Evocación

Leonardo de León

Una memoria dispersa
atrae tu voz de gemidos.
Una copa hace del vino
Sangre muerta y desatenta.

La pupila desbordada
de una imagen dolorosa
se dilata hacia la tramposa
caverna del recuerdo.

El anillo ya no adorna
la mano estirada y sin razón,
ni siquiera el corazón
guarda la alianza que perdona.

Si la sola forma del recuerdo
animara una caricia 
Dejaría la avaricia de un
Anhelo de regreso.

Me resigno a la caverna
que ya se hace tempestad
y disipo en la soledad
tranquila del "ya muerto",
un sola hora compartida 
y sin remedo.
Una hora de amor, de mirada
y de silencio.

Leonardo de León
De Brevedades Negras

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