La Blanqueada
crónica de Carlos Echinope

Al reconstruir la historia del barrio La Blanqueada uno se encuentra obligado a dividirla en varias etapas claves. No por afán de simplificar o volver más narrativa la en si compleja historia de la conformación de una población. Sino por las grandes distancias temporales que separan distintos momentos del pasado de La Blanqueada y que separadamente significaron impulsos fundamentales para su crecimiento.
A mediados del siglo XIX una casa creaba el nombre La Blanqueada y comenzaba a poblarse de quintas. Al finalizar ese siglo y comenzar el XX se pasaba de paraje a urbanización. Luego del primer centenario del Uruguay la zona ganaba la importancia y prestigio que conoce hoy día.

LA CASA BLANCA

Luego de fundarse la ciudad de Montevideo en 1726 y - poblarse la actual ciudad vieja, las tierras aledañas comenzaron a ser organizadas de acuerdo a las tradicionales prácticas de los españoles. Fueron repartidas como tierras comunales y particulares y surgieron las primeras denominaciones como el Ejido y los Propios. El limite de los propios, donde hoy se encuentra el Blvr. Batlle y Ordóñez, marcaba el límite entre las tierras que pertenecían a la comuna y las suertes de estancia otorgadas a los primeros colonos de nuestro suelo. La zona que hoy ocupa el barrio de La Blanqueada fue durante mucho tiempo propiedad del Cabildo de Montevideo.

Éste, con el fin de obtener recursos económicos, alquilaba parcelas y permitía la instalación de diversas actividades comerciales: hornos de ladrillo, mataderos, tambos y otras actividades productivas.

También fue testigo de muchos enfrentamientos militares por su ubicación cercana, pero no tanto, a la ciudad fuerte y de un acontecimiento notable como el de abril de 1813, en el que Artigas dictara las instrucciones del año XIII y fuera declarado Jefe de los Orientales. Ese congreso tubo lugar en al famosa Quinta de la Paraguaya; siempre se ha dicho que ese predio es el mismo que hoy ocupa la sede del Club Nacional de Fútbol aunque algunas versiones la ubican al norte de la calle Monte Caseros.

En los primeros años de nuestro país La Blanqueada conoció su primera población efectiva cuando las tierras del lugar fueron vendidas a propietarios que instalaron sus quintas allí, hecho que justificaba la elección de un nombre para la localidad. Como en casi todos los casos fue la denominación popular la que se impuso; al parecer en el entonces camino a Maldonado, hoy 8 de Octubre, y en la parte alta de la Cuchilla Grande se levantaba una casona destinada al comercio de ramos generales que pintada a la cal se la veía desde muy lejos. Así esta pulpería, que se dice era propiedad de inmigrantes de origen vasco, hizo conocer a esa zona cón el nombre de la Blanqueada.

Este origen desmiente la idea popular de que ese nombre se ligaba a la filiación a la divisa blanca que seguramente se impuso en esta zona durante la Guerra Grande y que además fuera responsable del desarrollo de la Unión.

LA URBANIZACION

Durante el siglo XIX la fisonomía de La Blanqueada fue cambando lentamente. Inmediatamente al oeste se fundaba el Pueblo de la Restauración por Oribe, que más tarde se transformara en Villa de La Unión. El gran impulso que las circunstancias políticas dieron a la zona vecina influenciaron el desarrollo de La Blanqueada ya que por ejemplo se dinamizaron las comunicaciones por la actual 8 de Octubre, se estableció un servicio de ómnibus a Montevideo y floreció el comercios.

Pero no fue hasta los fines del siglo XIX que La Blanqueada vivió un verdadero boom que lo transformó en un barrio hecho y derecho.

En 1878 durante el gobierno del Cnel. Lorenzo Latorre y durante el periodo que hoy día los historiadores llaman la modernización del Uruguay, se trazó un Bulevar que circundaba de la trama más céntrica de Montevideo. Esa trama está delimitada por el actual Bulevar Artigas, fue ordenado por la dirección general de Obras Públicas dando lugar a la actual retícula de muchos barrios, entre ellos, L Blanqueada.

Pero esa era la época de Reus y de Piria, entre otros grandes empresarios de los fraccionamientos que encontraron en el lado exterior del Bulevar tierra fértil para crear nuevos barrios rematando solares donde antes había chacras. Igual que hoy día cuando asistimos a la promoción de nuevos barrios en las afueras de Montevideo, por entonces esos pioneros remataban en un pujante Uruguay complejos que llevaban nombres como Gral. Flores, Paysandú, Belgrano, Garibaldi, Larrañaga, etc. La naciente clase media urbana uruguaya pobló La Blanqueada en conjunto con numerosas familias acomodadas que por su parte preferían las casas quintas y palacetes que hoy encontramos en este barrio. Al ponerse "de moda", la zona atrajo a múltiples instituciones como el Hospital Italiano (1888), que se sirvieron de los crecientes beneficios del lugar. En 1900 se sumó a los crecientes atractivos de la zona un parque llamado Gran Parque Central, inaugurado por la compañía de tranvías de la Unión que más tarde fuera adquirido por Nacional para instalar su estadio.

El actual parque Batlle también conoció sus orígenes por esos días; en lo que era conocido como el "campo chivero" fue diseñado por el paisajista francés Carlos Thais y se le conocía entonces como Parque Central. En 1908 fue instalado sobre la avenida 8 de octubre el Hospital Militar, más tarde muchos verían a La Blanqueada como un buen lugar apara fijar la sede de su institución, particularmente muchas vinculadas a la salud.

EL FUROR DEL CENTENARIO

Ya como un referente del urbanismo Montevideano la zona de La Blanqueada cedió su suelo para grandes e importantes edificios emblemáticos a los que dio lugar el empuje de optimismo que reinaba en nuestro país en las primeras décadas del siglo XX. Y este barrio fue sin duda uno de los sitios más beneficiados por esa bonanza.

En 1921 se erigió el Instituto Crandon, marcando la fisonomía del cruce de 8 de Octubre y Garibaldi. En 1928 se construyó el Hospital de Cínicas, obra del arquitecto Carlos Surraco y en 1932 la Facultad de Odontología terminó por acercar los ámbitos universitarios a la zona; sin duda tomándola atractiva para muchos académicos que se instalaron.

En 1930, con el Centenario de la patria llegaba el Estadio, construido por el Arq. Scasso y dando un realce a un mayor del parque aledaño.

A partir de allí llagaron las grandes Avenidas y los edificios de apartamentos.

Desde entonces la Blanqueada ha recibido a múltiples instituciones, colegios y comercios que llegan aprovechando su cálida fisonomía y su gran oferta de servicios y ha hecho proliferar a muchísimos comerciantes llegados a cumplir la demanda de un barrio que en la segunda mitad del siglo XX vivió una expansión extraordinaria.

Hoy en día es una zona donde los valores inmobiliarios siguen altos pese a la baja general.

DOS CALLES DE ESTE BARRIO

Elegimos dos calles por la significación de las personas que le dan nombre:

MIRANDA, Avelino. - Uno de los integrantes del grupo de los "Treinta y Tres Orientales", desembarcados en la Agraciada el 19 de Abril de 1825.

En varias de las nóminas publicadas aparece como soldado, en cuyo carácter participó en la victoria de Sarandí, siendo ascendido a cabo; fue posteriormente herido de consideración, en el curso de la campaña de 1827 contra las fuerzas brasileñas asentadas en Montevideo.

Con el grado de alférez, murió en acción de guerra, en filas del gobierno, durante el curso de la revolución de 1837.

BRAGA, Comandante (Juan) - Militar uruguayo (1825-1865), que luego de participar en la heroica defensa de Paysandú, fue ejecutado sin proceso legal, junto con Leandro Gómez, al caer la ciudad, tomada por las fuerzas revolucionarias de Flores, aliado a la escuadra imperial brasileña (1865).

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