Profanación

 

Luisa es una mujer atractiva, de mediana edad, que desde hace años desea huir del ruido ciudadano y con gran esfuerzo logra construir su pequeñísima casa en un balneario de la costa. Las donaciones de las tías viejas, los cuadros que siempre atesoró y su buen gusto logran un espacio simpático y acogedor.

Todo marchó bien hasta este cruel invierno. La lluvia se hace dueña del hogar y entra por marcos y puertas, se desliza en finos hilos por las paredes y trepa por la biblioteca y los sillones; el viento despiadado arranca varios árboles y Luisa, sin luz ni teléfono, está acurrucada sobre la cama esperando. Hay una tregua, con esfuerzo sale al exterior en busca de ayuda y lo que ve es desolador, los daños provocan impotencia y gran tristeza.

Después de varios días de trabajo, Luisa descansa y mira su biblioteca vacía, sus sillones apoyados sobre ladrillos, las paredes sin adornos y con feísimas marcas de humedad, hongos y mal olor, disimulado apenas por la leña que arde en la estufa de fierro. Podría ser peor, piensa y agradecida a Dios se abriga, calza sus botas de goma y chapoteando en los muchos charcos corre por el camino hacia la iglesia.

Cuando llega ve con sorpresa los andamios que atraviesan la fachada pintada a medias; tímidamente empuja la puerta del templo a la espera del silencio y la paz. Siempre le causa una cierta emoción ese clima y el aroma del incienso.

Hoy, el olor es de pintura, no hay asientos, las imágenes están envueltas en nylon, el altar cubierto y varias cuerdas que caen desde el techo sostienen grandes tablones. Pero lo terrible es la voz, una voz estridente que rebota en las paredes, va y viene, y dice cosas estúpidas, vulgares, que los pintores festejan con risotadas.

Luisa sale y corre sin mirar por donde va, el corazón agitado, las sienes palpitantes, en su pobre cabeza se abre paso el nombre de la voz: Orlando Petinatti.

Mª Esther Díaz - julio 2000
Del Taller V 

Orienta Prof. María Nélida Riccetto
Punta Carretas - Montevideo

Ir a índice de narrativa

Ir a Díaz, María Esther

Ir a página inicio

Ir a mapa del sitio