“La Tora es el mejor Tratado de Política
Social”- afirma el
Dr. Bernardo Kliksberg,
en entrevista a “Semanario Hebreo” Ana Jerozolimski - Jerusalem |
El Dr. Bernardo Kliksberg, es
asesor del Banco Interamericano de Desarrollo -BID- y de las
Naciones Unidas sobre política social, autor de más de cuarenta
libros, consultor de diversos gobiernos latinoamericanos. Ha
sido condecorado recientemente por el gobierno de Guatemala por
la ayuda que prestara en una valiosa asesoría respecto a la lucha
contra la pobreza. P: Dr. Kliksberg , todo ser humano es una
combinación de lo que
trajo consigo de su hogar y de lo que alcanzó a lograr luego.Y
usted combina en su trabajo su preocupación sobre la difícil situación
en América Latina, con sus fuentes, con su origen. Explica en
disertaciones diversas sobre los males del continente,
con la kipá bien puesta. Ha trascendido los límites de lo
comunitario, de la vida judía, pero justamente tomando como punto de
partida el enfoque de las fuentes judías, de la propia Torá, en cuanto
a la conciencia social necesaria para garantizar una sociedad digna para
todos. ¿Cómo combina ambas cosas, a tan alto nivel? R: Según mi humilde experiencia
personal, no es difícil de combinar ambas cosas sino todo lo
contrario.Una refuerza profundamente a la otra. Mi fuente de referencia
fundamental es la Biblia, el Antiguo Testamento. De allí es posible
recoger un mandato pleno de compromiso moral, en primer lugar,de sabiduría
profunda sobre la naturaleza humana y la naturaleza de la sociedad y de
los valores de la justicia social, de la igualdad, de la libertad, que
son bandera del Antiguo Testamento.Yo me inspiro en esos valores , los
explico a todos los auditorios de
todas las índoles, que me invitan en todo el mundo, sean
empresarios, líderes políticos, líderes sindicales, líderes indígenas,
parlamentarios, Presidentes. Explicar
y analizar la realidad desde la perspectiva de ese marco de
valores, con un enfoque de Ciencia Social avanzada, permite un mutuo
enriquecimiento. P: Por los valores que están de por
medio... R:
La perspectiva de los valores ilumina qué es lo importante: la
pobreza, la desigualdad, que la gente pueda vivir con dignidad. Yo no
siento ninguna incompatibilidad. Todo lo contrario. Cuanto más
profundizo en la Torá,más fuerte me siento como científico social que
trata de ayudar a mejorar la realidad. Y cuanto más aplico a la
realidad todo eso, al dirigir, como he hecho, programas de luchas contra
la pobreza y otras áreas claves, más siento que la Torá se verifica
en los hechos, que el tipo de mundo con el que sueña la Torá en los
tiempos mesiánicos, un mundo donde habrá paz entre el lobo y el
cordero y entre todos los seres humanos, un mundo en el que habrá
justicia absoluta, es el tipo de mundo que se necesita. Esta
conjugación entre lo judío y lo universal, se ha ido acentuando
cada vez más en mi vida.Siempre lo practiqué pero actualmente yo no
podría distinguir una conferencia para un público judío y no judío.
Y lo que siento es que los demás valoran profundamente que una
identidad se plantea así, como una identidad digna, orgullosa con su
judaísmo, y al mismo tiempo profundamente preocupada y comprometida,
desde el judaísmo, con el desarrollo de un mundo mejor.La gente del
mundo en general respeta esta unidad entre lo judío y lo universal.
Tuve momentos emocionantes en relación al Uruguay, cuando hablé sobre
esta experiencia judía de ayuda a mejorar la sociedad en el palacio de
gobierno de la ciudad de Montevideo cuando el Intendente me nombró
ciudadano ilustre de la capital uruguaya poco tiempo atrás. P: ¿Diría que ese orgullo que usted
plantea sobre las fuentes judías deriva no sólo del sueño que la Torá
plantea sobre el ideal de mundo sino también al hecho que la Torá da
soluciones a problemas actuales, nos da instrumentos sobre cómo lidiar
con las dificultades de hoy? R: El
mejor Tratado de política social que conozco es la Torá. Es que
la Torá no es declamación, sino prescripciones para la acción, en
todos los planos,el personal, el familiar y el social. Yo escribí un
libro que tuvo varias ediciones en español, que la Unesco ha publicado
en portugués y que el Congreso Judío Mundial ha publicado en inglés
junto con editoriales israelíes, que está dedicado a desarrollar in
extenso el plan social de la Torá. La torá prescribe el derecho a la
sindicalización de los trabajadores, el derecho a la jubilación hace
ya 3500 años, el derecho que todos conocemos hoy, al descanso semanal
del trabajador, el derecho al que al trabajador se le pague
estrictamente el día que trabajó o sea que la Torá no habla siquiera
de pagos quincenales o mensuales, sino que tiene que ser diario. La torá
también determina que aquel que produce un producto alimenticio tiene
derecho a comer de él, una buena indicación para muchos dueños de
restaurantes hoy en día, que no lo respetan en lo más mínimo. La Torá
tiene una legislación social excepecionalmente rica, tiene una idea de
cómo debe ser la equidad en la sociedad. P: Algo que falta mucho en América
Latina... R:
América Latina es la región más desigual del planeta y ésta
es la explicación central de por qué hay tanta pobreza en un
continente potencialmente tan rico. El 41% de la población es pobre. Y
la Torá se ha preocupado de crear una serie de instituciones que
aseguren la equidad, porque entiende que una sociedad sabiamente
organizada tiene que ser una sociedad sin grandes distancias sociales,
que permita el desarrollo de todos.Es así que la Torá prescribió el año
del jubileo, que la Iglesia católica ha tomado como bandera de lucha en
el siglo XXI a través del Papa Juan Pablo II y de su continuador
Benedicto XVI, que significa que la tierra cada 50 años tiene que
volver a sus propietarios originales.El Estado de Israel prescribe
efectivamente la propiedad de la tierra cada 50 años.La Torá prescribe
que las deudas se deben condonar a los siete años, en el año sabático
y que ese año la tierra debe descansar, para que aquellos que no tienen
tierra, puedan aprovechar de sus productos.La
Torá plantea una cierta de instituciones que tratan de velar por
la equidad, por la protección de los más débiles y plantea categóricamente
que aquellos que infrinjan las leyes de la equidad, de la justicia
social, de la igualdad de oportunidades, de la
protección de la viuda, del huérfano ,
deberán vérselas nada menos que con la Divinidad. O sea que la
Torá castiga muy duramente a los poderosos por infringir las leyes.Los
castigó a través de las figuras que quizás más influencia tuvieron a
través de todo el género humano, las de los Profetas. La Torá es el
tratado más formidable de política social que haya producido el género
humano, de allí que replantearla en términos actuales, del siglo XXI,
probablemente ayude mucho y mi humilde experiencia es que la resonancia
de Isaías ,Jeremías, Miqueas, Oseas, que yo invoco en mi libro sobre
la Justicial social desde el punto de vista de las fuentes judías , en
todo tipo de personas de todas las condiciones, es excepcionalmente
importante. Yo demuestro en mis últimos análisis,
que la idea de la responsabilidad social, de la empresa privada, que es
una idea muy moderna, que ha estallado en todos los países
desarrollados-yo estoy liderando una serie de iniciativas sobre
eso-surge de la Tora, que dice que hay derecho a la propiedad privada,
pero que debe ser administrada con criterios de compartir socialmente,
de tener en cuenta absolutamente a la comunidad, que en definitiva no
somos dueños absolutos porque la Divinidad es la que nos ha entregado
el planeta y la posibilidad de hacerlo productivo, sino que somos
administradores. Y la Torá diceque hay que administrar con
responsabilidad social. O sea que esta idea tiene sus bases en esta
profundísima sabiduría bíblica.
P: Recuerdo conversaciones que yo tenía
con papá (Z”L) sobre las injusticias que existen en tantas partes del
mundo. Una vez le comenté que no me parecía que Dios sea tan justo, si
las permite.Y él me respondió que Dios dio la materia prima al ser
humano para manejar un mundo maravilloso, pero que en muchos casos, no
la manejaba bien.
R: Lo que decía
tu excepcional padre, una gloria del judaísmo latinoamericano y
del pueblo judío, lo desarrolló Martin Buber. En una oportunidad,
cuando era Profesor Emerito de la Universidad Hebrea de Jerusalem sus
alumnos de Doctorado,
le preguntaron cuál creìa él que era el pasaje más importante de la
Torá y el contestó que para
él el más importante era el pasaje en el que Dios le da al
pueblo judío las instrucciones fundamentales y le dijo: “Marcha
adelante de mí y se íntegro”.
Marcha adelante de mi significa lo que tu padre quiso decir, que
nos ha entregado el código de conducta, un planeta prodigioso en
posibilidades, pero marcha adelante de mí, o sea que tú debes ir
adelante, abrir el camino y construir una sociedad justa. Y para eso
debes ser íntegro moralmente, personal y familiarmente. P: La Torá da pues, disposiciones muy
claras que sirven hoy.. R: La Torá no quedó congelada en un
momento determinado. Existió 2000 años, que continúan, de
interpretación Talmúdica y llegó a uno de sus pináculos, en la
figura de Maimónides.Yo enseño Maimónides con mucha frecuencia. Se
supone que yo soy el inventor de una nueva ciencia llamada Gerencia
Social que se ha difundido en todo el continente y se enseña hoy en
muchísimas universidades.Y yo explico que se basa en Maimónides. En su
célebre ordenamiento de los modos de ayudar al otro, los ocho niveles
de la Tzedaká, sentó las bases de una política social del siglo XXI .
Maimónides dice que hay muchas maneras
de ayudar al otro, siendo la más inferior espiritualmente el ayudar de
mala gana, simplemente porque es una presión social tener que hacer algún
aporte, hasta que se va subiendo por esta escalera de acuerdo al nivel
de compromiso e involucramiento personal, de hacer que otros ayuden-tu
papá también lo hacía, a través de este gran semanario, con su
trabajo fenomenal- y llegándose finalmente a los niveles más altos,
del anonimato total. A ese nivel quien ayuda no conoce a quién está
ayudando y quien es ayudado no sabe de dónde viene la ayuda.El nivel más
alto de la Tzedaká, es lo que hoy en política social se considera el máximo
objetivo, lograr la sostenibilidad.O sea que se ayuda a una comunidad
carenciada de modo que se desarrolla
la capacidad de seguir adelante por cuenta propia. P: No se da peces sino que se enseña a
pescar... R: No, es mucho más profundo todavía
porque lo de los peces tiene sus fallas. Es muy fácil decir que hay que
enseñar a pescar, pero la filosofía judía dice las dos cosas, que
también hay que dar pescado porque si no, la gente no sobrevive. En América
Latina el 20% de la población está en pobreza extrema, el 25% está
desnutrido. Si no se la ayuda ya con programas muy importantes, la gente
no sobrevive. .O sea que hay que entregar pescado.Pero Maimónides dice
que la mejor manera de ayudar es entrar en sociedad con el otro o dándole
un crédito, o sea dándole las oportunidades para que pueda desarrollar
su capacidad productiva. El es el real creador del micro-crédito que es
importantísima en política social hoy.La sabiduría bíblica es
infinita y su aplicabilidad al margen
del tiempo es de una fuerza abrumadora. P: Y esta afirmación suya sobre la Torá,
¿toca el alma de todos, también en auditorios no judíos? R:
Yo suelo destacar ante numerosos auditorios de muchos países, en
los que no hay a veces ni un judío, una de las interpretaciones más
hermosas de la Torá. Para todos tiene un sonido fenomenal y todos me
piden que se las escriba o que les diga exactamente dónde pueden verla.
Y es aquel plan de vida que trazó para todo el género humano el gran
Hillel, que resumiendo lo que cada ser humano debe hacer con
su vida dijo “Si no yo por mi, ¿quién?”- o sea que cada ser
humano debe hacer las cosas en las que es irremplazable, ser un buen
padre, una buena madre, un buen hijo, velar por su salud, ser un buen
amigo. Pero agregó “si sólo yo para mi ¿para qué?”, o sea que si
sólo creo que he venido a este mundo y se me ha dado el don de la vida
para ocuparme de mi y de mis seres inmediatos, no he entendido que la
vida está para la solidaridad, para la tzedaká, para el contacto
profundo con los otros, para el amor . Y finalmente Hillel dijo “si no
ahora ¿cuándo?” . Y yo
agrego, si no ahora, cuándo, en una América Latina donde cuatro
de cada diez son pobres, dos de cada diez son pobres extremos, donde las
tasas de mortalidad materna y mortalidad infantil son más de diez veces
las de los países desarrollados, aunque es un continente con tanta
riqueza potencial. Si no ahora ¿cuándo? ¿Cuándo se va a organizar la
sociedad de modo de garantizar dignidad
a todos sus habitantes? El programa de Hillel no creo que haya
sido igualado jamás. No lo extrajo de si mismo, sino interpretando la
Torá. |
UNA PRESENTACION PERSONAL A la pregunta que formulamos al
Dr.Kliksberg sobre cómo se ve a si mismo, cómo considera adecuado
presentarle, la respuesta fue
clara y personal:
Las comunidades judias y la aplicacion de
las fuentes R: ¿En qué medida las comunidades judías
captan plenamente que lo que enseñan nuestras fuentes puede realmente ser
aplicado por el bien general? LA AMIA en Argentina hace mucho fuera de la
propia colectividad judía.. En Uruguay hay instituciones de la
colectividad que hacen aportes claros fuera de los marcos comunitarios, en
pro de la sociedad uruguaya toda. ¿Es algo generalizado? R: Ha habido siempre una tensión en la
vida del pueblo judío entre aquellos que tomaban la Torá como un saludo
a la bandera, como algo muy hermoso de rica tradición pero para guardarla
en el armario y festejarla en todo caso en las fiestas, y por otro lado
aquellos que hacían de la Torá una forma de vida. La Torá es para
actuarla. Abraham Yehoshua Heschel lo expresó maravillosamente cuando
dijo que son las acciones las que significan la implementación de la Torá.Dijo
que lo que la Torá indica es la manera de vivir correcto, o sea vivir
haciendo justicia social, ayudando a redimir el mundo tal cual está
prescripto en el judaísmo, ayudando a construir un Estado judio que sea
una garantía para la historia del pueblo judío, ayudando en todas las
expresiones en las que un judío debe ayudar, la universal, la continental
y la nacional judía.La Torá significa acción. Ha habido hasta tensión
entre los que no la convierten en acción y son incoherentes entre el
mensaje y su acción y los que la han convertido en acción.
En las comunidades hay amplios sectores que yo diría son
mayoritarios, que son un ejemplo de voluntariado hacia el interior de las
mismas y hacia la sociedad en general. Lo vemos en México, Argentina, en
Brasil, en Uruguay- una comunidad llena de valores- se ha hecho muchísimo
por sus países, en todas las áreas, al mismo tiempo que han construido
una vida comunitaria muy rica. Y están aquellos que creen que basta con
hacer algunos ademanes y después se puede hacer lo que quieran en la vida
de todos los días. La incoherencia entre los preceptos de la Torá y la
acción ha llevado a algunos ejemplos que nos averguenzan a todos, de
aquellos que consideran que la meta central es exclusivamente la acumulación
de riqueza y están dispuesto a hacerlo explotando a quien sea, en las
condiciones violatorias inclusive de la legislación y al mismo tiempo se
supone que siguen los principios de la Torá. Pero la Torá es muy clara:
no tiene lugar para ellos. Al mismo tiempo, la mayoría de las comunidades, venidas todas de
la pobreza, habiendo sido comunidades migratorias, han hecho lo imposible
por ayudar. Esa ayuda tiene que ser cada vez más activa, en
una América Latina con una gran esperanza, con nuevos líderes que
enrumban a las sociedades a rumbos diferentes, hacia una economía con
rostro humano como yo le llamo en mis libros. Las comunidades judías
tienen que ayudar. P: ¿Y ayudan? R: Están ayudando bajo nuevas formas. No
es sólo en Argentina. Allí, la AMIA está haciendo un trabajo
excepcional liderando todo un movimiento de compromiso con la realidad
social y humana de la Argentina, participando en todo tipo de programas de
solidaridad social, montando hacia su interior la Bolsa de Trabajo de
mayor excelencia que existe en el país, reconocida en todo el país y a
nivel internacional, que da soluciones concretas. En México diversas
instituciones han desarrollado en los últimos años programas de vivienda
para la población pobre mexicana a gran escala, han provisto de vivienda
a muchos mexicanos pobres no judíos. En Uruguay ha habido una preocupación
permanente de la comunidad y el Semanario Hebreo también lo ha reflejado.
Pero la tensión es permanente y el camino a seguir puede ser el de
los Profetas o el del becerro de oro. |
Ana
Jerozolimski
Semanario Hebreo
4 de mayo de 2006
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