Nada dejaste

Leonardo de León

No dejaste ni un aire de perfume leve;
una mueca de venganza en el silencio,
una aguzada epístola de huída temblorosa.

Quedó solo un hombre
sin signos de ausencia, para entender.
Caminante acurrucado en el dilatado
rincón de una calle vacía.

Leonardo de León
De Huir para volver huyendo

Ir a página inicio

Ir a índice de poesía

Ir a índice de León, Leonardo

Ir a mapa del sitio