Análisis internacional…

La crítica de las armas
Washington Daniel Gorosito Pérez

Con ese título, el filósofo francés Regis Debray escribió un balance de la guerrilla latinoamericana. El libro fue publicado en 1974 y analiza desde la muerte del Che en Bolivia hasta la derrota de los Tupamaros en Uruguay.

 

La conclusión del texto es que el pueblo sin armas había sido derrotado en el Chile de Salvador Allende y que las armas sin el pueblo lo habían sido en el Uruguay de los Tupamaros.

 

Este debate vuelve a cobrar actualidad debido al reciente anuncio de la muerte del líder histórico de las FARC, el legendario “Tirofijo”.

 

En efecto, el llamado guerrillero en activo más viejo del mundo ha muerto después de cuarenta años de lucha armada. Su trayectoria vital rebela que la mayor guerrilla colombiana puede hacer mucho daño, pero no tiene como llegar al poder. Es una organización arrinconada.

 

La vida política pasa por su lado y pocas veces se cruza con el accionar de las FARC. Las elecciones se suceden en Colombia, incluso de ellas participa el Polo Democrático, la principal fuerza de izquierda legal y la organización terrorista nunca ha puesto en peligro la estabilidad del Estado.

 

Esa es la razón por la cual mantienen secuestrados a decenas de personas. Es una forma de ganar presencia política y evitar ser minimizados y junto con los atentados obtener espacio en los medios de comunicación colombianos e internacionales.

 

Si no fuera por las cárceles en el monte y la selva, la guerrilla de las FARC significaría poco en la política colombiana.

 

Ese destino trató de ser evitado por el peruano Sendero Luminoso. En 1989 durante su primer congreso el acuerdo fue llevar la guerra a la ciudad para buscar el llamado “equilibrio estratégico” y derrotar al Estado.

 

Con toda claridad, Sendero estaba buscando escapar de una marginación a la colombiana. En el pensamiento de Guzmán su líder, se trataba de usar las armas para llegar al poder. El no quería quedarse con las armas en algún rincón perdido del Perú.

 

Su derrota confirma otra tesis planteada  por el libro de Debray. En este caso, se trata de la ciudad como tumba de la guerrilla. En efecto el filósofo francés sustenta que en la ciudad siempre gana la policía. Argumenta la transformación negativa de la guerrilla en el medio urbano, por sus necesidades de dinero y de logística, que la hacen altamente vulnerable y propensa a la corrupción de sus fines.

 

Así, se fue cerrando el ciclo abierto por la Revolución Cubana. La guerrilla rural condujo en el mejor de los casos a la marginación y la urbana directamente a la derrota.

 

Sólo la Revolución Sandinista escapó a ese curso. El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) conducido por Daniel Ortega, hoy nuevamente Presidente de esa nación centroamericana, es la única guerrilla que ha llegado al poder después de Fidel Castro.

 

Pero, años después, los mismos sandinistas organizaron elecciones y transfirieron el gobierno a quien fue democráticamente elegido. El simbolismo de ese acto fue crucial, negando el camino cubano.

 

Los sandinistas evidenciaron que no habría más partido único ni socialismo en un solo país. Fue el fin de las ilusiones en la vía armada y el adiós a la propuesta estalinista.

 

Con la muerte de Marulanda (“Tirofijo”)se ha terminado una era. La práctica de los secuestros y los atentados ha desprestigiado a las FARC y las presenta como lo que son a nivel mundial: terroristas.

 

Esperemos que tanto las FARC, como otros grupos con estas características que operan en otros países de América Latina entiendan que la izquierda  hoy prospera y opera en democracia, la verdadera arma para acceder al poder político es el voto y no los fusiles.

 

Como se ha señalado en la pasada reunión del Foro de San Pablo, ya suman 13 los llamados gobiernos “progresistas” de América Latina.

 

Aunque falta que hagan algo sustantivo por sus pueblos más allá de la estéril retórica desarrollada en reuniones presidenciales afines a la ideología y multitudinarios actos de masas.

 

Por que hasta ahora han sido tan suaves que ni se los siente y a los graves problemas de América Latina, SÍ.

 

                                ¡Hasta el próximo análisis…!

Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez
e-mail: danielgorosito@prodigy.net.mx 

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