Presentación de 
"Padres Adoptivos – Como afrontar el proceso y la educación de nuestros hijos" 
de María Ángeles Chavarría
por Lupe Hohorques

Buenas tardes a todos y todas. Esta tarde tengo la satisfacción y la buena fortuna de presentar un libro muy especial escrito por una persona también muy especial  a quien aprecio y admiro y quien me ha brindado la oportunidad de profundizar en su experiencia personal y vital, a través  con la lectura del libro que vamos a presentar hoy.

 

Antes de dar paso al libro de María Ángeles,  me gustaría referirme a su autora,  al ser humano que hay detrás del libro, a quien considero además de una compañera en la aventura poética y un ser humano muy particular, una amiga.  Para empezar admiro en ella su capacidad organizativa: ¿De dónde saca el tiempo para hacer tantas cosas? ¿Tiene un secreto, un pacto con el tiempo o es que acaso es extraordinariamente prolífica? Demos un pequeño repaso  a su trayectoria y concluirán conmigo que es un extraño fenómeno de la naturaleza:

María Ángeles Chavarría es Licenciada en Filología Hispánica, Master en Psicopedagogía y gestión familiar, especialista en asesoramiento en Materia de adopciones por la Universidad de Valencia, docente en cursos de motivación lectora e inteligencia emocional en el Hospital Quiron. Además es miembro de la junta directiva de la Asociación Valenciana de escritores y críticos literarios, forma parte del consejo editor de la revista Ojuebuey,  dirige talleres literarios, colabora con varias revistas especializadas, y es miembro del jurado en certámenes y congresos.  

Por si esto fuera poco, ha obtenido  seis premios Literarios : premio Honorífico de ensayo por la Universidad de Chicago, Primer premio de Narrativa de Benetússer, segundo premio de relatos del Colegio de Licenciados y Doctores de Valencia, premio del Instituto de Estudios Modernistas , etc, etc... y en su tiempo libre, dice ella que por las noches,  escribe libros (una vez me contó que tenia nueve libros inéditos) que consigue publicar, bien escritos y que captan nuestro interés.  Esto se refiere a lo que hace, luego esta lo que es. María Ángeles es una de las personas más honestas y humildes que conozco, una de las mejores y más interesantes voces de nuestra literatura actual, y además es esposa, madre entregada y cinturón negro de Taekwondo. ¿Se puede pedir más?

 

He de confesar que cuando me pidió que presentara su libro me sentí orgullosa de ser amiga suya y cuando lo leí, de un tirón,  lloré infinitamente, como una Magdalena y les diré por qué.

 

En primer lugar Padres Adoptivos es un libro que llega al corazón, y toca la fibra más sensible de todas: el deseo de la maternidad y la decisión de adoptar.

 

En segundo lugar está escrito de una forma tan clara y tan sencilla, que llega a los lugares más recónditos de las emociones y hace que su experiencia sea idéntica a la que tantos padres adoptivos han tenido o habrán de tener. El libro, con el claro y humano relato de su experiencia y la forma gráfica y sencilla de la exposición de  ideas, transmite y  describe las emociones de una forma tan transparente que a la vez que enseña, llega hondo. Hay un perfecto equilibrio  entre la descripción de las emociones y su razonamiento. Y esto es algo muy difícil de combinar.  

 

En tercer lugar, su libro me ha causado un gran impacto por mi propia experiencia de madre adoptiva todavía en la fase de espera de la asignación, es decir, de recibir la foto de la niña, y con la incertidumbre de cuando ocurrirá, cómo ocurrirá y a veces, si es que ocurrirá, después de una larga espera de cuatro años. Y es que, aunque María Ángeles diga al principio del libro, con humildad, que no se trata de un manual, para mí ha significado una lección, en cuanto a los planteamientos y la forma sensata de afrontar los diferentes estadios. Y me ha recordado que  la adopción es una lección de paciencia y que lo que se hace esperar, merece mucho la pena.

 

El titulo es sencillo: Padres adoptivos, como afrontar el proceso y la educación de nuestros hijos. Y es exactamente eso, sin florituras ni más complicación. Es el relato de una experiencia humana, su experiencia, y el proceso de adopción en tres etapas: la primera como experiencia previa a la adopción, la segunda sus criterios respecto a la educación de los hijos y  la tercera con una mirada inteligente hacia el futuro en el camino del crecimiento de los hijos adoptados y los problemas que se pueden plantear.  Hay un pasado que relata, un presente en el día a día y un futuro que mira con sensatez. Es un libro ilustrativo, interesante, útil e informativo. Y además es un libro precioso por su profunda humanidad.

 

El libro está estructurado  en cuatro bloques:

 

1-     Decisión y proceso inicial

2-     -Preasignación , encuentros, espera

3-     Llegada adaptación convivencia

4-     Preparándole para el futuro

 

Y en los apéndices hay una información de gran utilidad: administraciones, relación de ECAIS o entidades de gestión y ampliación de bibliografía, películas y páginas web sobre la adopción; lo cual lo convierte  libro en una obligada referencia de máxima utilidad para aquellas personas interesadas en la adopción, no siendo un libro teórico, sino esencialmente práctico y de fácil lectura.

 

1-Respecto al capítulo I, Decisión y proceso inicial, quiero destacar algunas ideas clave.

 

Hablando con mi cuñada, especializada en adopciones, me decía, que antes  nuestros padres tenían hijos. Sin embargo, nuestra generación, DECIDE tener hijos. Y es una gran diferencia, ya que es una decisión meditada y consciente. No nos sirve en general, la filosofía de los hijos que vengan por la incorporación de la mujer al mercado laboral. Hay que pensarlo. Es una elección pre-meditada y probablemente la decisión más importante de nuestra vida. Y  esa decisión, dependiendo de nuestras circunstancias personales, implica la forma en que elegimos  tenerlos. María Ángeles incide en que debe ser una decisión consensuada, de mutuo acuerdo en el caso de que sea una pareja la que decide tener un hijo, y por lo tanto  lleva un  tiempo de reflexión.

 

Si después de haberlo meditado, nuestra decisión es una adopción Internacional, vamos a comenzar una aventura que va a requerir ante todo una grandísima suma de paciencia y claridad, ya que como dice la autora, tener clara la decisión va a ayudar mucho a superar los obstáculos que se presenten.

María Ángeles nos explica el proceso en su fase inicial: el papeleo,  experiencias previas, los cursos que hay que hacer, su experiencia en estos cursos, etc.

En este primer capitulo se habla de la adopción nacional e internacional y sus diferencias, de las entidades de gestión o ECAIS y la importancia de confiar plenamente en la entidad elegida. Más tarde pasa a la angustiosa fase de la idoneidad y las diferencias en este sentido de la paternidad o maternidad biológica y la adoptiva, con todos los avatares que lleva implícito y las personas que te encuentras en el camino que pueden facilitar o no tu decisión.

 

El segundo bloque es la preasignación, ese momento de la espera de la fotografía que se sueña, en el que te preguntas cómo será y cuando llegará, y la emoción que implica el momento en que la ECAI te comunica la asignación. Hay una frase digna de mención en este libro. Cuando quedaban cuatro meses para viajar a  Bulgaria,  Arturo y María Ángeles ya sabían que Alejandra tenía los ojos grandes y el pelo muy rizado, porque ya habían visto la foto de la niña.  Estaban como locos de contentos y el farmacéutico  de su barrio le dijo:

“Esta es la niña más deseada no sólo de sus padres, sino de todo el barrio”.

 

María Ángeles nos explica en este capítulo muchas cosas y, entre ellas, como se mentalizó de no derrumbarse ante las emociones y transmitir a su hija, sobre todo, seguridad.

Los párrafos están llenos de ternura cuando describe el viaje a Bulgaria y el momento más deseado: el primer encuentro, lleno de emoción y temor. En su caso fue un momento muy bello y captó su atención con inteligencia y armas femeninas, como fue el llevar puesto un colgante y unos pendientes que atrajeron la total atención de Alejandra, eso, mucha delicadeza, mucho mimo,  mucho apoyo y mucho amor.

 

“Mi hija me estaba abrazando y jugueteaba con mi pelo. Yo solo quería olerla, sentir sus manitas y el roce de su piel. Aquél fue otro de los momentos clave en todo este entramado de maravillosas sensaciones. Todos nos quedamos perplejos. Mi marido me dijo que, aunque le hubiesen anunciado una reacción así, jamás la hubiera imaginado”.

 

Nos recuerda además la importancia de compartir esta experiencia con otras personas afines que viajaron con ellos y el bien mutuo que se hicieron unos a los otros. Y sorprende en este capítulo la inclusión  de tres poemas  que escribió durante la espera: “Aprendizaje de la espera”, “Cuando llegues” y “Te reservo” y que voy a tener el placer de leer uno de ellos: Cuando llegues  ...

 

 

Alejandra llegó pero antes, en el segundo viaje, ya pronunció una sola palabra que le hizo temblar: mamá. “Fue la primera vez que se lo oí decir...

La consideré mi hija desde que vi su foto y la quise, siempre lo digo, mucho antes de conocerla”.

El libro relata las experiencias posteriores y las dudas que se plantean todos los padres: ¿seremos capaces?, ¿se adaptará bien?, ¿nos querrá tanto como nosotros a ella? Y cómo se van superando las etapas, para concluir que  “primero debíamos aprender a conocernos para, a continuación, aprender a convivir”.

 

El tercer grupo o capítulo está dedicado a la llegada, adaptación y convivencia. Este capítulo es especialmente interesante para padres primerizos ya que nos da ciertas pautas para afrontar distintas situaciones a medida que se va pasando por las diferentes fases de la convivencia. Así, la situación cuando el niño o la niña muestra un comportamiento descontrolado, insiste en que a pesar de nuestros primeros impulsos y emociones no debemos perder de vista la tarea educativa que comporta ser padres y de las que no hemos convertido en responsables. Refiere en varias ocasiones en la importancia de establecer límites sensatos y marcarles la senda por su propio bien y por el nuestro, así como de ir poco a poco aplicándole una disciplina que no puede ser rigurosa desde el principio. Hace referencia también a temas muy prácticos  como son el dormir o no sola,  las comidas, las visitas de familia o  a las rabietas y nos da algunos pequeños consejos tremendamente útiles al respecto (por ejemplo un minuto de reflexión por año del niño en el “rincón de pensar”), y recomendación de bibliografía para ampliar estos temas.  Se incide en la importancia de nuestro comportamiento coherente y que los hijos aprendan a confiar en nosotros. Hacer lo que decimos que vamos a hacer y que esto sea razonable.

 

También se toca el tema de la guardería y de la adaptación paulatina del niño a su nueva vida, los tiempos con él o ella, la televisión, los juegos, o la difícil tarea de la educación.

“Lo importante, dice María Ángeles – es tener claras nuestras pautas de actuación y saber a donde nos dirigimos”.

 

Uno de los temas que he considerado más interesantes es cuando se habla de la autoestima del niño, las condiciones que la favorecen  y cómo afrontar las preguntas que nos hace respecto a su procedencia:

“Lo importante no son las palabras sino que nuestro hijo se sienta absolutamente querido, dice la autora”.

 

 Y no olvida hacer referencia a la Inteligencia emocional, tan importante, y que puede ser más determinante para el éxito en la vida que la capacidad intelectual. Entre estas capacidades señala:


- Autoestima

-Expresión y comprensión de nuestros sentimientos

-la empatía

-el control de nuestro genio

-la adaptabilidad

-la actitud positiva hacia el trabajo

-capacidad de resolver problemas de manera satisfactoria

-simpatía

-amabilidad

-respeto

-perseverancia

 

Subraya la importancia de aprender a manejar las emociones negativas como sean la ira, la frustración o  el rencor, y a dominarlos y cómo deben  tratar de comprender sus emociones y la de los demás y la importancia de aprender a  comunicarlas.

Hay una frase en el libro que me llama poderosamente la atención.

“Siempre conviene estar preparado para la situación más complicada. De este modo sabremos afrontarla con sentido común y darle solución”.

Los niños aprenden de nosotros por imitación y nosotros debemos enseñarles pautas de comportamiento para que no se sientan perdidos.  Y deben aprender también el valor del esfuerzo para conseguir sus objetivos, al tiempo que a tener una dosis razonable de autonomía para que aprendan a valerse por si mismos (leer, jugar, dibujar en su habitación). A este respecto hay que enseñarles a asumir la responsabilidad de sus actos  y a esto se les enseña cuando “les preparamos para resolver situaciones conflictivas en lugar de esquivarlas o solucionarlas nosotros por ellos”, porque a veces la sobreprotección “sólo oculta la no aceptación de los padres a que sus hijos crezcan”. Insiste en la idea de que sobreprotegerlos es perjudicial para ellos.

 

Además hay que incidir  en el diálogo, la comunicación, el respeto, interesarnos por sus cosas, la dedicación del tiempo que compartimos con ellos, el ejercicio sensato de autoridad, que sólo será efectiva, añade, si “la utilizamos de manera persuasiva con los hijos pequeños  y de forma participativa cuando los hijos son mayores y capaces de interpretar las razones que le damos”

 

Finalmente nos recuerda que la actitud que tomemos hoy con nuestros hijos, determinara su carácter mañana y la tarea de convertirlas en personas dignas y felices es algo que, como el amor, debe ser una tarea del día a día.

 

En suma, como ella misma dice, “no hay recetas para ser buenos padres”, esta es una tarea que debemos aprender poco a poco, y este pequeño librito aporta un gran grano de arena y nos va a ayudar en el camino más difícil y gratificante de la vida: el camino de ser padres y madres  adoptivos. 

Lupe Hohorques

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Padres Adoptivos – Como afrontar el proceso y la educación de nuestros hijos

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