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Con el Senador Eleuterio Fernández Huidobro
“De Mujica, hombre de dialogo, se puede esperar mucho trabajo de Presidente”.
Ana Jerozolimski

Este conocido Senador, copartidario de José Mujica y ex –compañero suyo de prisión, nos concedió una muy extensa entrevista , de la que ya publicamos el jueves pasado la primera parte. Hoy, en esta segunda entrega, volvemos a sus años como “rehén” de la dictadura, nos retrotraemos a los comienzos de la guerrilla y saltamos a la salida del régimen militar. También oímos sobre cómo la política determinaba visiones de mundo.

Pero lo central para este ex-guerrillero , es mirar al futuro. El, está seguro de que con Mujica al frente, el país está en buenas manos. Y es consciente de que no todos piensan igual.

Fernández Huidobro (GENTILEZA: MONTEVIDEO PORTAL.)

“LA ETAPA GUERRILLERA DE MUJICA FUE MUY CORTA”

P: Senador, ustedes son vistos por gran parte de la ciudadanía, como los Tupamaros que llegaron finalmente al poder.....¿Esa será siempre, cree usted, la forma de identificarlos, recordando también el pasado guerrillero?
R: No se olvide que nosotros protagonizamos las conversaciones de paz del 72, un tema tabú. Lo informó Michellini en el Parlamento, pero los mandos militares lo negaron porque no podían reconocer que estaban negociando con nosotros, por aquello que “con delincuentes” no negocian. Pero estaban negociando. Y le puedo asegurar que en aquel entonces, derrotados como estábamos, estuvo a punto de concretarse la paz, pero que hubieron intereses poderosos no militares, muy civiles, que apostaron a la guerra. .Antes también habíamos negociado el cese de las acciones armadas, incluso antes de caer presos. De todos ésto, la historia oficial no dijo absolutamente nada porque además no convenía políticamente decirlo. Como en cualquier guerra o juego sucio.

P: Cada parte sostiene que el otro tergiversa la historia...o trata de que la gente olvide algunos de sus elementos..
R: A nosotros nos han hecho la figura de “estos eran guerrilleros, tira tiros...”y ese fue el estereotipo transmitido comercialmente por la gran prensa nacional e internacional, agregándole a nivel nacional la propaganda militar: asesinos, sediciosos, bandidos...cualquier cosa. Y la prensa tomada de nosotros lo espectacular, porque el resto no tenía sentido.-..no vendía. 

P: Eso era una parte de la realidad, no inventada...
R: Pero todo el resto del trabajo político , sindical y juvenil, no merecía la atención de la prensa. Nosotros apoyamos al Frente Amplio cuando nació, siendo guerrilleros, única guerrilla-rarísima- que apoyaba el proceso electoral. Hicimos una tregua para las elecciones , participamos dentro del Frente Amplio con el viejo “26 de marzo” y fuimos su fuerza hegemónica electoral. No es de ahora que ésto es así en el seno de la izquierda uruguaya. Y Mujica fue candidato a diputado por la Unión Popular, junto a Raúl Sendic. Fue militante del Partido Nacional y fue primer secretario del primer ministerio de industria del primer gobierno blanco, joven, después de 100 años de estar el partido Nacional en la oposición. El ya fue un hombre de gobierno, nada menos que secretario de Don Enrique Erro. De modo que no es un hombre recién llegado a la política electoral.Más bien se puede decir que su etapa guerrillera fue muy corta, aunque la más difundida. Y como ya estamos todos acostumbrados a que lo que sale en la televisión no existe y lo que sale sí existe- y lo único que salió de Mujica fue que era un guerrillero preso de las Fuerzas Armadas, casi propiedad privada de ellos-mucha gente cree que su incursión política era rara. Raúl Sendic fue un dirigente sindical, mucho más importante como tal que como guerrillero. Pero esa parte no interesaba porque vendía poco.
P: Una cosa no tiene que quitar la otra. Está mal publicar medias verdades u ocultar elementos importantes como las que usted aquí explica, pero eso no puede minimizar la tormenta que significó que un grupo se levante en armas en un Uruguay que por cierto no era ya de Terra...
R: Ni que hablar , yo no quiero con esto criticar a los periodistas...

P: No, no es por eso que lo digo. Me refiero al hecho histórico en sí..
R: Claro, es cuestión de interpretación. Yo, en aquel entonces, de periodista, hubiera hecho lo mismo, ¿Qué voy a estar ocupándome de otras cosas? Me ocupo de lo espectacular. 

P: De lo que durante mucho tiempo se siguió dudando , fue del compromiso para con la institucionalidad proclamado por Raúl Sendic..
R: Hay que tener en cuenta que una dirección histórica de una organización guerrillera, que además estaba desparramada por el mundo y peleando con gente que peleó en Nicaragua, Colombia. El Salvador, incluso en Angola, en Chile, Argentina-tenemos muertos casi por todo el mundo y también en Israel, gente que se fue para allá- estaba diciendo que las armas, las dejan donde están y se vienen a militar políticamente. No fue fácil Ana. No fue fácil.

 

(FOTO: SEPREDI)

José Mujica, el día de la asunción como Presidente de la República, junto al Vice-Presidente Danilo Astori. Fernández Huidobro: "La mayoría de la gente está deseando, sintiendo, que en Uruguay es necesaria una confluencia de
partidos políticos en la solución de cuatro, cinco grandes temas, de los que depende nuestro destino, como país". Y asegura: Mujica es un hombre de diálogo.

P: O sea que ese llamado de Sendic no fue tomado bien automáticamente por todos..
R: No. Cuando salimos tuvimos que hacer unas grandes convenciones , grandes consultivos, utilizamos estadios de basketball para hacerlo, donde discutimos con los exilados que venían llegando, con los presos liberados. Y fue aceptado .Y desde entonces no hubo cartas en la manga. Nos acusaron muchas veces. Siempre que pasaba algo eramos nosotros...hasta que al final, ya no. A nosotros ese tránsito nos dio trabajo y luego insertarnos en la vida política cuando de la derecha y la izquierda también nos querían tirar al borde del camino, porque éramos “molestos”. Nos costó trabajo conseguir un lugarcito en la vida política y social. También militamos en los sindicatos y los barrios, como siempre. Nos dio trabajo, mucho trabajo.

P: Y decía que aunque ganaron el poder por las urnas, no cree que se equivocaron al levantarse en armas....
R: No era el plan desde un principio. Pero pasaron cosas. Cuando la Central Obrera declaró en el 64 una huelga general contra el golpe de Estado o situaciones similares, quiere decir que algo pasaba en Uruguay. Hubo medidas prontas de seguridad cada vez más reiteradas incluso contra sindicatos pequeños. La democracia iba siendo muy desatada por la violencia desde arriba, no desde abajo. Hay un momento en que la conciencia de los hombres es a solas que tiene que definir si llegó el momento o no. Yo estoy en contra de la violencia y en contra de la guerra. Me he puesto mucho a pensar y creo que la violencia sólo se justifica sólo cuando evita, pero si realmente evita, un mal mayor. Pero si no es idónea, recrudece el mal mayor, por la ineficacia de la violencia utilizada para impedirla.
Eso no es mío, es de filósofos e incluso de religiones distintas a las mías.

P: Mujica me dijo a mi en una entrevista que le hice antes de su victoria, que lo que lamenta fue no haber podido evitar el golpe.
R: Claro , porque en realidad todo era para eso. Cuando eso llegó, ya estábamos derrotados. Acá está el huevo y la gallina. Unos dicen que nosotros provocamos el golpe.Y nosotros decimos que el golpe vino porque nos derrotaron a nosotros. No pudieron haberlo hecho antes. No se animaron. 

P: El tema sigue dividiendo a la sociedad uruguaya ...ustedes seguirán diciendo que lo que había no era verdaderamente democracia y quienes se les oponían seguirán diciendo que ustedes se alzaron contra instituciones democráticas...
R: Yo digo que los que hicieron luego el golpe, comieron como la gallina...granito a granito. Además, lo escribieron y publicaron en su libro “La subversión”. Dijeron “primero vamos a encargarnos de la sedición, después de los partidos de izquierda, del Parlamento, de la universidad, de la central obrera...”, etc. Además, se jactaban de ese plan, que habían elaborado en 1971. .....Lo que había no era democracia...ya antes de los militares había tortura y desaparecidos.

P: Pero no pocos sostienen que lo que los Tupamaros querían no era, como usted dice, sólo luchar contra una realidad determinada en Uruguay, sino traer al país algo de afuera..
R: Claro que de afuera nos influía lo que estaba pasando. ¿Qué estaba pasando a nuestro alrededor? ¿Qué estábamos viendo? ¿Qué conversábamos con todos los exiliados que estaban acá? ¿De qué cosas nos decían que teníamos que tener cuidado, sabiendo además que el dictador argentino Onganía dijo que se habían acabado las fronteras físicas y que sólo había fronteras ideológicas?

P: ¿Y Cuba?
R: Por supuesto que vino la influencia cubana, pero antes y al mismo tiempo vino la influencia argelina, la vietnamita...hubo muchas influencias que llegaron a nuestras tierras, de acontecimientos lejanos. También Cuba. Éramos los “foráneos”, como si los que importaran las ideas de Chicago fueran criollos de pura cepa..No tengo nada contra ellos, pero nosotros somos hijos de la guerra fría que estableció blanco y negro. De un lado, todos son comunistas. Del otro, todos son fascistas. Desde el biberón así lo aprendimos. Hoy sé que en Estados Unidos hay muchísima gente progresista y de izquierda .Y también he aprendido que en las otras filas había excelentes seres humanos. 

UN MENSAJE A LA CIUDADANÍA

P: ¿Qué mensaje quisiera hoy usted transmitir a aquellos uruguayos que no sólo no votaron por Mujica para la Presidencia sino que ven su elección como motivo de preocupación? A pesar de las buenas señales de apertura y diálogo que él ha tenido, ya, desde el principio, seguramente hay no pocos que siguen viéndolo simplemente como “el Tupamaro que llegó a la Presidencia”. ¿Qué les diría usted a esa gente?
R: Para responderle le cuento que Bordaberry, en una emisora de la cual usted es corresponsal, decía que él estaba recibiendo críticas de su gente porque había ido al acto de la Plaza Independencia, porque estaba diciendo que el discurso había sido bueno, porque estaba recibiendo con beneplácito el mensaje que se dio en la Asamblea General...Y cuenta que le decían en un mensaje de texto: “no vayas más a esos lugares, no digas lo que estás diciendo, no lo ayudes”..

P: Pero si Mujica tiene éxito como Presidente, quiere decir que Uruguay tiene éxito....
R: Ni que hablar..Claro, eso es lo que decía Bordaberry, que no iba a hacer caso a esas llamadas, porque hay una mentalidad, de un lado y de otro, que es algo así. Primero hay ese odio chiquito que tengo y que cultivo amorosamente cada mañana y que me importa un bledo si provoca desgracias colectivas Hay gente que sigue atada a un pasado, a una recalcitrante manera de pensar. Repito. En todos lados.
Pero creo que la mayoría de la gente está deseando, sintiendo, que en Uruguay es necesaria una confluencia de partidos políticos en la solución de cuatro, cinco grandes temas, de los que depende nuestro destino, como país. Por otro lado, la colectividad política de este país, que es tan chiquito, todos nos conocemos. Los señores de la oposición lo conocen a Mujica muchísimo, pero muchísimo, porque han trabajado con él en el Parlamento, han negociado múltiples veces y están muy tranquilos con este presidente. Repito: porque lo conocen muchísimo. En los últimos años él ha conversado mucho más con ellos que conmigo.

P: Compartieron el Senado..
R: Claro, el Senado, antes la Cámara de Diputados ....Creo que en Uruguay se ha producido una especie de revolución política porque se han dado condiciones que necesitaron su tiempo para madurar , para buscar esos entendimientos que antes habrían estado horriblemente mal vistos. Creo que también los desafíos en el horizonte obligan a unirse. Desde el mundo en el que vivimos, hay algunas cosas muy preocupantes que requieren cerrar filas. Y si no, nos come el lobo. Creo que ese sería el mensaje, a toda esa ciudadanía que respeto enormemente. Yo le diría que de Mujica podrían esperar mucho trabajo de Presidente. Además, es un hombre de dialogo, no sólo con los sectores políticos sino con los sectores sociales. Lo ha venido demostrando en los últimos años.


LA CÁRCEL Y LA LOCURA

P: Senador, me ha contado sobre los difíciles tiempos pasados en prisión, en las mismas condiciones que el actual Presidente de la República. No es fácil recordarlo, supongo....pero igual me atrevo a preguntarle qué conclusiones le dejó la prisión....
R: En esas condiciones atroces descubrimos, en primer lugar, que nos habíamos vuelto locos, como no podía ser de otra manera dadas las condiciones de reclusión. En segundo lugar, que el ser humano se adapta a cualquier cosa y la resiste, si lo quiere. Y en tercer lugar, que después que salimos creemos habernos curado un poco y que ahora nada más que medio locos estamos . Sepa usted , que a determinada altura de mi cautiverio, cuando las condiciones eran tan atroces y hacía tanto tiempo que se había terminado todo y ya no tenía sentido recibir los golpes que recibíamos, en el fuero íntimo nos consideramos que ya no éramos más militantes de una organización que estábamos presos, sino militantes de la humanidad. Porque a esa altura, lo que se estaba agrediendo, de esa manera atroz, tan fascista, tan nazi, era a la humanidad misma, ya no a tal o cual persona. 

P: Los Tupamaros hacía tiempo que ya no eran amenaza militar...
R: ¡ Claro! ¡ Por favor! Habían pasado años..Le estoy hablando ya de los años 80...Además, nosotros pagábamos además por lo que la gente hacía en la calle. Si ganaba el plebiscito, nos la ligábamos, si se hacía el obeliscazo, la ligábamos, si se hacía aquel 1º de mayo del 83, la ligábamos.Y si se llegaba al Pacto Naval, la ligábamos cada vez más. Era una verdadera locura de esta gente , de esta enfermedad que había....Ahí creo que a mi ya no me pegaban ni me tenía en estas condiciones por lo que había sido..creo que ni memoria tenían los jóvenes oficiales...Me estaban pegando por lo que el pueblo estaba haciendo afuera.Y eso, aunque usted no lo crea, retempló ánimos....

P: Justamente, la pregunta es qué efecto tuvo todo eso en ustedes, los rehenes...¿Se puede uno sentir totalmente normal después de algo así?
R: No, creo que no, pero lo seguro es que uno salió con un gran amor a la vida.

P: A las pequeñas grandes cosas de la vida....
R: Sin duda. Yo salí con una enormes ganas de comer huevo frito., de tomar un vaso de cerveza con el vaso sudando por afuera, de comer un pancho...Al final de cuentas son las pequeñas cosas de la vida las que representan la libertad, las tan sencillas, que valen más que muchas otras pero que se aprecian sólo cuando se pierden. Si yo hubiera sido millonario, allí por el año 78, hubiera pagado un millón de dólares por un huevo frito.

ENTRE LA INCOMUNICACIÓN Y....EL TALMUD

P: Y seguramente uno de los problemas más serios era la incomunicación....
R: Cuando nosotros fuimos excluidos de la cárcel y colocados en una situación especial, distribuidos en grupos de a tres, a mi me tocó siempre estar con el “ruso” Rosencof y el “Pepe” Mujica. Nos hacían rotar juntos de cuartel en cuartel de forma improvisada-una especie de Gulag chiquito-pero siempre uno en cada calabozo, siempre separados, con orden de no dejarnos hablar y no dejarnos comunicarnos de ninguna manera. Pero nosotros, a lo largo de 13 años en esas condiciones, logramos algo comunicarnos por lo menos, dependiendo de en qué cuartel estuviéramos .

P: La incomunicación también significaba no saber qué pasaba alrededor...Desconexión total del mundo...
R: Por supuesto. Yo me enteré del golpe de estado en Chile en 1980. No teníamos ni idea de lo que pasaba afuera. La incomunicación era real. A mi me interrogaron una vez , duramente, en 1979, por la revolución en Nicaragua. Y yo no sabía que había habido revolución en Nicaragua. Me enteré por el interrogatorio que amenazó con comenzar las torturas otra vez, diciéndome que yo tenía que saber porque yo era dirigente. Un oficial joven , recién casi salido de la Escuela militar, vino después a explicarme después a mi que todo lo que hacía el comunismo internacional dirigido desde Moscú, estaba ya todo planificado en el Talmud .

P: ¡Increíble!
R: ¿Entiende? Y yo no podía decirle al individo qué es realmente el Talmud, porque al evidenciar su ignorancia me iba a agarrar a palos por dejarlo avergonzado. Pero esa mentalidad existía y me permitía a mi averiguar cosas que de otro modo no habría podido saber. Me pasó lo mismo cuando cayó Saigon. Me sacaron y yo pensé ´¿y ahora qué hice?´. Ahí ya eran oficiales más grandes. Estaban muy enojados con Estados Unidos. Al “ruso” Rosencof le pegaban más porque además de Tupamaro, era judío. Además, tenía un pariente , judío, que le mandó una carta de EEUU. Ese fue el colmo. ¡Es que ellos opinaban que Jimmy Carter era bolchevique! Pero eso ellos mismos lo escribieron. Para ellos , entonces, era redondo: ¡éste, además de Tupamaro, es judío y encima tiene contactos con el gobierno de Estados Unidos! 

Ana Jerozolimski
Semanario Hebreo - págs. 10 y 11

Montevideo - Uruguay
Nº 2420 - Año XLIX
11 al 17 de Marzo 
25 de Adar de 5770

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