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Un trueno sobre Bagdad: diez años de la caída de la capital iraquí
por Konstantín Bogdánov,  RIA Novosti

 
 
Un trueno sobre Bagdad: diez años de la caída de la capital iraquí
Por Konstantín Bogdánov, RIA Novosti

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Rebanadas de Realidad - RIA-Novosti, 09/04/13.- Hace diez años, a principios de abril de 2003, las tropas estadounidenses entraron en Bagdad.

¿Cómo es posible que bastasen sólo cuatro días y dos fuertes ataques para que la capital iraquí cayera?

Esta pregunta se hacían los observadores rusos que habían pronosticado combates encarnizados y duraderos, casa por casa, como los de la batalla de Grozni, capital de Chechenia, en 1994.

No obstante, las dos operaciones, la estadounidense en Bagdad y la rusa en Grozni, tienen mucho más en común de lo que se podría suponer al analizar el resultado de ambas.

La batalla de Bagdad: distribución de fuerzas

El plan estadounidense para tomar Bagdad durante la campaña de 2003 consistía en aplicar la táctica de tenaza. Las fuerzas invasoras se dividieron en dos alas con su eje a lo largo del Éufrates. El ala izquierda tenía que avanzar hacia la capital de Irak por la ribera derecha del río, desde el sur. El ala derecha estaba formada por infantes de marina, en particular la 1ª División de Marines, que tenían que salir a Bagdad desde el este.

En los primeros días de abril las fuerzas de EEUU que formaban el ala izquierda aceleraron su avance hacia Bagdad tras cercar la ciudad de Kerbala, ubicada a 80 kilómetros al sur de la capital, y entre el 3 y el 4 de abril bloquearon la ciudad por el sur y el oeste al tomar el aeropuerto internacional Sadam Hussein.

Si bien se podría esperar un avance cauteloso a través de los suburbios de Bagdad, debido a la dificultad que implica el combate urbano el mando central aliado optó por un asalto inmediato. Dos circunstancias determinaron este carácter del asalto. La primera fue que las unidades del 5º Cuerpo del Ejército llegaron a Bagdad antes que los marines. No resultaba lógico esperar para no perder la ventaja que se habían ganado los estadounidenses durante los combates en los accesos de la ciudad. En estos enfrentamientos las fuerzas iraquíes fueron muy castigadas y no convenía darles la oportunidad de recuperarse, reorganizarse y reforzar la defensa de la capital.

Por otra parte, para aquel momento ya estaba claro que la defensa de las ciudades en Irak estaba mal organizada, el número de efectivos en las guarniciones era insuficiente y tanto la destreza militar de los comandantes iraquíes como la preparación de los soldados eran escasas.

Muchos episodios en los días anteriores lo pusieron de manifiesto, pero el más revelador fue el caso, a la vez curioso y trágico, de la 507 Compañía de Mantenimiento del Ejército de Tierra. Un destacamento de la misma cayó en una emboscada al perderse en las inmediaciones de la ciudad de Nasiriya. En lugar de rodear la ciudad, los estadounidenses (33 efectivos en 18 vehículos) la atravesaron dos veces en direcciones opuestas siendo atacados por los iraquíes a la salida.

El hecho de que una unidad de retaguardia hubiera conseguido cruzar toda una ciudad situada en la primera línea del frente y preparada para defenderse, influyó de forma decisiva en la evaluación de la defensa iraquí por parte de los estadounidenses.

'Thunder Run'

La terminología extraoficial de los militares estadounidenses desde la época de la guerra en Vietnam cuenta con la expresión 'thunder run' (del inglés 'thunder', trueno, tronar; y 'run', correr). Se usa para designar la penetración de fuerzas armadas en son de guerra en un territorio ocupado por el enemigo, en particular en territorio urbano, lo que en el lenguaje oficial se denomina 'incursión'.

En la mañana del 5 de abril de 2003 las unidades de la Tercera División de Infantería de EEUU (en concreto el Primer batallón del 64º regimiento blindado, TF 1-64 Armor) comenzó la operación que más tarde recibiría el nombre de 'Thunder Run One'. Los estadounidenses llevaron a cabo una incursión en el corazón de Bagdad: una columna de 29 carros de combate M1A1 Abrams y un centenar de soldados en vehículos blindados se adentraron hacia el norte de la ciudad a través de la autopista 8, siguiendo el curso del río Tigris, y se replegaron hacia el aeropuerto por el este tras cumplir su misión.

Los soldados y las máquinas estadounidenses se enfrentaron a fuerte fuego de artillería ligera, de morteros, lanzagranadas y proyectiles antitanques avanzando por las amplias avenidas de Bagdad. Un militar estadounidense murió al ser alcanzado en un tanque durante la incursión y otros tres resultaron heridos en los enfrentamientos. Uno de los tanques fue alcanzado y, tras varios intentos fallidos de recuperarlo, los estadounidenses terminaron destruyendo el vehículo desde el aire en la noche del 6 de abril para que no cayera en manos de los iraquíes.

Los coordinadores de la operación afirmaban que en la misma podían haber muerto 2.000 iraquíes, aunque este dato no parece del todo fiable. En cualquier caso, los invasores alcanzaron con éxito su objetivo, el de demostrar que una incursión de columnas de carros de combate y vehículos blindados al territorio urbano es viable y puede ser utilizada como táctica de asalto decisivo.

La toma de Bagdad

Por la mañana del 7 de abril empezó la operación 'Thunder Run Two' en la que participaron tres equipos de combate: al TF 1-64 Armor se unieron el 4ºBatallón del 64º Regimiento Blindado (TF 4-64 Armor) y un batallón del 15º Regimiento de Infantería (TF 3-15 Infantry).

Las unidades iniciaron la marcha siguiendo el trayecto de 'Thunder Run One', pero en vez de salir de la ciudad tras adentrarse unos kilómetros, avanzó hacia el mismo centro de Bagdad. Cuatro horas después los dos batallones blindados ocuparon posiciones defensivas en la orilla de Tigris, en un barrio residencial y administrativo que tras la conquista se convertiría en la llamada "Zona Verde". Mientras tanto, la infantería motorizada se encargaba de proteger las líneas de suministro.

El coordinador de la operación, el coronel David Perkins, no tenía un plan fijo para seguir sino que debía actuar acorde a las circunstancias. Al evaluar la intensidad de la resistencia opuesta por los iraquíes, Perkins dio orden a las tropas de mantenerse en las posiciones ocupadas. Esta arriesgada orden decidiría la suerte del asalto a Bagdad.

Por un lado, las posibilidades de defensa de los estadounidenses que penetraron hasta el mismo corazón de la ciudad, y los ataques del enemigo estaban mal coordinados y, por consiguiente, sus acciones eran contraproducentes.

Sin embargo, estas últimas complicaban el suministro de combustible para los tanques. Además se intensificaron los ataques de artillería iraquí, uno de los cuales derribó el Centro de Operaciones de Apoyo del 2º equipo de combate. El mando iraquí, ante la inminente amenaza de perder la ciudad, dio órdenes de lanzar ataques de vehículos pesados contra los puntos de apoyo de la TF 3-15.

Durante el día los tres batallones, que se habían arriesgado a quedarse en la ciudad sin disponer de reservas suficientes ni poder contar con un refuerzo, vivieron momentos muy críticos. Sin embargo, durante el 8 de abril los estadounidenses rechazaron todos los ataques de los defensores de Bagdad poniendo otra vez de manifiesto que a la falta de una estructura de mando iraquí, la guarnición capitalina fue incapaz de desalojar a tres batallones del centro de la ciudad.

Este episodio pudo haber terminado mucho peor para los 'aventureros' del 2º Equipo de Combate pero el cuerpo de élite del Ejército iraquí, la Guardia Republicana fue derrotado en los días anteriores durante los combates en los accesos a Bagdad, mientras las unidades regulares estaban tan mermadas por las deserciones masivas que no podían oponer una resistencia notable.

Por la mañana del 9 de abril el cerco aliado se cerró y los infantes de marina de EEUU entraron en la ciudad por el este. Los soldados de la coalición tomaron Bagdad desde todos los frentes sin encontrar apenas resistencia a su paso. Los últimos focos de resistencia fueron aplastados el 12 de abril.

Bagdad y Grozni

Un lector atento ya se habrá dado cuenta de que la táctica de los estadounidenses en la batalla de Bagdad es similar a la del ejército ruso durante el asalto a la capital chechena, Grozni, en 1994.

Efectivamente, sólo que en Bagdad esta táctica culminó con un éxito clamoroso, mientras que la batalla de Grozni se convirtió en un símbolo de humillación para las Fuerzas Armadas de Rusia y el país en general.

Las dos operaciones 'Thunder Run' son una realización perfecta del mismo plan que había elaborado el mando ruso para el 'Asalto de Año Nuevo' de Grozni. Entonces, en diciembre de 1994, este plan fue sometido a duras críticas. Los medios de comunicación ridiculizaban a los generales que habían enviado a la ciudad carros de combate cuando todo el mundo sabe que los tanques en el territorio urbano están indefensos y son inútiles. La toma de Bagdad en 2003 demostró que el plan había sido bueno, lo que falló fue la preparación y ejecución de operaciones.

Durante las operaciones en Bagdad en abril de 2003 se hizo evidente, una vez más, que los tanques en la ciudad pueden ser muy útiles como una plataforma móvil de armamento pesado. Una vez más, porque ya en la Segunda Guerra Mundial el Ejército soviético en muchas ciudades de Europa del Este puso en práctica con éxito los asaltos apoyados por los carros de combate.

Pero en el caso de Bagdad no se trata únicamente del uso de los tanques en el asalto. Las tropas estadounidenses basaron su estrategia en generar altos niveles de “choque y sorpresa”, concepto desarrollado por estrategas de EEUU como parte de la doctrina de “dominación rápida”.

La misión concreta de las unidades blindadas en este caso no es sólo la de apoyo a la infantería, sino de una rápida penetración hacia el centro de la ciudad asaltada para ocupar posiciones y desorganizar la defensa del enemigo.

Los estadounidenses en la capital iraquí lo hicieron casi a la perfección. Pero la operación de Grozni en este sentido fue un fracaso debido a la mala organización de la operación y la situación general del ejército ruso.

Las tropas aliadas hicieron todo lo posible para agotar y derrotar a las fuerzas enemigas antes de iniciar el asalto a la ciudad y no permitirles reforzar la defensa de Bagdad. Además, las operaciones del 5 y el 7 de abril estaban lo suficientemente preparadas como para conseguir rechazar los ataques iraquíes.

En cambio, el asalto a Grozni en diciembre de 1994 ocasionó muchas bajas para el Ejército ruso y una crisis casi total de la moral de sus fuerzas. Les tomó dos meses de intensos combates, y un cambio en sus tácticas, antes de poder apoderarse de Grozni. La batalla causó una enorme destrucción y muchas muertes entre la población civil.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

El presente material se edita en Rebanadas de Realidad por gentileza de Alexander Solovskiy, Director para América del Sur de la agencia rusa RIA-Novosti, Web / Correo
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Konstantín Bogdanov

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