Días de fiesta
Por Ana Jerozolimski 
Editorial de Semanario Hebreo

¿Suena exagerado? Quizás. Pero para nosotros, estos días, pocos pero intensos, en los que el Presidente de la República, el Dr. Tabaré Vázquez y la delegación que le acompañó, realizaron una visita de Estado a Israel, fueron días de fiesta. 

 

Para nosotros, por cierto, no fue ésta una cobertura especial. Esta, nos llenó el alma y el corazón.

 

Ya la semana pasada escribimos sobre la emoción que nos producía-y varios uruguayos radicados en Israel nos habían comentado justamente ese sentimiento- ver el pabellón nacional adornando calles de Jerusalem, esperando la llegada de la visita presidencial.

 

Aunque recién varios días después alguien nos hizo notar, con razón, que el sol estaba mal puesto y que de hecho, por ende, la bandera estaba mal, no se perdió la calidez de la visita ni quedó arruinada la emoción de todos los que comentaban “!Qué bueno ver la bandera uruguaya colgada por Jerusalem!”.

 

Fue notorio, a lo largo de toda la visita, que no había aquí sólo palabras. La visita presidencial terminó con  resultados concretos, acuerdos firmados (negociados desde antes, claro está) y de contactos directos a nivel ministerial, que abrieron puertas o permitieron dar pasos para intensificar lazos de cooperación en distintas áreas, más que nada en lo científico, tecnológico y lo relacionado a industrias del agro.

 

Eso es importante cuando se evalúa el resumen de una visita de Estado. De hecho, si no hay resultados de este tipo, las visitas pierden un poco de sentido.

 

Pero creemos que también perderían mucho, si fueran sólo eso. Y aquí, está claro que la visita no fue meramente formal, sino que fue mucho más allá del protocolo.

 

Claro, con la sencillez y simpatía de Tabaré, lo canchero que es el Premier israelí Olmert y la experiencia de mundo de Peres, no es difícil que haya buenos gestos y bromas apropiada que dan calor a cualquier encuentro. Pero ver a Peres y Vázquez salir del brazo de su encuentro a solas, dio un toque singular. La constante mención del cariño a Uruguay, era evidente. Los miembros de la delegación captaron claramente que se les hacía sentir en casa.

 

Pero todo ésto, aunque esencial a nuestros ojos, es sólo parte de lo que hoy cabe destacar. La parte política, es no menos importante, aunque haya sido lo comercial y de cooperación lo que ocupó el punto central de las temáticas tratadas.

 

El Presidente Vázquez defendió claramente el derecho de Israel a su territorio, se manifestó contra todo intento de quitárselo  y habló como un amigo de Israel. Eso no significa ni tiene por qué significar, decir que Israel tiene razón y los palestinos están equivocados. La ecuación no pasa por allí. Razón en la lucha contra el terrorismo y en la búsqueda de la paz, eso sí. Y la condena al terrorismo, fue terminante, ya en el primer discurso, en la ceremonia de recepción en lo de Peres.

 

Claro, podría decirse que no hay que agradecer a nadie por reconocer el derecho de Israel a existir. Es algo inalienable y natural. Eso no quita, que en una zona de conflicto aún no resuelto, saber hacerse presente como un verdadero amigo, con tanta calidez evidente de fondo, ante cámaras y micrófonos, sea una real expresión de apoyo.

 

Y tratándose de un Presidente que encabeza el primer gobierno de la izquierda en la historia del Uruguay, ello no es poca cosa.

 

Nos parece interesante , justamente a los efectos de analizar este tema, incluir aquí no sólo nuestras propias palabras, sino lo publicado por “El Observador”.

 

Entre otros párrafos, el rotativo escribió esta semana , al recordar el trasfondo problemático en las relaciones con Israel, sobre los siguientes hechos:

 

“El principal encontronazo se dio cuando en julio del 2006 estalló una guerra entre el Estado de Israel y el grupo terrorista Hezbollah en el Líbano. 

En ese momento el embajador israelí en Uruguay, Yoel Barnea, convocó a una conferencia de presa y mostró su molestia con el gobierno uruguayo por la “falta de condena al terrorismo”.   

 

“El posicionamiento de Uruguay ha causado malestar del lado israelí”, dijo Barnea.   

 

El lunes 17 de julio de ese año, tras un Consejo de Ministros en el que se debatió el tema, la Cancillería –aún a cargo de Reinaldo Gargano– emitió un comunicado en el que no nombra a Hezbollah y habla de “una crisis bélica entre Israel y el Líbano”. Eso no era admitido por los judíos quienes consideraban que la guerra era con el grupo terrorista y no con la población libanesa.  

 

El comunicado, que se puede ver todavía en la página Web de la Presidencia, explica que el Consejo de Ministros “resolvió llamar a un cese del fuego inmediato y a la iniciación de conversaciones de paz bajo la supervisión de Naciones Unidas”. 

 

Allí se dio otro episodio que molestó a Israel. En la Comisión de Derechos Humanos de la ONU que Uruguay integra, se condenó la actitud israelí. “Hubiéramos esperado de las autoridades uruguayas un voto diferente”, dijo el diplomático. Antes que el gobierno, tanto la Mesa Política como el Plenario del FA criticaron la posición israelí y exigieron el cese al fuego. Para el gobierno israelí ambos organismos “se pronunciaron en forma desequilibrada” y con exigencias solamente hacia Israel, sin mencionar el terrorismo ni las circunstancias que llevaron a Israel a tomar esas medidas”, dijo el embajador en 2006.

 

 Y pasando a otro frente, agrega:

“ El episodio de Hezbollah no fue el único que enfrento a la fuerza política de gobierno con las acciones de Israel en materia bélica. Hay un episodio más reciente registrado a principio de este año. 

 

“Nos encontramos nuevamente frente a la agresión militar con bloqueo de combustible y bombardeos en la población civil en la Franja de Gaza”, dice una declaración del FA emitida el 28 de enero de este año.  

 

“La Mesa Política, fiel a su lucha por la paz y con un sentido profundamente humanista, expresa su rechazo a la agresión militar de Israel que expone a la zona y al mundo una nueva escalada militar alejando las posibilidades de una convivencia pacífica”, dice la declaración que concluye exigiendo el cese del bloqueo y “el respeto a la autodeterminación del pueblo palestino”. La moción fue aprobada por consenso y con una sola abstención. 

 

Otra resolución del año 2002, cuando se produjo otro duro enfrentamiento entre Israel y los palestinos, el Frente Amplio también se expresó condenando “el terrrorismo de Estado “ y las “operaciones militares israelíes en territorios bajo la autoridad Palestina”.

 

 

Los pronunciamientos mencionados, sucedieron. Son un hecho.En estas páginas escribimos en tono crítico sobre la aquí citada votación uruguaya en favor de la resolución de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, señalando que su mayor crimen fue dar a entender que el daño a los civiles libaneses era intencional por parte de Israel, y sin mencionar siquiera cómo había empezado la guerra, por la flagrante agresión de Hizbalá.

 

Preguntamos al propio Presidente Vázquez al respecto en una entrevista que nos concediera en marzo del 2007 y él respondió que quizás no había suficientes elementos en el momento de tomar la decisión. Quizás también la influencia de votación en bloques se hizo sentir claramente en el momento.. 

 

No es de descartar que también en el futuro haya discrepancias. El Frente Amplio es una coalición de grupos de diferentes matices y difícilmente pueda haber identidad de opiniones con todos. Al respecto comentaremos ya hoy, a modo de anuncio, que nos resultó apasionante conversar con Jorge Bermúdez, encargado sindical en el tema de Salud Pública en el PIT –CNT, que formó parte de la delegación oficial a Israel. La entrevista , ilustrativa por cierto, saldrá en nuestro próximo número.

 

Escucharlo a él, confirmó que la mejor forma de abrir los ojos de la gente a la realidad de Israel, es que viajen a verle directamente, que conozcan. No significa que todo les guste o empiecen a decir “amén” a toda política oficial.

 

Pero verán el mismo Israel que vieron todos los miembros de la delegación que estuvieron con el Presidente estos días, aunque con más tiempo habrían alcanzado mejor: vieron un país pujante, que trabaja aún en medio del conflicto, y que mira hacia adelante.

 

¿Se equivoca? Si, y a veces mucho. Pero sigue intentando.

 

Es el Israel que esta semana recibió con calidez al Presidente de Uruguay, como se merecía, como a un amigo. Esperamos que el Dr. Vázquez y todos sus acompañantes, se hayan ido satisfechos, habiendo captado que en Israel, fueron más que bienvenidos.

Ana Jerozolimski
Semanario Hebreo - Editorial

28 agosto de 2008

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