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Con Alberto Kesman, desde Sudáfrica
Ana Jerozolimski

Seguir a la Celeste desde lejos geográficamente, nos hizo sentir la necesidad de intentar acercarnos un poco. Lo hicimos comunicándonos telefónicamente con uno de los periodistas deportivos uruguayos enviados especialmente a Sudáfrica a cubrir el Mundial, el muy conocido Alberto Kesman, de Canal 12.

Este es un resumen del diálogo que mantuvimos con Alberto. Destaquemos: fue el lunes, un día antes del partido contra Holanda en la semifinal.

P: Alberto, estás ahora en Ciudad del Cabo, donde mañana martes se jugará el partido contra Holanda. ¿Cómo te sentís en esta espera?

R: Estamos con la expectativa de que el partido de mañana vaya bien, pero si bien lo esperamos, el pueblo uruguayo ya está festejando haber llegado entre los cuatro primeros.

P: Justamente, independientemente del resultado contra Holanda, Uruguay ya hizo un gran Mundial ¿verdad?

R : Sin duda. Uruguay hizo mucho más de lo que la gente pensaba, de lo que los periodistas pensábamos en cuanto a su posición en el campeonato. Estar entre los cuatro primero es algo que Uruguay no logra desde hace 40 años. O sea que todo ésto es manifestación total de aceptación por parte de la gente. Después, claro, está la ilusión y el deseo de seguir adelante. Cuando vos estás entre los cuatro mejores, podés llegar primero, segundo, tercero o cuarto. Además, este Mundial tuvo algo muy especial: acá hubo favoritos, pero no invencibles. El hecho te lo demuestra que volvió Francia primero, volvió Inglaterra, luego Brasil y Argentina. Ya después, entran a volver los sudamericanos y el único que queda representando a toda Sudamérica-se me pone la piel de gallina de decirlo, qué orgullo, qué satisfacción- es la selección uruguaya, la Celeste, la charrúa.

P: Pero además, más allá de las victorias logradas, hay algo muy lindo que vos mencionabas en esa transmisión especial en la que relatabas los penales contra Ghana. Es el carácter del equipo, sin arrogancia, sencillo, eso inspira algo especial.

R: Este es un equipo sano, totalmente sano. Lo era ya antes de salir. Está sano de la cabeza, del corazón y del pensamiento. Y es un equipo dirigido por una persona que, además de ser docente, tiene un trato parco o no parco-igual con todo el mundo. Y que se hace respetar por esa forma de ser que tiene, que no es diferente con nadie sino que es igual con todo el mundo. Y hace respetar lo que significa jugar por una selección. Eso es lo que ha logrado él, más que la belleza del fútbol que Uruguay pudo exponer en un Mundial de fútbol.

P: Justamente me comentaban amigos israelíes que conocen a Tabarez por supuesto sólo de verlo en la tele en este mundial, cosas como “¡Qué porte que tiene este hombre!” o “¡Qué respeto que inspira, irradia algo especial!”....

R: Así es. Inspira respeto. Había gente que no lo quería porque decía que “no transmitía”. Pero lo importante no es transmitir haciendo gestos sino tener la convicción de que vos creés que el jugador que esté en la selección tenga como fin en su carrera aportarle a la selección y no venir como compromiso. Y creo que eso es lo que él ha logrado, tratar que el jugador que viene a jugar en la selección, tenga ganas de defenderla, tenga ganas de cuidarse, de concentrarse y tenga ganas de tener la cabeza puesta en los objetivos de ganar una competencia deportiva. Recordemos que no es más que eso, una competencia deportiva, que nosotros los uruguayos podemos disfrutar tanto porque tenemos la suerte de no tener otros problemas, ni bélicos ni de otros tipos de problemas serios. Por eso podemos disfrutar lo que hace tanto tiempo no festejamos: estar entre los cuatro primeros del mundo .La gente que conoce al uruguayo, que sabe la importancia que le da al fútbol, entiende que esto hace más grande todavía la situación.

P: Hablaste antes de la ilusión. ¿Te parece que realmente se piensa, más allá de la alegría por lo ya logrado, que Uruguay puede ganar el Mundial? ¿Lo sienten ustedes, los periodistas, lo siente quizás Tabarez, o lo sentirán los jugadores?

R: Yo creo que ninguno dice “estamos cumplidos”. No hay una expresión de esa naturaleza.

O sea que por más que no seamos críticos si no logramos algo más, al pensar que no estamos cumplidos significa que tenemos en nuestro espíritu, en nuestro pensamiento, la convicción de que se quiere más.

P: ¿Vos también podés permitirte salir a festejar?

R : No, el trabajo del periodista deportivo en un Mundial, cuando lo hace en serio, es prácticamente las 24 horas. Se duerme cuatro o cinco horas por día, no salís a festejar, no sabés lo que es la vida nocturna y estás permanentemente pendiente de lo que te piden de Uruguay.

Cuando Uruguay está ganando te piden que muestres lo que el jugador piensa, no perderte una conferencia de prensa, tener siempre pendiente una posibilidad de salir en satélite para dar tu opinión. Y acá en Sudáfrica las distancias no son cercanas. La gente es muy buena, pero por más buena que sea, el país tiene algunas dificultades como por ejemplo cuando uno quiere comprar un chip para tu GPS para trasladarte, no hay. Yo soy parte del staff periodístico de un país que va a definir, y no tengo la facilidad del alojamiento cercano al lugar donde tengo que trabajar. Son incomodidades, pero de ninguna manera malos tratos. El trato es espectacular, muy cordial, con mucha buena voluntad.

P: Y ahora tienen también la desilusión de que no quedó ningún equipo africano en la última etapa...

R : Ellos creo que empezaron a vivir la fiesta con su vuvuzela y pensaron que todo iba a ser un baile y terminó pendiente de lo que podía ser Ghana, como último representante del fútbol africano, que creo que como continente, en expresión futbolística, ha sido un fracaso en este Mundial. Eso, más allá de que Ghana es tan igual que Uruguay como para poder seguir.. pero es como en el cuento de Moisés . Un ángel tocó la pelota y le hizo tocar el poste horizontal del arco, así como un ángel tocó la mano de Moisés y le hizo tocar la ceniza ardiente en lugar del oro ante el Faraón....

P: Para que tartamudee y el Faraón no lo crea demasiado inteligente como para amenazar su trono....Linda analogía...Alberto ¿cómo describirías el ambiente en el equipo?

R : Impecable. Son muchachos como adolescentes más grandes, que evidentemente tienen un sentimiento muy espontáneo y una humildad para lo que están viviendo, que es extrema.

Y no es solamente con nosotros, los periodistas, sino con todos. Y eso lo reconoce el pueblo uruguayo y por eso lo está festejando. El pueblo lo está disfrutando mucho más porque ve que los jugadores son humildes, porque son muchachos bien, porque se cuida, porque quieren darle una felicidad a la gente, porque les importa más la gloria que el dinero, y no va a terminar el campeonato y se van a ir a las playas de España o de Italia sino que los tipos lo que quieren es ser campeones. Saben que el pueblo uruguayo está conforme, pero ellos no se dieron por cumplidos.

P: A un amigo mio lo llamó un compañero desde Uruguay a pedirle que ponga un papelito en el Muro de los Lamentos para pedir por la victoria de Uruguay...

R : Bueno, la fe es algo lindo y yo lo respeto mucho porque creo en Dios. De cualquier manera, hoy por hoy, en esto del mundo no confundo los tantos. Esto es un partido de fútbol.

Ana Jerozolimski
Semanario Hebreo

MONTEVIDEO - URUGUAY
Nº 2436 - Año XLIX
8 al 14 de Julio de 2010
26 de Tamuz de 5770

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