El Guarda puentes

     Se jubiló para mudar de vida
Y de lugar y... divertirse el resto.
Más de una cincuentena repetida
Sobre las viejas aguas de su puesto.

    -Me voy a una ciudad desconocida
Donde pueda vivir con otro gesto.
Ya tengo el alma dura y desabrida
Y el brazo setentón poco dispuesto.

     Lo engañó -como suele- la costumbre:
     Creyó muy fácil desprender herrumbre
     Y separar el corazón ligero.

     Un día los atónitos pasantes
     Lo vieron con los ojos vigilantes
     Pescando bajo el puente compañero.

Pedro Leandro Ipuche
Antología poética
Ediciones de la Banda Oriental
Montevideo - 1968

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