Cuando quedamos solos

Leonardo de León

Caí dormido en tu regazo
como sol en horizonte.

Me tocaste el rostro ardiente
casi con desdén de madre.

Solo dormí luego de saber
que eras silencio dormido y que,
sonámbulo, te juzgabas digna de amar
con tacto de crepúsculo.

Leonardo de León
De Huir para volver huyendo

Ir a página inicio

Ir a índice de poesía

Ir a índice de León, Leonardo

Ir a mapa del sitio