Plegaria del Esposo
Luis D. Gutiérrez Espinoza

Señor,
dame valor
para reconocer y enmendar,
para cotidianamente sincero
mirarla cara a cara,
para sin arrogancias
desechar hombrías mal entendidas,
para que salvando 
tiempo y distancias
llevarla a puerto seguro.

Señor,
dame sabiduría
para escucharla y entenderla, 
para comprender 
sus silencios y sus sollozos
para apoyarla cuando me necesite, 
para convertido norte
ser la luz de su senda.

Señor,
dame fuerza
para darle risa, buenas razones,
para darle el fruto de mi honradez,
la frente alta, limpio nombre,
para pedir perdón,
para ser su brazo y su reposo.

Señor,
dame templanza
para brindar armonía, 
para respetar nuestra amistad, 
para compartir nuestros días
nutriéndolos cada día mejor,
para dejar en la puerta
el ceño fruncido, el paso cansado.

Señor,
solo una cosa más
- y para no molestarte -
dame Amor
para que por siempre jamás
pueda ofrecérselo,
ilusionando cada momento,
con presencias o con ausencias,
hasta que encontrándonos contigo
ir más allá de nuestros ojos…

Luis D. Gutiérrez Espinoza
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