Comentarios sobre el poemario
Ausencia empieza con A
Edición GRUPO DE LOS 9 – 2000

Presentación por la Prof. Solveig Ibáñez Iglesias

 ATENEO de Montevideo. (4–5-2000). Presentación por la Prof. Solveig Ibáñez Iglesias de “Siempre Encendida”, cuaderno del GRUPO DE LOS 9, donde se incluye EL Poemario  de M. de A. “Ausencia empieza con A”  

(...) Todos conocemos a la destacada escritora Marta de Arévalo, por cuya obra poética  acaba de obtener un Premio Literario sumamente importante para la Poesía de habla hispana. Se trata  del Premio Internacional de Literatura Latinoamericana y del caribe “Gabriela Mistral”. Dicho lauro le fue otorgado  en este año 2000 por la Association Côté-femmes de París, creadora del mismo, y con la coparticipación del grupo Mujer y Sociedad, de Bogotá.

Marta acaba de regresar de su honroso viaje a Colombia -la tenemos aquí presente- y pido a la concurrencia un aplauso  para esta gran poetisa nuestra.. Respecto a su noticias curricular, la podremos apreciar, en buena parte, en este nuevo libro del ”Grupo de los 9” (Grupo de la que ella es co-fundadora) intitulado: “Siembra Encendida”. 

Adentrémonos ahora al mundo lírico de Marta de Arévalo. El material de que disponemos hoy, pertenece al poemario “Ausencia empieza con A”. Es éste un conjunto muy homogéneo en cuanto a estructura, temática y belleza.  El tema de este libro enlaza dos grandes vertientes del YO: el Amor y la Soledad.  A veces, en una misma composición, podemos advertir una doble alusión del Yo interior (ese Yo de los románticos y los simbolistas) que abarca, en esta poetisa,  el sentido del amor y el de la soledad óntica sutilmente enlazados.

Y en este enlace, contemplamos también motivaciones colaterales de una filosofía existentiva (Karl Jaspers) que se desliza  en cada tema, con la suavidad del agua o de la brisa como en el poema “Ayer” donde  dice:  Ayer era la vida. / Agónica y porfiada / llamaba / con su grito de victoria / su estandarte / recamado de destino / su campana / sonora de palabras / impía de reclamos / caprichosa de abundancia.” Y también: “...con sus brazos invisibles / una aureola / revestida  de esperanza / una coraza / con sigilos oportunos/ atrevida y seductora.” 

Hay oportunas reminiscencias del pasado, como en “Acaso” que rodean y mullen la evocación de un sentimiento y de la general ausencia: “No sé si te soñé / o me soñaste. / Fuiste en mí / como latido de infinito / y  yo en ti / no sé si fui culpa o delirio. // Callo lo que fue y debo callar./ Callando grito / la agonía de la ausencia. / Tiempo sin retorno, sueño ido./ Callo lo que fue y debo callar./ Callando grito / la agonía de la ausencia. / Tiempo sin retorno / sueño ido. / Callo / y tú callas / - lejano y en ti mismo- // Sobre distancia silencio / y en silencio / un puente de misterios / uniendo pensamientos / secretos y ritos

El poema “Alrededor dde mí” en siete dísticos muy expresivos rescata mucho de esa perfección del sentir que se consagra en toda ausencia: “ Alrededor de mí tu sombra / luz que acosa mi sentido. // Sombra si no estás / sombra si has venido. //  Vengo de un país de sueños // estoy en un país de olvido.”

Y el poema “Aquí” de breve y contundente sensación de soledad, deja atrás la alusión al amado elíptico, para trasmutarse en una sola, clamante y convincente invocación a Dios, el “Único” con quien  la poeta desea estar, únicamente: “Aquí ya no te espero / -sólo estar sola quiero - / a solas con el Tiempo / a solas con el Único / solitaria conmigo.” 

“Amarilla una rosa” nos trasmite los estados del alma por el amor que ya fue. La rosa y su tonalidad lumínica se eterniza y perfuma las manos de la amante solitaria. La rosa la mira aún, pero no la ve. Muy lograda esta composición como todas las del poemario: “Amarilla una rosa / escapa de mi mano / hacia un inmenso abismo / azul de soledad 

Aunque todos estos poemas exaltan  el sentimiento del amor, se advierte en ellos perentoriamente, la ausencia de ese amor en cada verso que habla, a su pesar de todos los compromisos y circunstancias, ajenas a su yo interior, hoy sólo poblado de memorias y soledades.

Por eso, en el poema “Absoluto” ya no hay diálogo  con ningún interlocutor: “Inconexo , el amor existía  Este es el primer verso  del poema donde el amor es por antonomasia, el protagonista: “Inconexo el amor existía./ Realidad de Ser en sí mismo / un abismo / de  arcano  y de magia.// Como asir lo perfecto /  como ver lo imposible / como abrir lo sellado / como ahondar lo infinito / o  develar el misterio // Así era el día / en que el amor existía./ Absoluto era él”. 

Pero no sólo hay soledad y desencuentro en esta poesía, hay también abandono. Los versos “ aguas amargas a beber invitan  así lo traduce. El abandono habla también de la indiferencia, otro de los sentimientos que componen la soledad: “Abandono / desamparo / andar sin adelanto / y un dejarse ir sobre las cosas / roto el dique de los sueños / aguas amargas / a beber invitan.”

En “Abrasdamiento” trasciende ahora su estro con el recuerdo que hoy y aquí la toca vivamente. Ella torna a invocarlo todo, desgajándose simultánea y serenamente de aquel pasado, hoy cenizas de su soledad: “ Abrasada en esta llama / de bruma y realidades / pienso / a veces / en días  suspendidos (...) Hoy sé que imposible / volver a as memorias. / Recojo entre cenizas / callada y dulcemente / el alma de ese entonces / y dejo una sonrisa / - tristísima - / como una rosa mustia / sobre tu soledad.”

Prof. Solveig Ibáñez Iglesias

Ir a índice de Ensayo

Ir a índice de Ibáñez Iglesias, Solveig

Ir a página inicio

Ir a mapa del sitio