Padre Papá

Luis D. Gutiérrez Espinoza

Escúcheme mi hijo
escúcheme muy bien,
usted ya está creciendo
se va haciendo un hombre 
y caballero al parecer
bueno, la cosa no es tan simple
y con un poco de razón y otro de corazón,
ábrase oídos para obrar su porvenir,
porque es momento de oír y atender
de dar y compartir
para que siempre sepa
que lo quiero entero y sin dobleces
tierno y sin blanduras
firme cuando la vida apura
y suave cuando el viento amaina,
lo quiero cantor
alegrándose con la mañana
los ojos concientes
viendo cuánto levanta el sol
o cuánto nos ama Dios,
lo quiero así, de manos abiertas
pulso extendido y mente despierta
el paso haciendo huella
la voluntad quitando abrojos
y su amistad brindándose sincera,
lo quiero fuerte y decidido
dirigiendo su barco, fijándole un norte,
sin olvidar que tras la tempestad viene la calma
ni que el soñar muestra otros mares
ni que existen el árbol y el ave
que el asfalto quiere ganar,
por eso le digo
nunca patee ni maldiga ni a la tristeza de cabida
que la vista se obnubila
y el camino se cierra,
edúcate en la perseverancia
la fe y la confianza
para que siendo dueño de ti
no claudiques ni bajes la mirada,
fórjate en la caída
para que aprendiendo a andar
no tropieces otra vez
y cuando te sientas cansado
corre y ora, que no te avergüence,
para que fortaleciéndote
renueves músculo y esperanza,
instrúyete en los libros y en los días
para que aquilatándolos
sepas cuánto de verdad
hay en las palabras y en el atardecer
y corrige, sugiere y perdona
porque la paz da paz
y la sonrisa puertas abiertas
pero, cuídese de la petulancia
la ofensa y el poder
que eso avasalla
y lo empuja a la soledad,
recuerda, estar en el barro
no significa embarrarse,
que cada quien carga su hora
y cada cosa su tiempo,
fórmate en la sencillez y el respeto
y sin que esto te reste dignidad
serás más alto que el común 
y los demás
porque siendo llano y sereno
sabrás distinguirte y diferenciarte,
que el triunfo no te envanezca
ni el dinero te cambie
porque logros, dones y bienes
tal como llegan se van
si es que no reconoces
que de arriba cae la bendición o el acontecimiento
sacudiendo embarcación y timón
y cuando ames, ama
y cuando sirvas, sirve
y cuando rías, ríe
que eso revelará cuán humano eres
y veras ¡ah!, la gran contradicción
que hay niños que lloran porque no quieren comer
y hay niños que lloran porque no tienen qué comer,
navega sin prisas, despliega tus velas,
orienta tu proa y descubre tu tierra,
explora, pregunta, pregúntate:
¿de dónde nace la arena, 
cuál la senda de la nubes 
o qué es vivir?,
porque conociendo y midiendo tus fuerzas
sabrás pedir consejo
sabrás mirar lejos
sabrás valorar y comprender,
también, Dios quiere que también,
ser un hombre cabal y completo, 
escúcheme mi hijo
ande, démonos un abrazo,
escúcheme muy bien
aunque más que todo, pese todo, 
Dios quiere que además
seamos amigos amigos
hasta cuando nos toque partir…

Luis D. Gutiérrez Espinoza
Arequipa – Perú.-

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