Crónicas de la Mafia, libro de Íñigo Domínguez

reseña de Jose Antonio Cerrillo Vidal (España)
Email: joscerrillo@yahoo.es

 

Desde que el napolitano Roberto Saviano publicase en 2006 Gomorra, uno de los ensayos más deslumbrantes de lo que llevamos de siglo XXI para el que suscribe, hemos asistido a un renovado interés por el crimen organizado, reflejado en una creciente oferta de libros sobre el tema. La mayor parte de estas referencias suelen ser periodísticas y su interés variable, como suele suceder cuando se populariza una temática. Entre esta miríada de novedades cabe destacar Crónicas de la Mafia de Iñigo Domínguez, corresponsal de El Correo en Italia desde 2001. El libro, que recoge y amplía una serie de reportajes publicados en el verano de 2012 (y prolongado después por sucesivos artículos en la excelente revista cultural Jot Down) es presentado por el autor como un esfuerzo por desmitificar con los fríos hechos la atractiva imagen de la Mafia[1] que se ha ido abriendo paso en nuestro imaginario cultural, principalmente a través del cine. En palabras de Domínguez: “solo la guerra de clanes de Palermo entre 1981 y 1983 dejó mil muertos en dos años, cuando ETA no ha llegado a esa cifra en cuarenta años. Pero a nadie le hacen gracia las historias de ETA”.

No obstante, cuando se habla de la Mafia la palabra “hechos” pierde buena parte del significado que le atribuimos habitualmente. El secretismo de la propia organización, la falta de transparencia de la administración italiana y la misteriosa desaparición de pruebas o testigos (y a menudo todo lo anterior al mismo tiempo) hacen difícil distinguir lo real, lo ficticio y lo sospechado cuando se habla de la Mafia. Teniendo en cuenta esta enorme dificultad de partida, Domínguez realiza un trabajo periodístico encomiable. Es capaz de reconstruir los hitos que marcan la historia del crimen organizado siciliano a través de todas las fuentes disponibles, incluyendo un uso muy riguroso de la bibliografía, pero deja que sea el lector quien saque sus propias conclusiones cuando la opacidad imposibilita que tengamos una versión completamente veraz de los hechos expuestos. Y lo hace, además, con un estilo narrativo claro que evita que el lector se pierda en la maraña de nombres, datos y referencias, y con un lenguaje accesible a todo tipo de públicos, si bien excesivamente coloquial en algunos pasajes.

Ahora bien, buena parte del libro resultará interesante sobre todo a los neófitos. Casi toda la primera parte, donde Domínguez habla sobre los orígenes y desarrollo de la Mafia a ambos lados del Atlántico, apenas aportará nada nuevo a los familiarizados con la bibliografía sobre crimen organizado. En especial en lo que se refiere a la Mafia en los EE.UU., cuyo tratamiento en el libro resulta bastante más plano y superficial que el de su contrapartida siciliana. Respecto a la explicación sobre los orígenes del crimen organizado en Italia, Domínguez coincide con las hipótesis más aceptadas actualmente: surge como forma de llenar el vacío de poder tras el derrumbe del estado borbónico a comienzos del siglo XIX en unos territorios con una estructura social que seguía siendo básicamente feudal; se asienta en modos culturales tradicionales (la palabra “maffiosi” tiene su origen en la propensión a resolver los conflictos fuera de la ley, un subproducto de la desconfianza de los habitantes del Sur de Italia hacia unos gobiernos que durante siglos percibieron como extranjeros y poco legítimos); pero se consolida con el Risorgimento, al ofrecer una alternativa de estabilidad y orden (y posteriormente, una importante fuente de votos) a una administración central joven, inexperta y básicamente desconocedora de la realidad de sus recién adquiridos territorios sureños. Y así, el crimen organizado pasó de constituir un fenómeno local de bandas poco organizadas en defensa de la gran propiedad rural, a un auténtico estado dentro del estado que se perpetúa sin muchas diferencias hasta el presente.

Los capítulos más actuales, desde la II Guerra Mundial en adelante, son mucho mejores y elevan notablemente el interés del libro. Es en ellos donde el autor se enfrenta al laberinto de intrigas y medias verdades que empantanan la historia contemporánea de Italia, revisando las oscuras relaciones de la Mafia con las élites políticas, la administración en todos sus niveles, las altas finanzas, los servicios secretos, el Vaticano e incluso los gobiernos de otros países. Domínguez muestra cómo la Mafia está presente, en mayor o menor grado, en casi todos acontecimientos importantes de las últimas décadas de historia italiana: los esfuerzos por contener a la izquierda comunista (con episodios tan turbios como el de la matanza de Portella della Ginestra en 1947, en el que se ametralló a una multitud que celebraba una fiesta sindical, causando once muertos), la consolidación de la Democracia Cristiana como partido dominante de la postguerra, el papel del país en la Guerra Fría, la quiebra de la banca vaticana, la caída de los dos grandes partidos del sistema político a finales de los 80 y finalmente el ascenso de Silvio Berlusconi como principal figura política y económica de Italia desde los 90. Precisamente es el capítulo dedicado a Il Cavaliere el más deslumbrante del libro. En él Domínguez repasa minuciosamente la trayectoria de Berlusconi, desde el misterioso origen de su fortuna a los extraños movimientos previos a su salto a la política, incluido su misterioso papel en la Trattativa, la negociación entre el estado y la Mafia a comienzos de los años 90, en plena guerra entre los clanes sicilianos y el gobierno.

Es también de agradecer que el autor recuerde algunos de los más destacados ejemplos de la lucha contra la Mafia, ya sea desde las instituciones o la sociedad civil. Además de los más célebres, como los magistrados Giovanni Falcone y Paolo Borsellino (a los que Domínguez consagra dos espléndidos capítulos), también encontramos otros menos conocidos para el público español: políticos como Emanuele Notarbartolo (el alcalde de Palermo asesinado en 1893, siendo la primera figura política en ser ajusticiada por el crimen organizado), Piersanti Mattarella o Pio La Torre; el sindicalista Placido Rizzotto; el novelista Leonardo Sciascia; periodistas como Peppino Impastato, Mauro De Mauro, Mario Francese o Giuseppe Fava; el empresario Libero Grassi; miembros de las fuerzas de seguridad como el comisario Ermanno Sangiorgi o el general Carlo Alberto Dalla Chiesa… Hombres que se enfrentaron al horror del crimen organizado a menudo en solitario, con la pasividad -cuando no la hostilidad- de las instituciones (y de una parte no despreciable de la ciudadanía), lo que a muchos de ellos terminaría por costarles la vida.

En justicia cabe criticar a Domínguez que el último capítulo, el más pegado a la actualidad, resulta un tanto atropellado, y sospecho por las palabras del autor al final del mismo que tuvo que reescribirse varias veces para incorporar las noticias más recientes. Se echa también de menos un capítulo más exhaustivo sobre la crisis de las Cinco Familias de Nueva York, ya que Domínguez pasa directamente del proceso “Mafia Commission” de los 80[2] a despachar en unas pocas páginas la progresiva degeneración posterior de la Mafia italoamericana. Por ejemplo, habría sido interesante analizar más pormenorizadamente su desplazamiento del poder por organizaciones criminales más jóvenes y violentas, como la Mafia rusa. Una muestra más del desigual tratamiento de la Cosa Nostra estadounidense respecto a la italiana.

La segunda parte del libro[3] consiste en una minuciosa filmografía comentada por Domínguez, cinéfilo declarado, con el objetivo de estudiar cómo ha evolucionado la imagen del crimen organizado en el cine. Objetivo que sin embargo solo se cumple a medias, dado que el autor se limita a comentar las películas pero no realiza el necesario ejercicio de síntesis que nos permitiese comprobar en toda su amplitud dicha evolución. Tampoco responde a la pregunta fundamental que se hace desde el mismo comienzo del libro: ¿por qué nos resulta tan atractiva la Mafia?, ¿qué es lo que nos hace interesarnos tan vivamente por ella?

Quitando estos problemas, cabe destacar la forma en la que el cine y el propio crimen organizado se han retroalimentado, de manera que los propios gánsteres han ido imitando la imagen que el cine ofrece de ellos[4]. Domínguez destaca, por ejemplo, que El Padrino es la película favorita de los afiliados a la Cosa Nostra, hasta el punto de aparecer en todas las colecciones de DVD incautadas en redadas anti-mafia (pp. 32-33). Más allá de constatar la enorme influencia del cine sobre el imaginario social contemporáneo, o de que suponga una retorcida plasmación de la famosa sentencia “la vida imita al arte”, este hecho resulta significativo por cuanto los mafiosos parecen quedarse con la imagen carismática que se ofrece de ellos en las películas, ignorando la carga dramática, e incluso crítica, que estas suelen contener.

En conclusión, aunque los defectos del libro podrían calificarse de menores, son lo suficientemente importantes como para que no podamos hablar de la obra definitiva escrita en castellano sobre el crimen organizado del Sur de Italia. En cualquier caso, sigue siendo muy recomendable para todos los interesados en esta espinosa temática.

Crónicas de la Mafia, libro de Íñigo Domínguez
Madrid: Los Libros del K.O., 2014, 431 pp. ISBN: 978-84-16001-05-7

Notas:

[1] Cabe aclarar que a efectos prácticos el autor centra el libro en la Mafia siciliana, y en menor medida en sus ramificaciones en EE.UU. (p.14). Las restantes organizaciones criminales del Sur de Italia solo aparecen ocasionalmente en la obra.

[2] Se trata de un macro proceso judicial que puso contra las cuerdas a la hasta entonces todopoderosa Mafia neoyorkina: se produjeron 151 imputaciones, incluidos tres de los cinco grandes capos, todos ellos condenados a penas de hasta cien años de cárcel. El proceso se basó en gran parte en el trabajo del agente del FBI Donnie Brasco, infiltrado durante seis años en la Cosa Nostra.

[3] En el libro se considera un apéndice, pero con ciento veinte páginas de extensión es más apropiado considerarlo un apartado en toda regla.

[4] Saviano ya lo había destacado en uno de los capítulos de Gomorra. Ver Saviano, R. (2007). “Hollywood”. En Gomorra (pp. 262-77). Barcelona: Random House Mondadori.

 

 

"Crónicas de la mafia", de Í. Domínguez, crimen y cine

 

Reseña de Jose Antonio Cerrillo Vidal
Universidad de Córdoba (España)
Email: joscerrillo@yahoo.es

 

Publicado, originalmente, en Revista Arbor - Ciencia -  pensamiento - cultura

Revista general del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (España)

Link del artículo: http://arbor.revistas.csic.es/index.php/arbor/article/view/2174/2940

 

Editado por el editor de Letras Uruguay

Email: echinope@gmail.com

Twitter: https://twitter.com/echinope

Facebook: https://www.facebook.com/letrasuruguay/  o   https://www.facebook.com/carlos.echinopearce

Linkedin: https://www.linkedin.com/in/carlos-echinope-arce-1a628a35/ 

Círculos Google: https://plus.google.com/u/0/+CarlosEchinopeLetrasUruguay

 

Métodos para apoyar la labor cultural de Letras-Uruguay

 

Ir a índice de ensayo

Ir a índice de Jose Antonio Cerrillo Vidal

Ir a página inicio

Ir a índice de autores