ningún tipo de diversidad en el territorio bajo su control.

De los 7 mil miembros de Izz al-Din al-Qassam, los batallones armados de Hamas, que lograron echar de Gaza en junio del 2007 a 6.000 hombres de la Autoridad Palestina, Hamas pasó a tener hoy 40.000 “funcionarios de gobierno”, con un presupuesto total declarado de 700 millones de dólares.

Fuentes militares israelíes sostienen que Hamas desplaza de hecho a actores independientes de diferentes sectores de la sociedad palestina en Gaza, comprando propiedades y tierras para desarrollar su propio control. “La estabilidad relativa reinante tiene un precio: control absoluto”, nos dijo un oficial israelí en la unidad de enlace con Gaza.

En los últimos meses han aumentado seriamente los impuestos, exigiendo a diversos negocios el pago de sumas enormes. El Banco de Palestina y el Banco Islámico de Gaza, tiene serios problemas al respecto, al exigirles Hamas el pago de una especie de impuesto especial que supera de hecho todo su capital.

Otro problema que puede manifestarse más adelante, es que al vincularse más, y más, con Egipto a través de los túneles, tratando de desvincularse de Israel, Hamas está cerrando canales por los cuales comerciantes y técnicos palestinos participaban en cursos especiales de alto nivel en Israel. Cabe recordar que el Producto Doméstico Bruto de Egipto, per cápita, es la mitad que el de Gaza lo cual significa que Gaza de hecho no tiene lo que exportar a Egipto porque el poder adquisitivo es muy bajo.

De fondo hay por cierto, para Israel, un gran dilema. Es que la gran pregunta es si tratar de fortalecer lo más posible en contacto con todos aquellos empresarios y agricultores interesados en comerciar con Israel, o si minimizar todo a fin de mostrar a Hamas que cuando hay una amenaza de seguridad y cuando el gobierno está en manos de quien proclama que desea destruir a Israel, las cosas no pueden quedar como si nada sucediera. En el 2010, salieron de Gaza 400 toneladas de frutillas, ajíes y tomates hacia Israel y de Israel, parte, al exterior. Ahora, al comenzar nuevamente la temporada, Israel vuelve a lidiar con las dudas al respecto, afirmando sus representantes que nada indica de parte de Hamas, un giro de política en buena dirección.

Ana Jerozolimski
Semanario Hebreo
Diciembre 2011

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