Patria perdida
Saúl Ibargoyen

Epitafio personal para el ex- Presidente Lyndon Johnson

Entre abundantes palabras
trabajados versos
cuidadosos ritmos
te lo dije una vez:
eras solamente lo que eras.
Pero ¿qué muñeco autoritario
como fuiste tú
escucha hoy a los poetas?
El fragor de las armas imperiales
cegaba tus grandes orejas
y cuando casó tu hija
ayudaste al torpe muchacho
a degollar mejor
la torta gigantesca.
Y tu corazón finalmente se paró
como un reloj de trapo
delante de la luz negra
del sangriento sucio tiempo
que ayudaste a transcurrir.
¿Qué será de ti?
¿A qué cifra llegan
tus rentas solitarias?
Si ahora que estás en silencio
pudieras escucharme
arrugarías la espesa frente
en señal de no entender.

Saúl Ibargoyen
Patria perdida

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