“Uruguay tendría que participar en la lucha contra las amenazas de Hezbola”.

El ex-Presidente Dr.Julio María Sanguinetti, 
critica la política del actual gobierno en relación a 
Oriente Medio y advierte respecto a un cambio en la posición tradicional de 

Uruguay ante el Estado de Israel.
Ana Jerozolimski

P: Presidente, el Partido Colorado se ha manifestado días atrás en forma muy clara sobre la reciente guerra entre Israel y Hezbola, mientras que de diferentes sectores de la izquierda uruguaya se oyen voces que preocupan mucho a la colectividad.¿Las aguas están turbias?

R: El gobierno actual se ha ido alejando de la política tradicional del Uruguay de amistad y solidaridad con Israel.Cuando se desata este último conflicto, el comunicado oficial de nuestra Cancillería, alude a un conflicto entre Israel y la población del Líbano, ignorando el fenómeno del terrorismo, ignorando a Hezbola y estableciendo a la población del Líbano como una parte del conflicto cuando notoriamente no es así. Esto generó naturalmente disgusto en quienes hemos sostenido a lo largo de años una política de solidaridad y amistad que creemos que el Uruguay debe seguir manteniendo. No hay una resolución formal de nuestro gobierno cambiando la política, pero hay estos hechos, que sí muestran que el Frente Amplio, que siempre fue contrario a la política de Israel, todavía preserva muchos de sus viejos prejuicios.

Ex-Presidente Dr. Julio María Sanguinetti

P: El Frente Amplio es un mosaico  bastante heterogéneo. ¿Qué está pasando adentro en relación a este tema?

R: Ocurre que como usted bien dice, es un mosaico muy heterogéneo que va desde la democracia cristiana hasta el maoísmo. Los partidos predominantes han tenido una posición contraria a Israel en términos generales.El Canciller es del partido socialista, un partido marxista todavía, que tiene aún la retórica de los años 60 y el Canciller la refleja.  Y esa es una línea contraria a lo que ha sido la política tradicional del país.

P: ¿Aquí hay sólo prejuicios, cuando se trata por ejemplo del reciente estallido entre Israel y Hezbola, o desconocimiento de elementos claves que están en juego?

R: Yo creo que hay una visión del mundo , todo ésto responde a una cosa más general. Se  sigue cultivando un anti-yanquismo primario. Se puede tener discrepancias con la política de Estados Unidos-nosotros las tenemos con relación a la guerra en Irak que creemos que es un error- pero eso no significa que tengamos una posición anti-yanquista en virtud de la cual, donde esté Estados Unidos nosotros estamos en contra.Y eso es desgraciadamente lo que ocurre a mucha gente en el partido de gobierno de hoy.Basta que vean a Estados Unidos y lo ven como el toro al trapo rojo.Embisten en contra más allá de cualquier otra consideración.

P. Y en eso entra también Israel, aliado de Estados Unidos, por lo cual se le ve como amigo del enemigo..

R: Exactamente. Y además, se ha expresado siempre una actitud de simpatía hacia ciertos gobiernos del mundo islámico. En eso nos hemos diferenciado netamente. No son gobiernos democráticos.Son gobiernos dictatoriales y los llamados revolucionarios, tienen ingredientes de fanatismo e intolerancia, incompatibles con lo que es la posición de un país como Uruguay, tradicionalmente democrático, al cual en primer lugar le tiene que motivar una solidaridad el hecho que Israel sea una solitaria democracia, en medio de una región en la que por cierto no florece.

P: En el comunicado de la Convención del Partido Colorado, hay mención explícita de la necesidad que se desarme a Hezbolá, como único camino conducente a la paz.

R: Desgraciadamente , a veces, en las resoluciones internacionales , ocurre cierta hipocresía, que es lo que estamos viviendo ahora.Desgraciadamente, el Líbano como Estado, no ha logrado configurarse a través de lo que es la esencia misma del Estado, que es el monopolio de la fuerza. Desgaciadamente el estado libanés no ha podido realmente controlar el dominio de su territorio.Y como consecuencia, una vez más , le ocurre que una organización extremista, radical como Hezbolá, ejerce una actividad militar adentro de su propio territorio. Y ahí está la base circunstancial de este episodio militar.Si no se liquida y supera esta situación, estamos apenas en una tregua y el conflicto renacerá.Es evidente que tiene que desaparecer de ahí esa organización y que tiene que desaparecer el armamento que le están notoriamente proveyendo otros estados. Es fundamental. Hablar de paz cuando se mantiene a la organización que justamente desata la guerra, es un contrasentido lógico.

P: ¿Cree que éste es un tema que debe preocupar sólo a la gente de Israel y Líbano, o también a uruguayos, a latinoamericanos en general, porque el terrorismo puede golpear en cualquier lado?

R: El terrorismo ha golpeado muy cerca de aquí, porque los episodios de Buenos Aires, con la voladura de la AMIA y de la Embajada de Israel, nos mostraron muy cerca lo que es esa eventualidad. Nadie puede sentirse realmente ajeno a esta situación.El terrorismo  responde a una concepción de la vida y de la construcción de la sociedad, incompatible con el sentimiento democrático. Es una concepción fanática, teocrática, racista, anti-feminista, está reñida con todos los valores y principios de la propia Carta de Derechos humanos de las Naciones Unidas que todos decimos sostener .Y con una cierta hipocresía, en la organización internacional se sigue tolerando todo ésto. 

P: Uno piensa que en principio, nada tendría que ser más opuesto a los ideales de la verdadera izquierda, que defender a grupos o países cuyas características son justamente las que usted mencionó ...

R: En realidad, la izquierda tradicionalmente no fue democrática.La izquierda sostuvo el comunismo, los regímenes totalitarios que recién hace muy pocos años han sido superados.Nunca hubo una izquierda tradicionalmente adherida a los valores democráticos, como los partidos liberales.  En los últimos años, en nuestro país, como consecuencia de la dictadura , la izquierda asumió los valores democráticos y de defensa de los derechos humanos,que nunca había asumido cabalmente.Se decía que los derechos humanos eran libertades burguesas,que lo único que importaba era la justicia social y que la libertad de expresión y otras libertades no existían si no había para comer. Yo diría entonces que es algo un poquito superficial, no es algo tan arraigado.Es una doctrina que hoy recién está adaptándose a una nueva condición, porque toda la vida sostuvieron que las dictaduras podían ser buenas.Y todavía lo sostienen hoy con relación a Cuba. Quiere decir que no estamos ante una convicción democrática firme y global.

P: ¿Hay algo más que tiene pensado hacer el Partido Colorado?

R: Estamos en el debate público , tratando de alertar a la conciencia pública sobre lo que está ocurriendo, porque son episodios que se van acumulando, aparentemente sin mucha resonancia, hasta que un día realmente van a generar un cambio en la posición del país, que nos va realmente a desubicar.

P: Presidente, leí en el sitio de Hezbolla América Latina algo que me ha dejado “con los pelos de punta” y se lo leo casi palabra por palabra. Dice así: “Hezbola Latinoamércia analiza colocar un explosivo contra una organización  aliada de U.S.A  en América Latina......El aparato explosivo será de bajo poder y no causara daños humanos ni a la propiedad sino que solo difundirá panfletos  con consignas de hezbolla Latino América  contra la ocupación y contra el imperialismo de U.S.A, de esta forma Hezbollah se presentara ante la opinión publica nacional e internacional ya como un movimiento revolucionario islámico, que trabaja para establecerse en todos los países de América Latina ...”. ¿Qué tiene que hacer América Latina?

R: Yo no lo sabía eso, pero me parece que es terrible y demostrativo de la naturaleza profundamente anti democrática de esta organización.América Latina tendría que reaccionar frente a este tipo de afirmaciones y de amenazas.

P: ¿Uruguay tendría que participar en esta lucha?

R: Naturalmente, naturalmente tendría que hacerlo, pero desgraciadamente no lo vemos en esa actitud.

El problema de Chávez

P: ¿Qué pasa en su opinión con Venezuela, que está invirtiendo tanto en Uruguay, cuando está tan claro cuál es su política? ¿Le preocupa?

R: Son pequeñas dádivas que no van a cambiar la vida del país. Se trata de arrastrar la posición del país hacia una cercanía con una Venezuela que progresivamente se va alejando de las posiciones democráticas. No hace mucho ya anunciaron que van a romper relaciones con Israel.Eso también es bien representativo de esa concepción. Basta ver las declaraciones del Presidente Chávez en su visita a Irán, para realmente sentir que estamos frente a un gobierno que piensa y siente muy distinto al nuestro.Sin embargo, se sigue cultivando esa amistad pensándose que es una compañía de izquierda, que significa un valor.Bueno, nosotros pensamos lo contrario. Por eso digo que en la llamada izquierda, la vieja tradición no democrática aflora.Por algo Cuba y Venezuela hoy, siguen considerándose como si fueran emblemas de un tiempo mejor.

P: ¿Cree que el Presidente Vázquez no es consciente de ésto? ¿Cómo evalúa usted su abrazo con Chávez?

R: El Presidente Vázquez es más un Presidente arbitrador que un Presidente conductor.Yo diría que más que impregnar al gobierno de sus propias ideas, trata de arbitrar conflictos entre las corrientes contradictorias que hay adentro de su gobierno.Es por eso que se le ve oscilar entre posiciones aparentemente contradictorias.

Ana Jerozolimski
Semanario Hebreo
24 de agosto 2006

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