La Policlínica de Salud Pública

María Esther Giribone

Esta se encontraba en un local alquilado y era una casa típica de Conchillas sobre la carretera al puerto, actual calle David Evans, contaba con una sala de espera, consultorio y baño. Allí atendía el médico, la partera y se vacunaba, como no había heladera se traía todos los días las vacunas en un tarrito con hielo desde la casa del médico.

La enfermera, una joven rubia de cabello muy largo era hermana de la partera anterior, de nombre Veda, estuvo trabajando conmigo durante un año, luego consiguió el traslado a Maldonado donde se encontraba la hermana y se fue con la madre. Aquí vino Sonia, oriunda de aquí, estaba en Carmelo y sus padres vivían en el Puerto, con ella somos compañeras hasta los días de hoy, actualmente esta en Carmelo pero allí nos encontramos y nos comunicamos muy  seguido.

En aquellos años se hacía un plan de vacunación que se iba a las escuelas, así que en la ambulancia manejada siempre por algún voluntario ya que chofer nombrado por el Ministerio no había, íbamos a todas las escuelas de la 7ª sección Judicial, una mañana las recorríamos a todas para avisar que día se iría a vacunar así se les avisaba a los vecinos también porque no solo se vacunaba a los alumnos.

Así que visitábamos las escuelas 135 del Puerto, 88 de Paraje García sobre la ruta 21, la 74 de Santa Rosa, la 116 de Campana, 35 de San Roque, la 33 de Paso Sena, 103 de Puntas de Juan González sobre la ruta 55, 124 de las Minas de Talco, 48 de Los Cerros de San Juan, la 49 de Punta Francesa esta hace tiempo que no existe mas. En esa zona no vive nadie, y en ese tiempo el número de alumnos era muy bueno. De esta forma conocí toda la zona rural de influencia de Conchillas y a su gente.

Cuando en Salud Pública la enfermera salía de licencia, según el doctor no se podía suspender el servicio, suplente nunca mandaron, así que realizaba todo el trabajo de ella. Con Sonia trabajamos  hasta hace unos pocos meses, si tendremos anécdotas, buenas y malas también porque no solo trabajamos, salíamos tanto a fiestas, la playa, a bailes como a velorios.

Cuando llegué había una comisión de apoyo a la Ambulancia y Policlínica, toda de hombres, presidida por el Dr. García y una sub-comisión de Damas, que eran, dijera yo, las hormiguitas. A poco me integré a ella, por cuentos me enteré que años atrás en un camión de Pirucho Carro, trajeron desde el garaje Central de MSP pedazos de una ambulancia, chapas por un lado, motor por otro, con la voluntad de la Comisión, de buenos vecinos y mecánicos, de un montón de chatarras, consiguieron tener por primera vez una ambulancia para el pueblo, para la cual el Ministerio solo aporta vales de combustible, hay meses no son suficientes, el mantenimiento, arreglos por cuenta de la comisión y choferes voluntarios. Después de lograr  este objetivo se trazaron uno mucho mayor en el cual participo y es un edificio propio para la Policlínica, el que se estaba ocupando era alquilado, el terreno había sido donado por el momento de palabra, ubicado entre  Conchillas y Pueblo Gil. Cuando yo llego a esta localidad esta era la meta que tenían, así que el Dr. García pide que la Comisión  de Damas visite al donante para que realice los trámites correspondientes, porque hasta que el sitio no esté a nombre del Ministerio de Salud Pública, nada se podía hacer. Una tarde en la ambulancia, manejada como siempre por un voluntario, es este caso Raffo, de la comisión y esposo de una integrante de la Comisión de Damas, Pocha, este señor era de las personas que más colaboraban así como agentes Policiales, fuimos hasta el Puerto a visitar al Sr. Meyer, quién se compromete a realizar la escrituración lo mas pronto posible. Esto se realiza en Enero. Luego de poseer el terreno sobre la carretera y a los fondos unas canteras, un lugar con mucha piedra pero muy pintoresco, se comienzan los trámites con los respectivos Ministerios de Salud Pública y de Obras Públicas, la obra se realiza por convenios, se pedía un préstamo sobre un presupuesto presentado, otorgaban una parte y luego que se realizaba lo comprometido, se presentaban las respectivas boletas por los gastos, otorgaban otra partida, pero como esto lleva mucho tiempo, nunca el presupuesto inicial, es el mismo del final, por lo tanto el dinero nunca alcanzaba, más algún contratiempo que se tiene, en este caso el primer constructor deja la obra, hay que ver otro y el presupuesto es mayor.

Así que las comisiones tienen que poner todo su arte creativo para realizar distintos beneficios para recaudar fondos.

Cuando llegué me encontré con un baile que  se realzaba en la radial, esto era Noviembre, en el galpón de Irizar, con la orquesta Plátano de Colonia en sus dos ritmos, en esos años discotecas no se usaba era con orquestas en vivo. De un lado sobre un escenario la orquesta, la pista y alrededor mesas y sillas, por lo general ocupadas por las mujeres, si eran jóvenes acompañadas por alguna madre  y algunas con el novio si lo tenían, a un lado el bar y el grupo de hombres parados, se usaba  ir a  la mesa a invitar a la dama que lo acompañara  a bailar o desde donde se encontraba de   pie hacían seña con la cabeza invitando a bailar, esto era  de riesgo ya que una nunca estaba muy segura a quién hacía la seña, salvo que fuera conocido o    ya estaba concretada la   invitación, por supuesto que no se bailaba suelto, luego  al llegar el intervalo, te acompañaban a tu lugar, te agradecían el otorgamiento del baile, si estabas conforme te comprometías a continuar bailando en la próxima entrada de la orquesta, muchas veces era la única oportunidad de estar con el muchacho que te gustaba,  igualito a la actualidad, que bailan las mujeres por un lado y los hombres por otro y al oscuro, porque en esos bailes había luz, mucha luz, si no llegaba la energía eléctrica se contrataba una persona que tenía un equipo electrógeno, los bailes comenzaban temprano de la noche, pero así mismo terminaban tarde, se bailaba mas rato, en estos bailes muy familiares, habían niños, rifas de tortas   y venta de comestibles. En esos años realizar un baile era un éxito seguro, porque no se realizaban seguido, los pub, discotecas no existían y los bailes eran como los de los cuentos de Landricina, cuando se realizaban en las escuelas serraban con bolsas, todo lo que sería el salón del baile.

Si esto que escribo que pretendo sea un libro, logro se publique y llega a manos del Dr. García, no quiero ni pensar los errores que va a encontrar, no he visto otra persona tan detallista, nunca encontró una nota o algo escrito que no le faltara algo o tuviera que corregirle, aunque sea una coma, ni que hablar de las faltas de ortografías. Hace poco ojeando un libro de actas de dicha comisión, encuentro que lo había leído y en todos lados se encontraba, la marca de él, algo había corregido o agregado, no se le escapaba nada. Recuerdo que una vez que Sonia salió de licencia,  quedó otra joven en su lugar en forma honoraria, y en un libro grande que había se apuntaba los pacientes y el diagnóstico o  el motivo de consulta que daba el médico y esta joven realizaba esto, un día le da a el Doctor por leer el libro, me acuerdo y me da risa, como se puso y gritaba: “si no me echan ahora no me echan mas, mire las faltas”,  desde ese día y todos había una sección de dictados.  Así que Dr. García téngame compasión, de muchas cosas sé que me olvido, nunca apunté nada, así que lo que escribo está todo en mi memoria y me aparecen las cosas salpicadas y cuando menos pienso, no como Ud. que apuntaba todo, hasta las personas que morían y de que y luego a fin de año hacía su propia estadística.

Continuando con la obra, se recibe una donación de Ancap, creo eran bolsas de portland.

Con Teresa empezamos a comentar y pensar que beneficio realizar que llamara la atención y nos quedara un buen dinero. Así que decidimos hacer una velada   o espectáculo, con una obra de teatro como broche final, otras comedias antes, intercalando con bailes folklóricos y decidimos   invitar las escuelas de la zona y trajeran algún número, (comedia o baile), era la forma que viniera más gente de la zona rural. Para conseguir que las escuelas colaboraran tuvimos que visitarlas, lo hicimos con Teresa, a la 88 fuimos a pie desde la Radial, no nos coincidían los horarios de los ómnibus, a la 65 volvimos haciendo dedo, paró un camión, que nos dio trabajo subir, ni les cuento bajar, a mi me impresionaba  la altura que estábamos y no me animaba a tirarme, la verdad que hicimos de todo.

Primero empezamos por encontrar la obra de teatro, algo como para la gente del lugar, no podía ser clásico y que tuviera algo cómico, buscamos en la Escuela del Hogar, que había una biblioteca, en ese entonces no había con lo que hoy contamos, la biblioteca pública, y nos decidimos  por una llamada “El caballo del Comisario” de autor uruguayo, de tres capítulos, varios personajes de variada personalidad y edades, cuando pienso, me parece mentira lo que conseguimos, personas mayores como Zenón, en ese momento era el secretario de la Junta Local, hacía de Comisario, la señora del Doctor, de ese momento, que era la maestra, el hijo mayor de ésta,  Doña Lola y la hija Julita, el novio de ésta, Alcides, Andrés que hacía de estanciero, Francisco, el esposo de Teresa que hacía tan bien el papel de gringo, como el hijo, Walter, que hacía de preso, Raúl que también hacía de preso, Sergio, Harildo y Fany  que hacían de policías, Cacho de cantor y Elsa de cocinera, amasando las tortas fritas.

Muchas de estas personas que nombro han fallecido, que hermoso grupo formamos, ya que yo me cuento entre ellos igual que Teresa aunque no actuábamos.  Estuvimos mas de tres meses ensayando en pleno invierno, en esos galpones helados de la Cooperativa, ni los días de lluvia faltaba nadie, un entusiasmo fantástico, yo los dirijía, que audaz y hacía de apuntador, algunas veces me hacían rezongar sobre todos los más jóvenes, algunos eran casi niños, agarraban una pelota y comenzaban a patear en lugar de decir la letra, terminaba yo abrazada de la pelota otras veces durante el ensayo me iba lejos para comprobar si se oía bien, porque no íbamos a tener micrófono para cada uno y la gente toda tenía derecho a escuchar, así que hablar en voz alta pero sin perder la expresión, un día me fui tan lejos y me subí a una estiba de cereales y cuando menos pensé me caí en un pozo, desaparecí entre las bolsas, y Francisco gritó: “ a la m........ Esther” ese día se terminó el ensayo de tanto que se rieron.

No quiero ni acordarme del trabajo para armar el escenario, la cooperativa nos prestaba todas las tablas, pero no las podíamos  clavar, así como el hierro, armar la escenografía, los costados y fondo suspendido del techo, juntamos cortinas de cuantas casa pudimos, armamos un aljibe, acarreamos hasta la rueda de un carro, se armó un rancho  con un corredor  donde  Elsa cantaba mientras amasaba, y el telón del frente lo conseguí prestado de mi Escuela en Colonia Estrella, también nos costó conseguir la ropa, necesitábamos de Comisario, sargento, varios policías, estanciero y gauchos, el problema eran las botas porque el Sargento nuestro su número de calzado era muy grande y lo conseguimos de un finado. Hasta que llegamos al día del estreno con gran expectativa,  ese día llovía como hacía tiempo no ocurría, suspender era imposible, se realizó igual y llenamos el galpón, no queremos ni pensar que hubiera sido si la noche nos hubiera acompañado, todo un éxito, pensar que nos olvidamos de encender las luces que habíamos fabricado para colocar sobre el piso del escenario, con el trabajo que nos había dado, en el ensayo general dos días antes, lo habíamos hecho y en esa ocasión nos sacamos fotos. Con esto tuvimos un gran éxito artístico como económico. Hace poco estaba escuchando un cassete de la inauguración de la Policlínica y en su discurso el Dr. García decía que había sido una “Quijotada”.

Al tiempo, mejor dicho varios años después la volvimos a interpretar, pero  con algunos cambios en los intérpretes, algunos se habían ido de la localidad, otros habían crecido. Se realizó en otro local y el escenario no dio tanto trabajo.

Siguiendo con la actividad de la policlínica en Octubre realizan una colecta en Colonia, oriundos de Conchillas piden a otros de Conchillas radicados allá.

Se  comienza con las obras, antes nivelan el terreno.

Se realiza otro baile con la orquesta Abad, aquí se elige la Reina del carnaval.

Se reanudan las obras con un nuevo constructor  y nuevo presupuesto, el anterior renuncia y deja la obra.

En Junio se recibe una donación de la Comisión pro carretera y de la empresa de ómnibus existente en esa época, ONDA.

En Noviembre se realiza un baile con una orquesta de Juan Lacaze, “Los Bambucos” y con la orquesta local Fripp. Uno no entiende a la gente, la orquesta Fripp, integrada por familiares, amenizaba todos los acontecimientos de la zona, desde bailes a fiestas escolares y muchos deseaban orquestas espectaculares de otros lugares y cuando la tenemos, como pasó esa noche, nadie sale a bailar, tocan los Fripp y se llena la pista.

Otro ingreso lo obtuvimos con la rifa de un cuadro y una función de cine. En esa época había cine en Conchillas.

En Febrero se realiza otro baile que era organizado por los vitivinicultores. Ellos se encargaban de la orquesta y de las entradas, para nuestra comisión la venta de comestibles y el bar, se ofrecían empanadas y vino, no se sabe lo que se amasó días antes.

En Julio se realiza un campeonato de fútbol y luego la rifa de una canasta familiar, cuando se realizaban rifas, cada integrante de la comisión se hacía cargo de una libreta con números para vender, salíamos a los locales ferias.

También se realiza un campeonato de truco y conga.

En Junio el Ministerio de Obras Públicas nos aceptan la nueva solicitud.

En Octubre se realiza un nuevo campeonato de fútbol, el dinero nunca alcanzaba,  se pedía un presupuesto  o el valor de un material, lo que se demoraba por la burocracia de este país al ser aceptado y llegar el dinero, el precio había variado, además tuvimos contratiempos entre ellos que perdimos todas las cerraduras de las puertas de interiores, las estaba realizando un carpintero y este fue detenido en el periodo militar y junto con él las puertas y nuestras cerraduras, estas nunca aparecieron.

La cámara séptica se realizó y hubo que romperla y hacerla de nuevo, se había hecho en terreno del vecino, esas son algunas cosas que recuerdo ahora.

Se organizó una carrera cuadrera o sea de caballos de campo, invitamos al público en general a competir, salimos a visitar a la gente de la campaña para pedir colaboración para realizar la comida y todos lo que nos daban nos servía, así que desde corderos, verduras, papas o zapallos, como gallinas, todo era de utilidad. Se realizaron en un campo de Banchero, conocido como la estancia Gil, se cobraba la entrada, se vendía el almuerzo, hubo muy buena concurrencia, se realizó la olla criolla en la cual se hacen hervir huesos vacunos, de cerdo así como algún gallo, choclos y cuanta verdura se encuentre, picada o rallada, luego se le agregan variedades de porotos, garbanzos, harina de habas y al final arroz. Se realizó el tradicional asado con cuero, se faenan vacunos jóvenes, no se cuerean, porque se asan con el cuero, en una palabra se deshuesan, asar, es como un ritual, lleva leña especial, se comienza con el fogón la noche anterior y en la madrugada se colocan las tiras de asado y se realiza lentamente, no todos lo saben hacer, y los chorizos o embutidos, se muele la carne, se adoba y se coloca en tripas  en todo su largo, se hacen espirales de varias vueltas y se asan, como nos habían dado muchos zapallos, días antes, las damas de la comisión amantes de la cocina se tomaron el trabajo de hacer dulce en cuadros para postre. En la tarde las tortas fritas no pueden faltar, siempre se lleva la masa hecha, en el momento se estiran y fritan, tengo fotos de este beneficio.

Luego tuvimos una donación de la coca-cola, se vendían a las familias, una fanta, una itú y una sprite, el total era para la Policlínica.

Logramos comprar una heladera, en otro  momento comenté el viaje en el tarrito con hielo y las vacunas.

La Sociedad de Fomento Rural de Conchillas dona el teléfono.

Los primeros tiempos tuvimos que pagar el consumo del agua, como el teléfono hasta que se logra que el Ministerio de Salud Pública se hizo cargo de ellos.

El señor Aurelio Touriño dona turbo circuladores y estufas.

Se estuvo, luchando contra viento y marea, hasta concretar lo anhelado,durante cuatro años.

El 21 de Diciembre  se realiza la inauguración oficial, sin lunch ni brindis, solo agua mineral, si alguna autoridad o invitado especial concurrió y pensó encontrar una buena comida se llevó una sorpresa, eso sí, se llenaron con la oratoria de Doctor, como era su costumbre sus discursos eran bastantes densos, como el que hizo cuando la creación del Rotary Club de Conchillas , que habló hasta de la campaña de Artigas, creo que al terminar su oratoria no quedaba ni la mitad de la concurrencia, en esta ocasión además de hacer toda la historia de la edificación mas detallada que yo, habló del próximo embarazo de Sonia porque estaba por casarse y de mi embarazo ya que en Febrero nació Leticia.

Desde aquella época a la actualidad nos encontramos en ese local, en algún momento se le han realizado algunos arreglos para conservar el edificio, como también otros beneficios para el mantenimiento de la ambulancia, como bingos o ferias americanas, una gran doma apoyados por el Rotary Club que existía en aquel momento y otros.

Este año pasado dejamos de integrar la comisión de apoyo, con Teresa y Andrés.

Por las calles de Conchillas
María Esther Giribone

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