Misión de Paz de ONU en Rwanda año 1994
Diario de Anotaciones Personales
©Mayor Waldemar Fontes

Parte II

Capítulo IV
Bautismo de Fuego

Kigali
16 de enero de 1994

Incidentes en Kigali

Hoy hubo serios disturbios. El Gobierno Transitorio debería haber asumido este día y eso ha sido la causa de manifestaciones y problemas. Desde temprano en la mañana se vieron grupos de gente en los accesos al Parlamento. Sobre el mediodía fue el momento más delicado, andaban grupos con palos por todos lados y cortaban el tránsito en las calles más importantes.

Yo iba en una camioneta de NN.UU. junto con el Cap. Micak y adelante iba un camión cargado con fardos de pasto. En un lugar, un grupo de hombres armados con palos y machetes, comenzó a golpear al camión y le voltearon parte de la carga, hasta que el chofer logró atravesar la muchedumbre y alejarse.
Con nosotros no se metieron, solo nos hacían amagues revoleando los palos y mostrando los machetes, pero nos dejaron pasar.

En el bloqueo que había frente a los accesos al Parlamento, fue diferente. Ahí si nos impidieron el paso e incluso vimos que apaleaban a un vehículo civil de NN.UU. obligando al conductor a salir con una marcha atrás muy violenta que por suerte no lastimó a nadie.

En otros lugares, hubo incidentes más graves habiendo herido a algunas personas, entre ellas algún blanco, lo cual hace trascender el problema político inter étnico a una forma de violencia descontrolada que puede llevar al bandidaje.

En la evaluación que se hizo después, se determinó que estas manifestaciones habrían estado dirigidas por soldados del gobierno en ropas de civil, para boicotear la asamblea e impedir la formación del gobierno transitorio.

Kigali
17 de enero de 1994
domingo

Visita al Cónsul de Brasil en Rwanda

Hoy estuvimos en la casa del Cónsul de Brasil en Rwanda. El es un comerciante que hace 19 años que está aquí y vive con su esposa en una casa muy hermosa, con todas las comodidades.

Habían invitado a un argentino que es el representante del Banco Mundial en la región, con su esposa, también argentina y al representante del Alto Comisionado para los Refugiados, un chileno, casado con una argentina. Fue una reunión de latinoamericanos. El encontrarse tan lejos, con gente tan parecida a nosotros, es muy agradable. Hablamos de cosas comunes, contando cada uno cosas de su pueblo, como si América fuera un solo país y cada una de sus Naciones, una provincia. Posiblemente en un tiempo no muy lejano, se pueda ver una mayor influencia de nuestra América Latina en estas regiones del mundo, compitiendo a la par de las potencias europeas, aunque sin los intereses colonialistas que éstas tienen. Pienso que esta presencia debería ser diplomática primero, para establecer bases comerciales, y apoyar luego esta presencia con destacamentos militares y de Ayuda Humanitaria... tal vez sea hacer volar la imaginación pero es tanto el atraso que hay en estos lugares, que comparando estos países con nuestra América, me hace pensar...

Cambiando de tema, me llamó la atención el temor y el pesimismo que tenían nuestros anfitriones acerca de las posibilidades de nuevos problemas. Me di cuenta de qué cuan cierta es esa frase que dicen siempre: "Ante el peligro, la gente se acuerda de Dios y del Soldado..." con esto no quiero quitarle mérito a la amabilidad con que nos atendieron, que reconozco como algo inherente a las personas que por su trabajo se mueven continuamente por todas partes del mundo, pero en este momento en particular, en que la situación aquí es muy delicada, apreciamos que se nos aproximan y nos buscan, porque sienten temor y necesitan la seguridad que le podríamos brindar.

El Cónsul brasileño nos contaba que durante los últimos disturbios de octubre de 1993, cuando intervino el Ejército Francés, él y su esposa venían de vacaciones desde Brasil y se enteraron de todo en Bruselas. Estuvieron allí esperando a que se calmara la situación, hasta que él decidió venir solo. Dice que en el avión venían sólo tres pasajeros y cuando llegó a Kigali habían como 500 intentando embarcar para irse. Los franceses habían tomado el aeropuerto por asalto y desde allí se habían desplegado por la ruta hasta el centro de Kigali, permitiendo la evacuación de sus connacionales. Esta operación fue en conjunto con los belgas y detuvo el avance del RPF en Ruhengeri, hecho que después desembocó en el alto al fuego y el acuerdo de Arusha.
Dice que en esos días era continuo el ruido de las explosiones aunque parecía que tiraban al aire, pues no se veían muertos por ningún lado.

Kigali
24 de enero de 1994

Disturbios

Esta semana han continuado los disturbios en Kigali, y no se ve mejoría en la situación general.
Me han designado en un nuevo puesto, en la puerta del parlamento y mañana empiezo a trabajar allí. Es un lugar muy delicado pues es donde se controla el acceso al congreso y es donde está acantonado el Bn. RPF.

Kigali
25 de enero de 1994
H 1023 miércoles

Un puesto "caliente"

Estoy apostado en la puerta del Parlamento. Apenas llegamos, a eso de las 0830, se empezó a poner difícil. A unos 200 metros de nosotros, un grupo de manifestantes cortó la ruta en un reclamo contra la gendarmería que en los días anteriores había protagonizado algunos incidentes en donde había muerto una persona. Se percibía en esos momentos un nerviosismo general.

Los soldados del RPF comenzaron a traer armamento pesado sobre la alambrada, preparándose contra una posible agresión. En un momento pasó un camión cargado de soldados del gobierno y gritaron cosas provocativas contra ellos. Los soldados RPF los miraban impasibles y les señalaron que ellos también tenían armas. La gente se amontonó enfrente a nuestro puesto y el nerviosismo iba en aumento. De pronto sentí que un soldado cargaba un arma. Todos miramos hacia él pero nada pasó. A los pocos minutos, levanté la vista y lo vi que apuntaba al grupo de personas de enfrente y les hacía un disparo. La gente se desbandó de inmediato y nosotros enseguida le recriminamos la actitud...

El que había hecho el disparo era un Oficial de unos 30 años, muy alto y delgado quien se destaca entre todos sus hombres por la altura y demuestra mucha seguridad en lo que hace. Es el 2do. Comandante del Bn. RPF apostado en Kigali y se ve que sus soldados lo respetan mucho.

Después de los incidentes fuimos con mi compañero de equipo, el Mayor Gagere, de Nigeria y le preguntamos por qué había disparado. El dijo que era porque esta gente estaba armada con machetes y palos y él los conocía y sabía quienes eran. Por lo que sea, el disparo fue efectivo, porque se calmaron un poco los ánimos en torno a este puesto.

Son casi las 1100 horas y aún se mantiene el bloqueo de ruta. Hace un rato, vino una camioneta de gendarmería y levantó a un civil herido en un incidente en ese lugar, el hombre iba sangrando abundantemente... la mañana está muy gris y de a ratos llueve. Mientras llovía había disminuido la cantidad de gente en el bloqueo de la calle, pero ahora está aumentando poco a poco, aunque parece que las cosas se fueran a calmar...

Kigali
27 de enero de 1994
jueves H 0800

Bajo Fuego

El miércoles tuve que dejar las anotaciones por la mitad, pues justo cuando estaba escribiendo que se calmaban un poco las cosas, sentí un nuevo barullo y vi una camioneta del RPF cargada de soldados que se arrimaba a la puerta para salir. Le avisé a mi compañero que mirara y en ese mismo momento vi que le abrían el portón y la camioneta salía a gran velocidad. Se armó un revuelo bárbaro. Nadie sabía por qué razón habían salido fuera de la cerca sin escolta, sabiendo que para hacerlo debían requerir autorización de NN.UU.

La camioneta tomó hacia donde estaba el bloqueo de ruta y la aglomeración de gente. ...Sentí disparos y pensé que les habían tirado a ellos. Los mataron a todos, pensé...

En la camioneta iba el Oficial de Enlace del Bn. y por lo que nos informaron desde la cerca, habían salido a hablar con el Comandante de la Fuerza de NN.UU. pues esperaban una escolta y como ésta demoraba, salieron por su cuenta.

Por los informes que recibíamos por radio, supimos que habían logrado llegar con éxito hasta el Hotel Amahoro, el Puesto Comando de las NN.UU. y estaban preguntando por el Comandante de la Fuerza.

Todo el mundo estaba muy tenso. Unos 15 minutos más tarde aparecieron de nuevo. Yo estaba parado junto a un vehículo blindado belga que nos daba protección y los vi venir doblando la curva del camino en la cima del cerro.

Iban en una camioneta Toyota azul sentados, tres con la espalda contra la cabina y seis, espalda contra espalda, hacia ambos lados, con las piernas colgando hacia afuera, y apuntando con sus armas en todas direcciones.

Venían muy rápido y al acercarse al bloqueo abrieron fuego. Al momento de cruzar el bloqueo, aumentaron el fuego y la gente se dispersó para todos lados. Pasaron por la vereda, por el único espacio libre que quedaba y siguieron.

Luego del bloqueo había un puesto de gendarmería y cuando pasaron por él éstos también abrieron fuego, vi que desde es puesto lanzaron algo contra la camioneta y pensé que sería una granada. Si lo era, no explotó porque lograron pasar.

Todo esto ocurrió a unos 150 metros de nuestro puesto y al acercarse más, el tiroteo se generalizó y desde adentro de la alambrada los soldados RPF comenzaron a tirar para afuera, cubriendo la llegada de sus compañeros.

Hubo algunos RPF que salieron de la cerca y se apostaron en nuestra posición para seguir tirando. El tiroteo se transformó en un infierno en donde todos gritaban y hacían fuego para cualquier lado... un soldado de Bangladesh que estaba a cubierto en el único refugio de bolsas de arena que había nos ofreció gentilmente un espacio, y entonces junto con mi compañero de equipo pusimos rodilla en tierra y con la cabeza bien agachada esperamos a que la refriega terminara.

Había con nosotros un muchacho civil que hacía de traductor de los Bangladesh. Cuando sintió el primer tiro se tiró de cabeza al suelo y cuando todo pasó quedó arrollado en la silla, temblando. Le pregunté si tenía miedo y me dijo que estaba muy asustado, que nunca había pasado por una situación así y que no le gustaba ser militar. Pobre, estaba realmente muy asustado. Un Mayor de Bangladesh que estaba a cargo, se reía y lo embromaba. Todos los soldados también se burlaban y le decían que había tenido el bautismo de fuego. Después de tarde yo le regalé un escudo del Batallón de Infantería "24 de Abril" No. 3 que tenía en el bolso y le dije que se lo regalaba porque ahora era un soldado. El quedó muy contento, y del lado de atrás del mismo escribió en inglés: "Regalo del Capitán Fontes, del Ejército de Uruguay".

28 de enero de 1994
viernes

Siguen los incidentes

Realmente me tocó un puesto bastante movidito porque anoche que estuve de guardia de nuevo, pasé entretenido otra vez. Ahora el puesto está todo protegido con bolsas de arena y durante la noche hay patrullas de belgas en conjunto con la gendarmería del gobierno en torno a la alambrada.

En el barrio que rodea al Parlamento ha habido una mudanza masiva. La gente tiene miedo de represalias y abandona los lugares. Anoche, a eso de las 0300, alguien escuchó gritos de una persona pidiendo auxilio porque lo querían matar y se alborotó todo de nuevo, pero no se supo qué pasaba. Al poco rato, sentimos unos disparos, pero tampoco supimos qué era.

Esa noche tuvimos un huésped... Un civil que había venido al Parlamento, no se quería ir para su casa, porque decía que lo habían amenazado y tenía miedo de que lo mataran. Al final le pusimos un chaleco antibalas, y lo sentamos con nosotros y ahí quedó toda la noche. Hoy de mañana, hubo que correrlo porque ni siquiera de día se quería ir. Estaba muy asustado.

30 de enero de 1994
domingo

Reclamos del RPF

Hace un rato se vino a quejar el Oficial de Enlace del RPF de que había visto una persona anotando las matrículas de los vehículos que entraban y salían, y parece que era cierto, porque vimos a un hombre que salió enseguida de entre la multitud que nos rodeaba, haciéndose el bobo. A raíz de eso se dispusieron nuevas órdenes sobre no permitir la presencia de curiosos en los alrededores del Parlamento. Se emplazó un blindado belga en una altura frente a la entrada a esos efectos. Después el mismo Oficial de Enlace vino a reclamar ante el Coronel Marshall, de Bélgica, que es el Jefe del Sector de Kigali, que la valla con clavos que había en la entrada, no se justificaba, porque parecía que los tenían presos ahí adentro y eso no era así. El Coronel lo miraba y le explicó que después de los problemas del otro día, no podía prescindir de esa barrera... El Oficial de Enlace insistió, pero el Coronel lo dejó hablando y se fue sin hacerle caso.


4 de febrero de 1994

Termina mi turno en el Parlamento

Este lunes terminé la guardia en el peligroso Parlamento. Fue una experiencia bastante agotadora. Mientras estaba ahí pasaba con los nervios de punta.

Durante las guardias compartía el puesto con soldados de Bangladesh. Son muy parecidos a nuestros soldados en lo físico, y en la forma de comportarse. Son muy correctos y a la vez simpáticos y siempre trataban de ofrecerme algo para que estuviera cómodo. Uno de ellos me enseñó a decir Buenos Días en Bengoli, y a partir de ahí todas las mañanas los saludé en su idioma. Por momentos los miraba y me parecía que estaba haciendo guardia en el Destacamento Militar de Salto Grande cuando era Alférez...

Una noche compartí el turno con un Sub Oficial, algo así como un Sub Oficial Mayor de nuestro Ejército, que usaba una barba que según me explicaron tiene un significado religioso. A eso de la 0100 de la mañana, él entonaba una canción en voz baja, casi un murmullo, y llevaba el ritmo con un ruidito como de un hipo. No podíamos conversar, pues él hablaba muy poco inglés, así que estábamos cada uno en nuestras cosas. Mientras él tarareaba su canción, yo tomaba mate. Para alguien ajeno a nuestras dos nacionalidades, debe haber sido muy curioso vernos, cada uno pasando el tiempo, enfrascado en sus ritos tradicionales, sin poder hablarnos, porque no teníamos forma de comunicación y sin embargo realizando una tarea común...

Todas las noches se escuchan disparos y explosiones en la ciudad. Hay muchos bandidos con armas que actúan sin control y además se producen atentados políticos todos los días.

Hace dos días tiraron dos granadas en una casa a una cuadra de la nuestra. Por suerte no lastimaron a nadie, pero causaron bastantes destrozos.

©Mayor Waldemar Fontes

Ir a índice de Crónica

Ir a índice de Fontes, Waldemar

Ir a página inicio

Ir a mapa del sitio