Ultraísmos 1919-1924, libro de Carlos García (Sevilla: Renacimiento 2020 - Los Cuatro Vientos, 162. 601 páginas)

Reseña de Pablo Rojas (Universidad Nacional de Educación a Distancia, Talavera de la Reina)  

 

Aunque sin excesiva resonancia, el pasado 2019 se conmemoraba el centenario del nacimiento del ultraísmo, movimiento renovador surgido en España que pretendía aclimatar en nuestro suelo la onda expansiva renovadora que en forma de is-mos recorría Europa: futurismo, cubismo, dadaísmo, expresionismo, etc. En el caso español el principal objetivo consistía en dar carpetazo a un modernismo crepuscular completamente agotado y adaptar el estilo literario a los nuevos aires renovadores que pretendían modernizar la lírica en coordinación con otras disciplinas estéticas (pintura, música) y de acuerdo con los nuevos usos sociales (innovaciones técnicas, deporte, radio, cine, medios de transporte, etc.). En verdad, el ultraísmo careció de rasgos distintivos propios y, como tantas veces se ha señalado, hizo del acaparamiento y mezcla de elementos disímiles su principal seña de identidad.

Durante mucho tiempo postergado a un plano prácticamente anecdótico dentro de la historiografía literaria española, en los últimos años han ido posando sobre él sus ojos diversos especialistas que han acotado con mayor precisión su alcance, ayudando a que se le diera la importancia que merecía. Estudiosos como Juan Manuel Bonet, José María Barrera

López, José Antonio Sarmiento, José Luis Bernal Salgado, Antonio Sáez Delgado, Andrew A. Anderson, Gabriele Morelli, Victoriano Alcantud, etc., han contribuido con perspicaces aproximaciones al desentrañamiento de su sentido y trascendencia. Dentro de esa nómina, en todo caso orientativa e incompleta, cabe también insertar a Carlos García, investigador argentino afincado en Alemania que, en el cambio de siglo, comenzó a dar a luz diversos epistolarios con Guillermo de Torre como principal protagonista que permitieron conocer mucho mejor las entrañas del ultra. Ediciones de las cartas que el autor de Hélices mantuvo con Rafael Cansinos Assens, Ramón Gómez de la Serna, Alfonso Reyes, Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca o Ernesto Giménez Caballero se fueron sucediendo, abriendo a la par nuevos senderos a la investigación. El riquísimo y oceánico epistolario guardado por Torre se ha revelado de este modo un filón inagotable para lograr perfilar con mayor solvencia la silueta de un tiempo convulso y extremadamente creativo como lo fueron los años veinte y treinta del pasado siglo xx.

Y en el buceo en dicho epistolario Carlos García ha sido un auténtico pionero.

Aunque, como señalábamos, el centenario del ultraísmo ha tenido escasísima repercusión en los medios generalistas, lo cierto es que en el campo de la investigación ha alumbrado ciertas aproximaciones meritorias. En primer lugar debe destacarse el trabajo de Andrew A. Anderson titulado El momento ultraísta, publicado en 2017 (Iberoamericana Vervuert) que ya se ha convertido por méritos propios en referencia inexcusable para todo aquel que pretenda acercarse a este fenómeno con un mínimo de rigor. Fruto del propio centenario, aunque un tanto desaguado por haberse publicado con cierto retraso, es el volumen coordinado por José Luis Bernal y Antonio Sáez Delgado El ultraísmo español y la vanguardia internacional (Instituto Cervantes, 2020) que acopia colaboraciones de varios especialistas y que pone el foco en un elemento capital de este tipo de movimientos vanguardistas: su carácter transnacional. Dentro de estas celebraciones ultraístas cabe incluir también la reedición del volumen de 1925 El ultraísmo en España de Manuel de la Peña, en edición del citado Andrew A. Ander-son, libro interesante, pero muy alejado de la calidad que atesoran las Literaturas europeas de vanguardia de Guillermo de Torre, publicadas el mismo 1925. También cabe citar la aparición de un Dossier Guillermo de Torre (Albert Editor, 2019) coordinado por Carlos García y el autor de esta reseña, con no pocas referencias al ultraísmo. Como continuación de ese trabajo, el mismo Carlos García ha coordinado otro volumen, titulado Guillermo de Torre. 120 años, a punto de aparecer en la misma editorial, que cuenta igualmente con diversos artículos relacionados con el ultraísmo.

A este caudal, también con algo de retraso con respecto al centenario, se suma ahora el nuevo libro de Carlos García, titulado Ultraísmos 1919-1924. Ya el propio título es una declaración de intenciones. Afortunada y clarificadora nos parece la elección de ese término “ultraísmos” porque en efecto dicho movimiento fue sincrético y en su cauce vertieron diversos veneros, además de que, como apunta el propio García en su prólogo, entre sus integrantes hubo no pocas disputas por un terreno extremadamente resbaladizo y falto de fronteras. Justamente de fronteras parece también hablar la elección del marco temporal apuntado en la portada: 1919-1924. Resulta llamativa dicha elección porque ya a finales de 1918 encontramos algunas gestiones tendentes a la fundación del ultraísmo. De ello da cuenta el propio García en el primer trabajo en el que trata sobre la redacción del manifiesto del ultra, su acta fundacional, sobre el que pesan no pocos interrogantes. También la elección del año 1924 como fecha de clausura de su campo de estudio resulta llamativa. Suele considerarse que a partir de 1923 el movimiento entra en decadencia, aunque aparecen algunos rezagos en forma de revistas hasta 1925, fecha de publicación del capital Literaturas europeas de vanguardia que, en cierta forma, signa su acta de defunción, su transformación en historia. Con la elección de ese marco temporal, Carlos García parece cernirse al periodo de mayor irradiación del movimiento, incluyendo eso sí algo de su momento de disolución. Desconocemos si con ello pretende proponer una nueva periodización del ultra o simplemente acota el marco temporal de los trabajos que incluye.

Fruto de su larga experiencia investigadora en el campo de las vanguardias a ambos lados del océano, Carlos García reúne en este volumen diversas aproximaciones que tratan del ultraísmo español, pero también de sus conexiones en tierras argentinas, adonde arribó de la mano de Jorge Luis Borges, personaje bien conocido por el autor. Algunos de los trabajos aquí recopilados ya aparecieron en revistas y volúmenes colectivos diversos pero hallan ahora el lugar idóneo para que, mediante el diálogo entre sí, nos ofrezcan un cuadro de la situación mucho más sugestivo e iluminador. Es verdad que al tratarse de trabajos heterogéneos, muchas veces interrelacionados entre sí, se producen duplicidades y reiteraciones. Es algo disculpable porque el autor emplea en ocasiones unos mismos documentos con la intención de cubrir objetivos diferentes.

En total son 22 los trabajos recopilados. No se trata por tanto, como el propio autor señala, de ofrecer al lector un trabajo orgánico sobre el ultraísmo, sino una sucesión de calas que en cierta medida nos dan cuenta de la petite histoire del movimiento. García lo que hace es proyectar una lente de aumento sobre determinados aspectos que en general han pasado desapercibidos en los estudios más articulados sobre el ultraísmo. Futuras visiones de conjunto deberán tener en cuenta estos aportes para perfilar con mayor nitidez el contorno de un movimiento inestable. Como apunta el mismo García, lo que nos ofrece son diversas piezas que, a modo de puzle, el lector debe organizar en su mente para alcanzar una interpretación personal sobre lo que aquel movimiento renovador pudo significar.

Para tal labor, el autor se sirve principalmente de dos medios fundamentales. Por una parte de la correspondencia intercambiada por sus protagonistas y, en segundo lugar, del acceso a las publicaciones de la época. Mucho ha cambiado la situación en los últimos años en este punto puesto que cada vez son más las revistas accesibles bien a través de reediciones facsimilares en papel bien por medio de plataformas digitales. Las revistas fueron fundamentales como cauce expresivo para el ultraísmo y a ello dedica diversas aproximaciones García en su libro. Gracias a sus pesquisas conocemos muchas interioridades sobre aquellas que Torre denominó “bocinas del ultraísmo”. Encontramos así trabajos muy meritorios sobre Cosmópolis, Reflector o Perseo, revistas sobre las que apenas se había escrito nada hasta ahora.

El papel ejercido por el citado Torre en muchas de ellas fue fundamental. Torre es, de hecho, el protagonista principal de estas páginas, hasta el punto de que podemos afirmar que Carlos García ha escrito algo así como la biografía ultraísta del autor de Hélices, aunque sea de una forma un tanto descoyuntada (un tanto dadaísta, si se nos permite la broma). El acceso a la correspondencia que Torre mantuvo con buena parte de la intelectualidad de su época —tanto clásicos como modernos— permite a García iluminar muchos recovecos de esas publicaciones. También son la base sobre la que sustenta gran parte de los estudios que indagan en asuntos capitales como, por ejemplo, fueron las polémicas sustentadas por los ultraístas con Vicente Huidobro a cuenta de la paternidad del creacionismo. El cotejo de diversas fuentes epistolares nos ofrece una mirada mucho más esclarece-dora sobre fenómenos complejos en los que participan personalidades con disímiles intereses.

Alrededor de Torre encontramos a un amplio plantel de secundarios que dan cuenta de la riqueza de un movimiento que estrechó lazos con Europa, pero también con Hispanoamérica y que igualmente tuvo una dimensión regional. Madrid fue el epicentro del ultraísmo, pero también Sevilla tuvo enorme importancia de la mano de personajes como Isaac del Vando-Villar, fundador de Grecia, que aquí alcanza un papel destacado. No faltaron igualmente los intentos de establecer relaciones con la vanguardia catalana y en este sentido los trabajos dedicados a Joan Salvat-Papasseit son bien esclarece-dores. De la conexión europea también se dan pistas especialmente en el trabajo dedicado al estudio de la relación del ultraísmo con el expresionismo. Allí cobra un papel destacado Jorge Luis Borges, que aparece de forma habitual por estas páginas, pues también le competió un papel relevante en la aclimatación del ultra en la Argentina. Las relaciones entre una y otra orilla no carecieron de interferencias y malentendidos según muestra el intercambio polémico sostenido por Torre con el poeta Roberto A. Ortelli a partir de la crítica de Hélices.

Las luchas, los enfrentamientos, las disensiones, las deslealtades están muy presentes en los capítulos de este libro que dan cuenta de un movimiento poco armónico y bastante convulso en el que no falta la lucha de egos que, por otra parte, fue habitual en movimientos similares como el futurismo, el dadaísmo o el surrealismo, en los que no faltaron las excomuniones.

Mención aparte merece la forma que Carlos García emplea para presentar sus pesquisas. El acopio de materiales que realiza resulta apabullante y, en vez de extraer de ellos su esencia, opta por presentar de forma exhaustiva el fruto de sus investigaciones. Por ello reproduce de forma fidedigna las cartas intercambiadas entre los autores y acompaña estas de notas que iluminan sus contextos y que, en muchas ocasiones, acicatean al futuro investigador. Como avezado detective, lo que le gusta es recomponer pieza a pieza la escena del crimen. A veces faltan piezas y el propio García así lo manifiesta, pero ello no le impide proseguir su ruta. De hecho los trabajos que aquí presenta, pese a no ser muchos de ellos inéditos, están convenientemente actualizados y ofrecen por ello novedades interesantes. El autor transcribe también al lado de esas cartas los textos objeto de escrutinio, de tal forma que el lector puede extraer sus propias conclusiones. El valor documental del libro, en este sentido, es también relevante pues pone en manos del curioso documentación muchas veces inaccesible.

Ultraísmos 1919-1924 resulta por todo ello una excelente contribución a los estudios sobre la vanguardia española e hispanoamericana, fruto del tesón investigador de Carlos García, quien se ha afanado en su estudio durante más de dos décadas, pero que en ningún caso son el cierre de una etapa, sino un jalón más en un camino que se advierte muy prometedor.

 

Reseña de Pablo Rojas

Universidad Nacional de Educación a Distancia, Talavera de la Reina  

 

Publicado, originalmente, en: Revista Iberoamericana, XX, 75 (2020), 263-366

Revista Iberoamericana es editada por el Ibero-Amerikanisches Institut (Berlín) en cooperación con el GIGA Institute for Latin American Studies (Hamburgo) y

la editorial Iberoamericana/Vervuert (Madrid/Frankfurt am Main)

Link del texto: https://journals.iai.spk-berlin.de/index.php/iberoamericana

 

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