Análisis internacional…

El siglo del desarrollo ambiental y social
Washington Daniel Gorosito Pérez

La actual crisis económica mundial es tan grande que no tiene precedentes desde la gran depresión de la década de los 30 del siglo pasado. Una fecha memorable en aquélla época fue el 24 de octubre de 1929 mejor conocido como el “jueves negro” día en que se desplomó la bolsa de Nueva Cork dando comienzo a la más larga crisis económica de la historia contemporánea.

 

En ese momento, Estados Unidos crecía económicamente, su productividad iba en aumento y los ciudadanos, en su mayoría inmigrantes se endeudaban por alcanzar el sueño americano gracias a las facilidades crediticias.

 

La especulación bursátil buscó, como ya es costumbre, ganancias fáciles y rápidas para los empresarios que, sin ningún control, manipulaban las cifras y las operaciones, en tanto los salarios de los endeudados trabajadores se mantenían fijos.

 

Una burbuja difícil de mantener que terminó estallando cuando las acciones se desplomaron y los bancos quebraron ante la falta de liquidez en medio de la masiva solicitud de retiros.

 

La depresión duró una década y la economía estadounidense se enfiló a la producción de armamento y equipos de guerra para enfrentar al eje Roma-Berlín-Tokio. ¡Vaya paradoja!

¿Qué hubiera pasado si no se presentaba la Segunda Guerra Mundial? No cabe duda que eran otros tiempos.

 

Hoy la situación es diferente, la población del planeta se ha triplicado y urbanizado. Los retos que enfrenta la humanidad son de otra dimensión.

 

La entrada en recesión de las principales economías mundiales debe servir, no sólo para buscar mecanismos para salir lo antes posible de la misma, sino también para reflexionar sobre el modelo de desarrollo imperante, basado en el consumismo, el cual ha ignorado sistemáticamente la transformación y el daño producido al mundo natural del cual depende el futuro de la humanidad.

 

Los síntomas muestran un planeta en crisis, algo que ningún dirigente político debe subestimar. No cabe duda que el siglo XX  fue la época del crecimiento económico y desarrollo científico-tecnológico, pero el siglo XXI debe ser el del desarrollo ambiental y social.

 

                         ¡Hasta el próximo análisis…!

Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez
e-mail: danielgorosito@prodigy.net.mx 

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