Colabore para que Letras - Uruguay continúe siendo independiente

Buscando respuestas a los dilemas de Januca.
“Nuestra cultura de hoy es la combinación entre el mundo judío y el mundo griego”, 
afirma el Dr. Noam Hajam, Catedrático en el Departamento de Historia de la Universidad Hebrea de Jerusalem.
por
Ana Jerozolimski

Desde pequeños, aprendemos en las escuelas judías sobre el milagro de Januca-que se celebró esta semana-, sobre la victoria de la fe judía por sobre los intentos de imposición de una cultura y fe foráneas, concretamente de la helenización forzada por el rey seléucida Antíoco Epifanes que había profanado el Templo Sagrado, convirtiéndolo en un templo pagano, que luego fue vuelto a purificar gracias al heroísmo de los Hasmoneos. Pero los pormenores, los entretelones de todo esto, son menos sencillos que este relato. Tratamos de comprenderlo, entrevistando al historiador Dr. Noaj Hajam de Jerusalem.

P: Dr. Hajam, la historia detrás del milagro de Januca es mucho más compleja que la que se aprende en la escuela...¿no es así? Hay de por medio discusiones internas, una población judía dividida, y una lucha de hecho entre diferentes tendencias en el seno de los propios judíos de Jerusalem..

R: Así es. La situación era compleja. Por un lado, en el mundo hay mutua influencia entre culturas, aprendiendo una de otras. Eso pasaba también antes de la rebelión Hasmonea. En determinado momento, judíos de Jerusalem intentan cambiar la situación reinante hasta entonces. Intentan erigir en Jerusalem instituciones de una ciudad griega, participan en eventos del mundo helénico, de costumbres no judías. En el terreno había un proceso de helenización y hasta el propio Gran Sacerdote iba al frente. Primero era Yasson y luego, peor todavía, Menelaos, que ya no respetaba en absoluto las leyes tal cual se habían cumplido antes y actuaba como representante del dictador. Antíoco IV (Epifanes).

P: Aclaremos algo respecto al “antes”. El gobierno de los seléucidas no comenzó con Antíoco Epifanes, o sea Antíoco IV, que fue quien profanó el Templo Sagrado., sino con su padre, que había actuado de otra forma totalmente diferente..

R: Claro que no. Eso es un dato importante. Fue Antíoco III, quien conquistó la tierra de Israel en el año 200 A.C. El determinó los derechos de los judíos, diciendo que a los judíos se les permitirá comportarse de acuerdo a las costumbres de sus antepasados y que en Jerusalem podrán actuar según las leyes del Templo Sagrado.

P: También su sucesor, su hijo Seleucus IV, se comportó en forma similar. Ni él ni su padre intentaron imponer la helenización a los judíos. Fue el otro hijo el que lo hizo, Antíoco Epífanes, o Antíoco IV. Y es en su tiempo que comienza el enfrentamiento violento...

R: Así es. Recordemos ante todo que son los propios sacerdotes del Templo Sagrado los que violan esa Constitución declarada años antes por Antíoco III e introducen una nueva. Erigen en Jerusalem a Antioquía, una polis griega que no tiene por qué seguir las leyes del Templo sagrado. Eso desata una guerra civil en Jerusalem entre los elementos que se iban helenizando, los helenizados “light” y los que querían mantenerse fieles a la religión. Cuando Antíoco IV combate en Egipto y lo conquista, un enviado de Roma le advierte que no puede hacerlo, que Roma es fuerte como para impedirlo. Los rumores al respecto llegan a Jerusalem, donde los enemigos del Sacerdote Menelaos -que era el representante de Antíoco en Jerusalem- levantan cabeza, se agudizan los enfrentamientos, sacan tesoros del Templo para pagar los impuestos ordenados por Menelaos y Antíoco cree que Jerusalem se le está rebelando. Al volver de Egipto saquea el Templo Sagrado, mata judíos en Jerusalem y trata a los judíos como insurgentes contra él.

P: El choque violento empieza pues en el reinado de Antíoco IV. Pero ciertas manifestaciones de helenización aparecían ya antes ¿verdad?

R: Es una pregunta interesante, pero el tema es si acaso darle a alguien el nombre Alexander es señal de helenización o no. Yo creo que no. Creo que eso es una influencia cultural normal. Captar corrientes de pensamiento de la filosofía griega, es algo que sucedía ya antes del 167 A.C. Lo que se considera la helenización negativa es violar la Constitución que imperaba en Jerusalem e introducir elementos que no existían antes, pero más allá de las influencias culturales normales. Crear instituciones griegas propiamente dichas en Jerusalem, fuera de las leyes del Templo, eso ya fue cruzar la frontera. Y el resultado es una lucha con elementos políticos, religiosos y culturales nada sencillos. La creación de nuevas leyes disgustó a mucha gente, tanto a los que llamamos “helenizados light”, como a los fieles a la Torá.

P: ¿Y cómo fue evolucionando la actitud del monarca, de Antíoco IV?

R: En una primera etapa aún no había impuesto restricciones como prohibir cuidar el descanso del shabat y prohibir comer Kasher. Comienza a hacerlo, al volver de Egipto, al llegar a la conclusión de que un elemento clave en la convicción de los insurgentes, es su fe religiosa. Intenta entonces poner fin a la rebelión, quitando de por medio lo que cree es su motivación principal: su religión.

P: Como bien sabemos, Antíoco convierte el Templo Sagrado en un templo pagano, lo profana y recién más adelante, al tener éxito la rebelión en su contra, se devuelve el candelabro y conocemos el milagro del aceite, que en lugar de un día, fue suficiente para que el candelabro esté encendido durante ocho días. ¿Pero con qué cicatrices quedaron los judíos después de esa lucha interna nada sencilla?

R: Claro que quedan cicatrices. Aún se lucha contra los “helenizados”. Es que es clave tener presente que la guerra de los Hasmoneos no era solamente contra los griegos sino también contra los judíos fieles a los seléucidas, que ya no eran fieles a la fe judía, que no circuncidaban a sus hijos, por ejemplo.

P: Y se intenta imponer por la fuerza la práctica religiosa judía a quienes se habían alejado de ella...

R: Si. Está en Macabeos I, circuncidaron niños que no habían pasado brit. La guerra de los Macabeos -un grupo dentro de los fieles a la religión- tenía como objetivo garantizar el respeto a la fe judía.

P: Quisiera hacerle un comentario usando un término que tengo claro era extraño a esa época. Los Hasmoneos no eran grandes demócratas ¿verdad?

R: Me ha hecho reír ahora. ¿De qué democracia podíamos hablar entonces? ¿Acaso había Kneset, Parlamento? Pero le diré algo interesante. Recordemos primero que festejamos Januca por lo sucedido en el año 164 AC, la reinauguración del Templo. Unos años después, en el año 160AC Yehuda el Macabeo cae en combate, hay un retroceso en la rebelión hasmonea y recién en el año 142 -143 A.C. se concreta la liberación nacional y Judea se convierte en un estado independiente. Shimon, el último de los hermanos Macabeos, quiere recibir apoyo del pueblo en su gobierno. En Macabeos I hay una descripción del evento y del texto sobre el que se estuvo de acuerdo. No hubo una imposición de dictadores o tiranos sino una aceptación general por parte del pueblo, consentimiento general de que él sea el líder, el Gran Sacerdote.

Hay aquí cierto elemento de democracia. Claro está que quien tiende a apoyar a los seléucidas no es parte, así como si hoy alguien apoya a Siria o a Hizbalá, irá a prisión, porque está con el enemigo. También en aquel entonces. No era algo democrático. Pero sí había un elemento claro de aceptación popular, en los tiempos de Shimon el Hasmoneo.

P: La realidad es que cuando pregunté retóricamente si los Hasmoneos eran demócratas, o comenté que no lo eran, estaba pensando más que nada en su imposición de la práctica judía a quienes la habían dejado, en las circuncisiones obligadas....¿Por qué ellos podían determinar que tenían la razón, que no podían surgir reformistas?

R: Por un lado, tenían poderío militar y un amplio apoyo popular. Y por otro, tenían reconocimiento internacional. El régimen régimen seléucida comprende en cierto momento que el Sacerdote Menelaos les causa problemas, que los helenizados les traen complicaciones, ya que provocan inestabilidad en el terreno. Así llegan a la conclusión en determinado momento que les conviene estar con la fuerza más potente y al final apoyan a los Hasmoneos, primero a Ionatan y luego a Shimon. O sea que se dieron aquí dos procesos paralelos.

P: Todo ésto, claro está, mucho después de Antíoco Epífanes..

R: Por supuesto.

P: ¿Se puede trazar paralelismos entre figuras o grupos de hoy y los de aquellos tiempos?

R: Mi rol no es el de comentarista político sino el de historiador. Pero creo que hoy vemos que todos quieren ser los Hasmoneos de la historia. Cuando llega el mundo post-modernista, la razón la dan a los helenizados que trajeron cultura moderna y bienestar económico. En el mundo post modernista, se apoya a quien antes era el anti-héroe....

P: ¿No será que la verdad está en el medio, o que el punto correcto puede ser aquel en el que no hay contradicción  entre la observación de los 613 preceptos del judaísmo y la adopción de elementos culturales nuevos, que no choquen con el judaísmo?

R: Es posible cumplir los 613 preceptos del judaísmo y al mismo tiempo captar elementos culturales de otros en la dosis adecuada, no hay problema. Pero cuando se hace ese proceso de modo demasiado cultural, para anular el judaísmo y prohibir la tradición, se llega a un choque entre elementos irreconciliables.

P: O sea que la combinación es posible......

R: Claro que sí. No hay contradicción en un encuentro entre culturas. Nuestra cultura es hoy es sin duda la combinación del encuentro entre el mundo judío y el mundo griego. Podríamos recordar que lo que dijo Menajem Shtern, el gran estudioso de la época del Segundo Templo, que falleció hace 20 años: que la victoria de la rebelión Hasmonea fue la que hizo que el mundo de hoy sea tal cual es. O sea: si los judíos no hubiesen salido victoriosos, no habría quedado judaísmo, por ende no habría nacido el cristianismo, y la cultura occidental conocida hoy , no existiría.

Ana Jerozolimski
Semanario Hebreo - pág. 3

Montevideo - Uruguay
Nº 2409 - Año XLIX
Jueves 17 al 22 de Diciembre de 2009
30 de Kislev de 5770

Ir a índice de Periodismo

Ir a índice de Jerozolimski, Ana

Ir a página inicio

Ir a mapa del sitio